Lo que oculta la soledad.

Tú (yo)

Me cambiaste tanto por tantas personas que simplemente olvide quien era. Intenté convertirme en lo que tu pediste, pero realmente era lo que ellos querían y terminaste perdiéndome.

Ahora me buscas sin encontrarme y te frustras ante mi ausencia hasta caer derrotada ante la idea de que me he ido para siempre y sigues preguntando el motivo.

No eres capaz de comprender que desde un principio tu fuiste el inicio de tu propia destrucción.

Me hiciste olvidar quien era, me cambiaste más de lo que puedo recordar, ¿y qué ganaste? Yo estaría contigo para siempre, esa fue mi promesa, y la tuya; pero la rompiste, decidiste ir a iluminar otros cielos, aunque el nuestro se quedara obscuro.

Me destruiste de la peor manera y decidí soportarlo por ti, decidí callarme para que fueras feliz, pero, ¿qué gané? Que me rompieras lentamente.

Ahora te ahogas en la incertidumbre de no recuperarme, en la depresión de ya no encontrarme, en la ansiedad de perderme, en el límite entre buscarme y la idea de vivir sin mí.

Te sientes incompleta, ¿cierto? Te duele tanto que intentas no pensar en ello, pero se que al final del día recuerdas que me perdiste. Y te sigo preguntando ¿para qué? ¿Para que ahora cualquiera pueda intentar moldearte de una manera que temes? ¿Para recordar que te hiciste sufrir en vano? ¿Para vivir sin la mínima noción de quién ser?

Me perdiste, quizás con un poco de tiempo llegará alguien más. Pero, por favor, esta vez cuídala; no la cambies, acéptala, estoy segura de que te amará con la misma intensidad que alguna vez yo lo hice, y ella tampoco te cambiará. Estoy segura que llegará, se paciente, nada crece de la noche a la mañana.

Estoy escribiéndote para dejarte ser libre y encontrarte.

Quiero que sepas que no te guardó ningún rencor, intentaré cuidarte desde el lugar al que sea que vaya.

Por favor, deja de culparte, también fue culpa mía. Debí cuidarte, para eso estoy, pero preferí verte feliz que con ojos vidriosos.

Lo único que ahora pido es que nunca más intentes cambiar por personas que no lo valen, porque alguien que te ama no te cambia. Se que lo entendiste tarde, pero de los errores se aprende y espero lo hayas echo.

Guarda todo lo que te enseñé cuando aún era yo, intenta cuidarte hasta que llegué alguien más.

Te pido olvides el dolor de perderme y recuerdes los momentos bonitos que algún día vivimos. Recuerda que seré siempre tú.