𝐅𝐎𝐑 𝐎𝐍𝐂𝐄 𝐈𝐍 𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐅𝐄 | ❛ Mientras sepa que
tengo amor, puedo hacerlo ❜
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Adeline Wiese, Charles Weasley y Nymphadora Tonks, el trío de oro en su época...
Con un niñero de complemento, la persona que se mantenía al tanto de sus lo...
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CAPÍTULO ONCE: HALLOWEEN
La fecha favorita del dúo había llegado, ese día era 31 de octubre, por lo que, días anteriores, estos ya habían coordinado sus disfraces, decidiendo así que, ese Halloween, se vestirían de los cazafantasmas, combinando disfraces con Axel.
Al principio ellos quisieron rentarlos, pero, al demorarse en hacerlo, se había agotado la opción de renta, por lo que pasaron a la segunda opción, comprarlos. Esto les saldría un poco más caro, sin embargo aun así le podrían sacar ventaja, como para tener un lindo recuerdo del maravilloso día que sería este.
Como siempre la casa de ellos estaba decorada para la ocasión, aunque solo pasasen unas horas allí, dado que, estarían la mayoría del tiempo pidiendo dulces y visitar un lugar el cual decían que estaba "embrujado" de por allí.
— Charles, está bien que sea Halloween, pero no quiero despertarme llevándome el susto de ver tu rostro — comentó Adeline mientras se estiraba en su cama y apartaba la cara del pelirrojo.
— Tú y mi rostro, siempre dices que tengo cara de loco, pero..., no te has visto en el espejo, aparte, hasta los dragones se mueren por mi — respondió echándose aires de grandeza a sí mismo.
— Si, se mueren porque ven tu cara y saldrán volando.
— Al menos no tengo el tamaño de un hobbit... — susurró el pelirrojo sabiendo que ahí era el punto débil de su amiga.
— ¡Que no soy un hobbit! — exclamó ya cansada de la misma situación, pero esta vez, lo decía con algo de molestia.
— Si, lo que digas... — suspiró — pero así no te pones cuando Axel te lo dice...
— Reacciono igual con los dos — respondió Adeline desviando la mirada.
— Respuesta equivocada, a Axel lo tratas bien — contestó el pelirrojo mientras le ponía ritmo a sus palabras y miraba victoriosamente a su amiga.
— No me simpatizas — dijo mientras agarraba las sábanas y se tapaba hasta la cara.
— Ads, debes levantarte ya, o... — pensó un momento en lo que podría hacer, y al tener la idea, tan sólo la hizo.
La castaña se estaba retorciendo y riendo por las cosquillas que eran hechas por su amigo, y de paso, lanzaba unas cuantas patadas o golpes para que le dejase de hacer eso.
— ¡CHAR-CHARLES, PARA! — exclamaba con el poco aire que le quedaba, haciendo así que el pelirrojo parase y volviera a observar a su amiga.
— No sé qué está más rojo, o el cabello de Charles o tú, Line — habló una voz externa, asustando a los dos de ahí por la inesperada aparición de este individuo allí.
