Prólogo

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>>POV (T/N)

Tamaki Amajiki es mi mejor amigo. Desde pequeños hemos convivido mucho, pues nuestras madres son mejores amigas también y muy probablemente en el futuro, los hijos de Tamaki y los míos repitan la historia y sean mejores amigos y así hasta el fin de las generaciones.

No estoy exagerando, es la verdad. En todos los recuerdos de mi infancia está presente mi pequeño Tamaki. Básicamente crecimos juntos, aprendimos a caminar juntos, aprendimos a hablar juntos e incluso juntos aprendimos a ir al baño. Nuestra infancia siempre fue así, teniéndonos el uno al otro desde el jardín de niños hasta la secundaria. Durante todos esos años, yo fui su única amiga ya que él tiene un gran defecto... ¡Es extremadamente tímido!

Honestamente creí que toda la vida sería así: Tamaki y yo, juntos por siempre y para siempre. Sin embargo el destino me escupió en la cara cuando salimos de la secundaria para ingresar a la preparatoria. Como la gran mayoría de los chicos que aspiran a convertirse en héroes profesionales, Tamaki y yo nos postulamos para asistir a la UA. Debido a que el don de mi amigo era perfecto para el combate, él tenía el lugar casi asegurado. En cambio mi don no era tan útil para pelear, así que decidí aplicar no sólo para el examen de admisión al curso de Héroes sino que también aplique para entrar a Cursos Generales (solo por si acaso). Y justo cuando creí haber sido bendecida con la gloria de quedarme en el tan soñando curso de héroes al igual que mi mejor amigo, la vida cruelmente me deparó otro camino, pasándose por el arco del triunfo mis sueños y esperanzas para enviarme derechito al Curso General de la prestigiosísima UA.

La separación me afectó más de lo que esperaba. No tanto por mi, yo estaba bien. Pero no podía dejar de pensar en Tamaki. Estaba sumamente angustiada por él, ya que un chico tan tímido y sensible como él puede ser presa fácil para cualquier abusador. Y obviamente yo no estaba dispuesta a dejar que algún monstruo le hiciera daño a mi Tamaki. También me preocupaba que Tamaki pudiera sentirse solo, la única persona que siempre fue su amiga era yo y conociéndolo sabía que se le haría muy difícil (por no decir imposible) hacerse de nuevos amigos.

Me lleve una increíble sorpresa cuando Tamaki me contó sobre sus nuevos amigos del curso de héroes: un tal Mirio Togata y una tal Nejire Hado. Tamaki siempre me hablaba de ellos con mucho cariño, incluso cada vez  que mencionaba sus nombres, su rostro generalmente oscurecido se iluminaba con una pequeña sonrisa haciéndolo resplandecer por completo. Muchas veces intentó presentármelos, pero yo me negué. Eran los primeros amigos que Tamaki hacía por cuenta propia, de modo que si yo me metía en aquel círculo solo me sentiría como una intrusa. Aunque en el fondo me sentía tranquila pues mi Tamaki por fin había encontrado nuevas personas y ellos lo trataban bien.

Pasó el primer año y rápidamente llegó el segundo. Debido a mis méritos me habían permitido cambiar de Cursos Generales al curso de Héroes, por fin mi sueño se estaba haciendo realidad, aunque no fue lo que esperaba, pues me había tocado la clase 2-B... No es que fuera una clase mala, al contrario, había personas increíbles y hábiles. Pero... Yo deseaba con todas mis fuerzas ser transferida a la clase 2-A, porque ahí estaba Tamaki. Durante ese año intente cambiarme de clase, pero siempre me lo negaron, pues el cupo de la 2-A estaba lleno. Pero el director me prometió que para tercer año podría cambiarme. Así que no me quedó de otra más que esperar pacientemente.

Así que hoy, por fin después de chorroscientos intentos, lo logré. Fui transferido a la clase 3-A del curso de héroes. Sin embargo nada en la vida es gratis, me impusieron la condición de guiar en el proceso de cambio de Cursos generales a cursos de héroes a un chico malhumorado que también sueña con ser héroe.

—Senpai... Senpai... ¿Me estás escuchando?— el chico de las ojeras chasqueo los dedos para despertarme de el trance en el que me encontraba. Me había reunido con él en mi casa para hablar sobre los documentos que debía presentar para que le admitieran el cambio de curso, pero estaba tan cansada que mi mente se había ido volando.

—¿Ehh?—Intenté regresar a la realidad.

—T/N-senpai, por favor... Deja de distraerte, los documentos que debo entregar a la jefatura ¿qué orden deben llevar?—su voz me aterraba un poco, según el director ese chico tenía un don bastante peculiar que consistía en lavado de cerebro. Cualquier persona se habría cagado de miedo al saber que si respondías alguna de sus preguntas mientras él activará su don, quedarías a sus ordenes. Pero yo no, no tenía miedo. Pues mi canto de sirena era parecido y por eso me habían asignado a mí como su guía y compañera. Y en efecto, su don no era lo que me daba miedo, lo que me asustaba realmente era la frialdad en su voz. Se supone que los adolescentes son alegres y felices, ese chico parecía un total amargado.

—Hitoshi...—dije lentamente—No me llames T/N-senpai. Quiero ser tu amiga y tú guía. Así que solo llámame por mi nombre, ¿de acuerdo?

El chico me miró aún más inexpresivo.

—Ahhh... De acuerdo, T/N. Si eso es lo que quieres, entonces está bien. Pero te recuerdo que yo no vine aquí a hacer amigos.—dijo mientras metía los documentos en un folder.

—Si, si... Lo que digas, Hitoshi. Pero recuerda que la escuela no es sólo estudiar duro para convertirte en héroe, también hay que divertirse y hacer muchos amigos.—intente é sonreírle para animarlo y en cambio recibí una mirada de asco.—Ummm bueno... Tal vez no quieras amigos, pero al menos durante todo este primer año yo estaré contigo preparándote para que llegues con los conocimientos necesarios al curso de Héroes cuando inicies segundo. Entonces no te queda de otra más que ser mi amigo.

—Tsk...—se rascó la nuca—Eres molesta. ¿Si acepto me dejarás en paz?

—Mffhhhh.—fingí molestarme, pero en el fondo estaba feliz. Ya que... Me había concentrado tanto en seguir a Tamaki que en mi tiempo estudiando en la UA no había hecho amigos, de modo que técnicamente Hitoshi sería mi primer amigo en la UA.—De acuerdo, gatito.

—¡No me llames así, tonta!—era lindo verlo molesto.

—Por cierto, mira la hora... Es tarde y mañana comienzan las clases. Por favor vuelve a casa pronto y te explicaré mañana que es exactamente lo que te pedirán de papeleo.—le dije.

—De acuerdo. Entonces me voy.—se levanto del sofá y tomó sus cosas. Yo también me levante y lo acompañé a la salida. Después me despedí de él con la mano mientras él se alejaba correspondiendo a mi despedida.

Decidí entonces ir a dormir. El día siguiente iba a ser muy ocupado. Por fin, después de mucho, volvería a estar muy cerca de Tamaki.

Ɱօɾҽ էհąղ  ƒɾìҽղժʂ ⇒ Mirio x T/N x TamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora