Por un segundo se para el mundo, la música, todo. Rebeca y Jon se están besando, se me cae el vaso al suelo del asombro. Ya no sé que hacer, me cuesta respirar, la angustia me invade por dentro. Las lágrimas empiezan a deslizarse por mis mejillas, no era la primera vez que pasara.
Me voy a fuera de la casa, lejos. Jon era el chico con el que había estado 2 años en relación, no era la relación perfecta, teníamos nuestros altibajos, problemas pero siempre lo solucionamos hasta incluso le perdoné lo que había pasado con Luisa.
-Lynda, yo... Lo siento- dice Jon agarrándome del brazo.
Sigo con mi deseo de irme lejos y no volver a verle nunca más.
-Lynda, ¿Estas bien?- dice Cristian al verme parada mirando la escena que estaba reviviendo otra vez.- Tierra llamando a Lynda.
-Perdón, estaba en mi mundo- Justo cuando aparto la vista Jon me ve y empieza a caminar hacia nosotros.- ehh bueno, Yo me voy a fuera que necesito tomar el aire.- digo mientras empiezo a caminar pero llega antes Jon y me agarra el brazo.
-Lo que pasó allí dentro no es lo que parece, ella se lanzó y no pude rechazarla.- dice mientras me mira a los ojos con esos ojos de corderito degollado.
-No te creo ya es la segunda vez que pasa, primero con Luisa y ahora con Rebeca. Te has pasado tres pueblos, que digo, te has pasado 1000 pueblos.- le suelto la mano y empiezo a caminar por las calles de Epona hasta llegar a mi casa.
No podía observar la belleza de las calles, no podía escuchar otra cosa que no fuera "lo siento..." " no es lo que parece..."
-Lynda ¿podemos hablar un rato a solas?- dice Jon mientras mira a Cristian con mala cara.
-Jon, piérdete y de paso metete tus mensajes por el culo- le digo cabreada.
-Lynda vamos, no seas así conmigo...- dice acercándose a mi.
-Vete por favor.- le digo apunto de llorar.
-Ya has oído a Lynda, vete ya.- dice Cristian con tono de chulería.
-Y si no me callo qué pasa.- dice Jon acercándose a Cristian de forma amenazante.
- Te partiré la boca.- dice Cristian mientras empuja a Jon.
Jon se acerca a Cristian para pegarle un puñetazo pero...
- JON, CRISTIAN PARAR YA, ME VOY DE AQUÍ ESTO ES ABSURDO.- Digo gritando, empujo a los dos y me voy afuera.
Empiezo a caminar por las calles oscuras de Epona, hacía un poco de frío, la gente iba con abrigos, chaquetas. Yo me la había dejado dentro de la casa de María, pero no iba a volver ahí ni loca. Solo tenía como abrigo a mis pensamientos confundidos, solitarios. Por fin llego a casa.
-Lyli, nos vamos a mudar dentro de unos meses a un pueblo costero.- dice mi madre. Me hizo el mejor regalo mi billete a la libertad.
-Lynda, perdón por lo de ahí dentro. ¿quién era ese? - dice Cristián un poco preocupado.
-Da igual, volvamos a casa ya.- Nos fuimos a la moto. En el camino me intento sacar información sobre quién era Jon, pero logré esquivarlas.
Por fin llegamos a Zilea, me bajo de la moto y le doy el casco rojo.
-Muchas gracias Cristian, nos vemos otro día.- le digo con un intento de sonrisa, ya no tenía fuerzas de ocultar el agujero negro que llevaba dentro.
-Cuando quiera repetimos la cita digo la quedada. - dice sonriendo y se va.
Me siento en la acera y me hago bolita, empecé a llorar en silencio. Veo a Sergio a lo lejos acercarse a mi, me seco las lágrimas. Creo que él ha tenido también mala noche.
-Hey.
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UN VERANO DE CAMBIOS: Buscando mi sueño
Teen FictionLa vida de una chica que deja atrás todos sus amistades, cambia de manera radical la forma en la que ve el mundo cuando conoce a los habitantes de la casa de enfrente.