Kyu

CAPITULO 5

Después de una hora mi padre y Damien salieron, la verdad no se que paso, pero los dos salieron sonriendo algo que ni papá ni yo nos creíamos al punto que les miramos muy extrañados; ahora estábamos en la piscina con Eleli y Aliester, sigo pensando que esos dos saben más de lo que me han contado y quiero saber porque no me lo dicen; bueno ahora disfrutare de la piscina. No se como paso, pero Eleli y Damien están luchando, y para mi sorpresa Eleli está ganando a Damian, el cual está protegiéndose ahora mismo porque Eleli le está atacando con una arma de elemento trueno, bueno es hora de que me interponga antes de que me quede sin pareja.

Aparezco delante de mi amiga haciendo un escudo de energía para bloquear su ataque y a lo que ella consideró una victoria porque con mi acto paraba la pelea, después de que Eleli guardara su arma y su armadura fui con Damien y lo curé.

-Creo que mi pececito ha perdido contra una humana- digo en un tono burlón

-Esa humana tiene armas y armaduras forjadas por deidades y tiene demasiadas, y ahora le tengo que pedir a la deidad que vive en mi reino que le haga la armadura y el arma de la emperatriz del agua -decía mirándome- por cierto, gracias por curarme zorrito mío - decía dándome un beso en la nariz; con ese gesto yo me sonroje mientras movía las colas feliz.

Ahora que lo pienso me he acostumbrado muy rápido a tener nueve colas, igual que pensar que mi familia y amigos son especiales.

-KYU- me llamaba papá sacándome de mis pensamientos

-Dime papá- decía yendo donde estaba él y la abuela

-Nosotros ya nos vamos a Kitsu- decía dándome un beso en la frente y me abrazaba

-adiós papá-decía mientras me separaba de él y me acercaba a mi abuela- adiós abuela- decía abrazándola

-cuídalos a todos mientras yo estoy en Kitsu y por cierto he dejado mi libro de recetas en la cocina y eres el único que puede abrirlo y leerlo- decía mientras me miraba seria- quiero que seas el único que lea el libro -decía besándome la frente y cuando me doy cuenta papá ya había abierto un portal donde la abuela y papá entraron, y el portal se cerró después de unos segundos

Cuando el portal se cerró volví con los chicos, para despedirme ya que tenía que empezar hacer de comer; después de una hora ya tenía la comida hecha, la comida no estaba tan buena como la de la abuela. Después de comer me fui a la habitación y me acosté abrazando la almohada de Damien para poder sentir su olor; ya que después de comer se duerme en la piscina para descansar de estar tanto tiempo con la forma humana; iría con él sino fuera de que todavía no se ningún hechizo para poder respirar debajo del agua, mañana buscaré algún hechizo que me permita poder respirar debajo del agua. No se cuando me dormí, pero cuando me desperté estaba en el pecho de Damien mientras que él estaba leyendo un libro, cuando se dio cuenta que lo estaba mirando me beso.

-Como dormiste precioso?- decía mientras acariciaba mi mejilla

-bien supongo- decía sentándome en sus piernas y rodeando su cuello con mis brazos- hoy tengo ganas de pescado- le digo mientras le mordía levemente su cuello, a lo que él contestó poniendo una de sus manos en mi cintura y la otra la iba poniendo dentro de mi bóxer para masajear mi miembro.

Varios segundos después él me puso debajo suya, me empezó a besar apasionadamente, bajando sus manos por mi cuerpo, jugaba con mis pezones mientras me besaba ,mordía y hacía chupetones por todo mi cuerpo hasta llegar a mi zona púbica.

-Esto sobra- dijo quitándome mi ropa interior y tirándola al piso, se levanto un poco y miro mi cuerpo completamente desnudo y mordiéndose el labio inferior dijo- No debería de comerme este bombón antes de comer, pero no quiero que nadie más se lo coma-dijo para empezar a chupar mi miembro ya erecto.

-D-Damien- gemía mientras el se metía mi miembro en la boca y chupaba pasión

-Chicos bajen para comer- decía mi padre

-SI- grite rezando para que no se me notara de que estaba disfrutando de mi macho, al que poco después mire con una mirada apenada— lo tendremos que dejar para después....- el cogió algo de su mesita y no supe lo que era hasta que m eso introduzco en mi entrada y lo mire confundido

-La diversión no hay que pararla- decía y apretando un botón de un mando pequeño, el vibrador empezó a vibrar, a lo que respondí con un gemido, él lo apagó y me miró con un mirada inocente y de niño bueno.