(1) Misterio de Año nuevo

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Narra Mauricio

Al abrir mis ojos me encontré con una habitación oscura en la que solo entraba un poco de luz por las orillas de una cortina pesada en una ventana y con un dolor de cabeza, bebí demasiado anoche. Me moví sobre la cama dándome cuenta de que no estaba solo y que estaba en una habitación totalmente desconocida. No podía recordar nada de lo paso ayer, solo que estaba bebiendo y festejando año nuevo con mis amigos. Observé al chico a mi lado... ¡santo cielo! Me acerque más al rostro del chico para poder verlo bien y saber si estaba en lo correcto. Y así era, Andrés era quien estaba a mi lado, ese chico que había conocido en navidad y que se había unido a nuestra celebración de año nuevo.

Observe mi cuerpo y vi que aun tenía toda mi ropa, ¿Cómo era que había terminado durmiendo en una cama de lo que parecía un hotel con Andrés? ¿Cómo era que él ahora estaba dormido tan tranquilamente a mi lado? Suspiré al pensar que había tenido toda la noche para estar con ese chico sexy y solo dormimos; ¿Qué chico gay se resistiría a estar con alguien como Andrés? Él es tan condenadamente sexy, tan atractivo y la forma en la que sonríe y habla es tan...

Pero no estoy seguro si fui yo quien rechazo una propuesta de tener sexo con él, ¿acaso hubo tal propuesta? No puedo recordar nada, solo puedo pensar en mi dolor de cabeza, ah, tengo tantos recuerdos borrosos todavía. ¿Qué es exactamente lo que pasó?

Me levanté y tomé mi celular, vi las notificaciones aun sin desbloquearlo, tenia 33 mensajes de texto y... ¡doce llamadas perdidas de mi mamá!, ahora si me va a matar. Ya quiero escuchar su sermón de: "ya tienes 19 años pero mientras vivas en esta casa cumplirás mis reglas", se supone que debería haber llegado por la madrugada cerca de las 2, tal vez un poco antes. Exhalé, ya no puedo hacer nada. Fui al baño aún con el celular en la mano, mientras estaba ahí leí los mensajes de texto:

Liliana, mi mejor amiga, me preguntaba en donde estaba y si ya había llegado a mi casa, para después insultarme por no contestarle y luego preguntarme alegremente si me había ido con Andrés

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Liliana, mi mejor amiga, me preguntaba en donde estaba y si ya había llegado a mi casa, para después insultarme por no contestarle y luego preguntarme alegremente si me había ido con Andrés. A veces no entendía sus cambios de humor, pero ya estaba acostumbrado, se me haría más raro que no tuviera esos cambios de humor. Los mensajes de Beto, mi primo y mi mejor amigo, decían que le había dicho a mi mamá que me quedé a dormir en casa de uno de nuestros amigos y que era bueno que todavía no supiera que era gay porque si no estaría más preocupada, le di la razón.

Termine de leerlos, luego de salí del baño y me quede observado a Andrés mientras dormía, me parecía que aún dormido se podía ver sexy, ¿Cómo es posible eso? no lo sabía, pero era justo lo que estaba viendo. Me pregunto cómo puede ser que no haya tenido sexo en toda la noche teniendo a alguien tan atractivo tan cerca. Me senté en un sillón que estaba al lado de la cama y seguí leyendo los mensajes del grupo:

 Me senté en un sillón que estaba al lado de la cama y seguí leyendo los mensajes del grupo:

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Andrés & MauricioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora