Capítulo 10

2.8K 350 29
                                    

Park Jimin
13 de octubre del 2019


Me paré en frente de aquel lugar al que solía venir él, puse de puntillas y miré a lo lejos. El árbol se encontraba desierto, no había rastro de personas por todo el lugar, a excepción de una anciana que lloraba cerca de la entrada mientras colocaba unas margaritas en la tumba de, según yo, su difundo esposo.

Bajé la mirada triste, no sabía por qué había creído que me lo encontraría aquí, tal vez por que solía venir cómo una vez me dijo, pero era demasiado bueno para ser verdad. Habían pasado semanas desde que no me hablaba, eso lo tenía claro, pero fui demasiado tonto al pensar que estaría aquí, esperando a que viniera, por que como diría él, "Hay que aceptar la realidad".

Caminé hacia mi destino, no desperdiciaría haber venido hasta aquí, faltando a clases y buscándome un buen regaño para nada. Acomodé mi espalda en la encima del tronco y cerré mis ojos. Debía de buscar la paz que él veía en este lugar, ya que "Era agradable".

Un ruido de hojas secas siendo pisadas se sintió al rato de estar en ese lugar, al igual que la tenue luz del sol que daba en mis pies, percibí que había desaparecido, ya que no sentía el mismo calor de antes. Abrí mis ojos, sonreí al verle pero no dijo nada, solo se quedó allí, parado mientras me miraba desconcertado, de seguro se preguntaba el por qué estaba aquí. O tal vez ya lo sabía.

Se sentó en frente de mí, tomó la posición del loto y mientras fumaba un cigarrillo miraba las hojas del árbol.

-Es un roble carrasqueño. -dijo mientras señalaba el árbol y rompía el silencio.

-Es agradable. -me fulminó con la mirada. Al parecer le molestaba que usara su lenguaje pero aún así no dejó de hablar.

-Me gusta sentarme a la sombra de él, es el único en toda la ciudad y sus flores son femeninas y solitarias, también hay algunas en grupos reducidos, pero me identifico más con la segunda. -dio una calada a su cigarrillo y me miró.

-No pensaba que pensaras así de ti mismo, más bien, me atrevería a llamarte el rey del Instituto. -di un golpe mental por semejante estupidez pero el chico solo mostró sus dientes y pregunto: "¿Por qué me llamas así?" Rasqué un poco mi cabello, tragué duro y me digné a hablar. -No sé. -titubee. -Quizás porque eres antisocial pero te llevas con todos, no hablas con nadie y sabes todo lo que pasa alrededor. Eres misterioso. -llevé mis rodillas al pecho y las abracé. Por fin la situación no estaba tan tensa como minutos atrás.

-Eres raro, ¿Lo sabías? -asentí, la verdad sí que lo era. -También muy ingenuo, pero eso no tiene solución. -dio la última succión a su arma mortal y me dirigió otra mirada, pero esta era diferente, hacía notar en sus pupilas dilatadas que no le importara en lo absoluto lo que me acababa de decir.

-No me subestimes, ¡Quizás no soy lo que parezco ser!

-Si lo eres Park, y créeme, lo hago todo el tiempo.

Sus ojos me miraban una y otra vez mientras sus manos jugaban con una que otra hoja que allí se encontraba. Estaba triste y feliz al mismo tiempo. No sabía que hacer o decir.

¿Le importaría lo que le pudiese llegar a decir?

-¡Que bonito el carrasqueño! -mencioné, para darme una galleta en medio de mi cachete por menuda idiotez.

Necesitaba dejar de hablar estupideces cuando estaba a su lado.

-Me gustan las cosas bonitas, pero me gustan más las miradas psicópatas, cerebros creativos, personalidades magnéticas... ¿Crees estar a la altura?

(+18) Encanto Superficial ✔️ [Kookmim] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora