Cositas Birdflash UwU

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— Eso fue trampa —. Dijo Richard seguido de golpear a Wally con un cojín.

— Que te haya quitado el mando en medio del juego no es trampa —. Dijo mientras caía en la cama riendo.

El azabache continuó golpeándolo con la almohada y adoptó una posición sobre el regazo de su novio para seguir golpeándolo con más facilidad, pero el pelirrojo no iba a ceder tan fácil, con su velocidad tomó sus manos y volteó las posiciones.

— Ahora te tengo —. Dijo sonriente.

— Te odio.

— Me amas.

Richard hizo una mueca y después levantó ligeramente la cabeza para besar a su novio a lo que él correspondió gustoso. El pelirrojo lo tomo por la cintura levantandolo ligeramente, el contrario lo abrazó firmemente tanto con los brazos como con sus piernas.

Metió sus manos dentro de la camiseta del petirrojo acariciando cada centímetro de piel que podía, muchas veces se habían encontrado en esa situación, pero nunca habían llegado a más que a simples toqueteos sobre la cintura, pero está vez sería diferente.

— Wally —. Interrumpió el beso.

— ¿Que pasa? ¿Me sobrepase? —. Preguntó ligeramente preocupado.

— No, no —. Negó — Nada de eso, al contrario, quiero… quiero que lleguemos más lejos hoy.

— ¿Te refieres a…? —. Dejó incompleta la pregunta mientras se sentaba en la cama, podría ser el mayor de ambos pero siempre le avergonzaría hablar de esos temas.

— Si, me refiero a tener sexo —. Respondió mientras se sentaba frente a él tomando sus manos — Solo si tú también quieres, claro ¿Que opinas?.

— Si tú estás completamente seguro de esto, yo también lo estoy.

Richard sonrió un poco antes de volver a posicionarse sobre su regazo volviendo a besarse pero ahora más apasionadamente de lo usual. Sintió las manos de su novio subiendo su playera con lentitud para al final tirarla al otro lado de la cama.

Sus besos bajaron a su cuello y hombros dejando un rastro de besos húmedos y leves chupetones que al menor le gustaba y se encargó de que el otro supiera con sus gemidos.

— Mgh, tu~tu también, la playera.

El pelirrojo hizo caso a su pareja y se desprendió de su playera.

( … )

Ya habían pasado la parte de los besos y toqueteos infantiles, ahora ambos se encontraban sentados en la cama completamente desnudos teniendo una pequeña discusión de algo que se les había olvidado decidir.

— ¿Y porque tengo que estar yo abajo? Tu también podrías estarlo. —. Pregunto el pelirrojo algo confundido.

— Primero, no estaría abajo, estarías enfrente, la posición de perrito es la más adecuada para el sexo anal y más si es la primera vez, y segundo, yo no quiero estar abajo.

— Pero tú eres el más apto para ser el pasivo.

— Dime solo una razón por la que según tú, soy el más apto para serlo.

— Encajas con el estereotipo, eres bajito, eres el menor de ambos y eres el más "delicado" de la relación.

— Okey, fingiré que eso no me ofendió en absoluto y aceptaré tus proposiciones. — Cedió y volvió a besarlo para retomar la pasión que perdieron en la charla.

Una vez que volvieron a estar en solo su mundo decidieron retomar en donde se quedaron la primera vez.

El pelirrojo bajó su mano a la cintura baja de su novio acariciándola, siguió bajando lentamente su mano hasta su entrada donde estaba por introducir un dedo hasta que fue detenido.

— ¿Que paso? ¿Te arrepentiste? Si es así no hay problema, no es necesario hacerlo.

— No, solo deja buscar algo que tenía por aquí —. Dijo estirándose a su cajonera revolviendo el cajón superior — Estoy seguro de que lo tenía por aquí —. Siguió buscando hasta sacar un bote tubular. — Lo tengo.

— ¿Es es lubricante?.

— Si, es necesario según lo que leí en internet, era una página confiable. —. Agregó al ver el rostro de su pareja.

— Está bien. —. Tomó el bote y aplicó un poco en sus dedos. — Relájate, si te duele o te incomoda solo avísame y pararé.

Recostó de nuevo al azabache e introdujo un dedo lentamente en su entrada mientras que observaba cada expresión que hacía el contrario.
El menor hizo una pequeña mueca a la vez de una señal para que esperara un momento, era sensación nueva en su cuerpo, se sentía raro, pero de una extraña manera, también se sentía placentero. Cuando se acostumbró a la sensación dio un largo suspiro y con un "listo" le informó a Wally que podía seguir, casi de inmediato sintió como otro dedo era introducido. El mayor comenzó a mover sus dedos simulando pequeñas embestidas que intercalo con movimientos de tijera.

— Mgh, Wa~lly ah, má~más, por favor.

— A tus ordenes hermoso —. Dijo para después besar su cuello mientras retiraba sus dedos de su interior — Recuerda si te…

— Si me duele o si quiero parar te digo, lo sé —. Sonrió

El pelirrojo lo beso con ternura acariciando su mejilla, mientras de con su otra mano alineaba su miembro con su entrada.
Richard trató de relajarse, era algo difícil, pero no era imposible, después de unos segundos sintió el miembro de su novio entrando en él y… despertó.

Despertó en su habitación algo desorientado ¿Había sido todo eso un sueño? Se sentía realmente decepcionado al respecto.

Decidió tomar una ducha para olvidarse de esos pensamientos, estaba por levantarse de la cama cuando un gran dolor en sus caderas se lo impidió, y en ese momento escuchó otra voz a su lado.

— Con cuidado, si necesitas ayuda solo dímelo —. Era Wally, Wally estaba ahí, eso significaba que…

No pudo ni terminar de pensar la frase cuando la puerta de su habitación fue abierta dejando ver a su hermano menor.

— Grayson, me preguntaba si estabas disponible para entre… —. Todos se quedaron en silencio y prácticamente congelados hasta que el pequeño árabe sacó su espada — Más te vale comenzar a correr ahora West.