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Al pasar los años, Fallon Whitlock había aprendido dos importantes cosas, que por más pesadas que pudieran ser para digerir, estaban totalmente acercadas. La primera sería que su familia siempre estaría para ella y aceptarían sus decisiones, sin importar a qué la llevaría. La segunda es que tú mismo decides quién es tu propia familia.
A pesar de saber esto en la actualidad, hubo alguna vez donde aquellas cosas jamás se cruzarían por su cabeza, pues era muy ingenua y crédula para alguna vez pensar en términos como esos.
