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Jeongin sostuvo sus caderas con más firmeza, dándolo vuelta para poder recostarlo con cuidado sobre el colchón, posicionándose encima suyo mientras continuaban besandose, el pecoso ahora envolviendo sus piernas en las caderas del contrario, buscan...

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Jeongin sostuvo sus caderas con más firmeza, dándolo vuelta para poder recostarlo con cuidado sobre el colchón, posicionándose encima suyo mientras continuaban besandose, el pecoso ahora envolviendo sus piernas en las caderas del contrario, buscando más fricción y contacto hasta separarse jadeantes en busca de aire.

El pelirrojo comenzó a repartir pequeños besos alrededor de su cuello y hombros, provocándole pequeñas risas y suspiros antes de dejar una marca que le sacó un jadeo, separándose, sonriendo ante el puchero del mayor.

—T-tonto –le dio un pequeño golpe en el hombro–. Deja de ponerme de esta forma.

—¿Así cómo? –preguntó con falsa inocencia.

—Así de caliente –respondió directo y con sus mejillas ardientes mientras besaba nuevamente al alfa.

—Vaya~ –soltó con burla al separarse–. Mi hyung tiene una boca atrevida~.

—Silencio mocoso –tomó la almohada a su lado, golpeando en el rostro del menor quien reía divertido y tomaba la almohada que quedaba, creándose una pequeña guerra.

Ambos reían mientras jugaban, tirándose encima del otro en ciertos momentos para robar un pequeño beso entre medio de la batalla, desordenando las sábanas de la cama.

—Rindete hyung, nunca me ganarás –exclamó determinado el alfa de pie en la cama, señalándolo con su almohada como si fuese una espada y ambos estuviesen en un duelo.

—Oh, eso es lo que tu crees Jeonginie –respondió con la misma determinación y tonto egocéntrico, sus armas chocando mientras se miraban con una sonrisa desafiante antes de atacar, repartiendo golpes por todos lodos, la habitación llenándose de escandalosas risas y un grito cuando Jeongin casi se cae de espaldas de la cama pero por suerte pudo mantenerse de pie, decidiendo cambiar el campo de batalla al suelo.

Al final terminaron con una almohada rota, pequeñas plumas esparcidas por todas partes y los dos bastante cansados cuando se dejaron caer en el colchón con brillantes sonrisas dibujadas en sus labios, sus respiraciones agotadas y aún pequeñas risas soltadas. Voltearon a verse, ubicandose de costado para que sus miradas llenas de amor pudieran chocar con la otra, entrelazando de a poco sus dedos.

—Te amo –susurró cerca de su oido el pelirrojo cuando se acercó a su rostro.

—Yo también –correspondió con el mismo tono bajo de voz, sus labios ahora rozando antes de fundirse en otro beso, ubicándose nuevamente el alfa encima suyo.

Dios, adoraba el sabor de sus labios y la sensación electrizante que le recorría todo el cuerpo al conectarlos.

—¿Qué opinas de ver una película? –propuso Jeongin al separarse, aún esparciendo pequeños besos por sus labios, y el rubio asintió con la cabeza en respuesta.

Pastel Boy || JeonglixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora