Una semana había transcurrido desde el día en que Taehyung te lastimó física y emocionalmente, seguías viviendo con él con la diferencia de que no le dirigías la palabra ni dormías a su lado.
— ¿Deseas un poco de refresco? —cuestionó Yeji, una de tus amigas más cercanas.
— Un poco, gracias — le sonreíste.
Ella te sirvió en un vaso y luego te lo entregó.
— ¿Cómo van las cosas? — ladeó la cabeza — Ya sabes, con Taehyung.
Suspiraste y tomaste un trago del refresco.
— Es incómodo, trato de estar fuera de casa lo más posible para no tener que toparme con él y llegar a una situación complicada.
— T/n seré sincera contigo — sujetó una de tus manos — Afronta las cosas y habla con él, debes tomar una decisión.
— Lo sé, es sólo que estoy confundida...
— Déjate de cosas y deja todo claro, no puedes seguir así, ambos se hacen daño — frunció el ceño.
Cuándo Yeji te hablaba de esa manera sabías que realmente le preocupabas, y era obvio que solamente tratabas de evadir el tema con Taehyung.
— Tienes razón, hablaré con él — tomaste lo restante del vaso — Gracias Yeji.
— No hay de qué — sonrió.
Luego de unas horas en las que conversabas con tú amiga sobre temas diversos llegó la hora de que fueras a casa, te despediste y te retiraste.
En el trayecto compraste unas galletas ya que en casa se te habían terminado y eran tus favoritas, y sí, Taehyung era él que te regalaba de esas y por esa razón se volvieron las que más te gustaban.
Siguiendo tú camino pensabas en como iniciar la plática con él, estabas nerviosa y un tanto inquieta, lo que más te preocupaba era si tú decisión le afectaría mucho o cómo sería su reacción ante esta.
Al llegar abriste, dejaste tus zapatos a un lado y cerraste la puerta atrás de ti, no observaste a Taehyung por ningún lado por lo que deduciste que aún no salía de la empresa, le harías espera para por fin hablar las cosas con seriedad.
Terminaste tus galletas y fuiste a la cocina para tomar un vaso con agua botando la envoltura de las galletas en el cesto de basura, alcanzaste a escuchar el sonido de la puerta abriéndose y pasos sobre la escalera que daba a la segunda planta de la casa, Tae había llegado.
— Ya es hora — hablaste para ti.
Caminaste a la sala y sentiste un aroma, era el perfume que usaba él, Subiste para buscarlo. Él se encontraba sentado el la orilla de cama de espaldas a ti, estaba cambiandose de zapatos.
— ¿Taehyung? — entraste a la habitación dónde él dormía ya que de allí provenían ruidos de alguien moviendo cosas.
— T/n... — sonrió mostrando sus dientes.
Caminó hacia ti y te acogió en un gran abrazo de igual forma lo rodeaste con tus brazos, lo amabas en realidad y él a ti no obstante su acción aquella vez te seguía lastimado.
— Es la primera vez que me hablas desde hace mucho — expresó emocionado — Extrañaba tu voz...
— Tae debemos hablar — te separaste de él con lentitud.
— Tienes razón — suspiró cabiz bajo.
Estabas bastante nerviosa.
— Con respecto a lo sucedido aquella vez, ya he tomado una decisión — lo observaste — No puedo seguir a tú lado de esta manera, te perdono por haberme lastimado pero no me permitiré estar con alguien que una vez se atrevió a golpearme.
Poco a poco sus ojos se cristalizaron y sus manos las hacía puño.
— No sabes cuánto lamento lo que te hice — su tono era de culpabilidad — Jamás me lo perdonaré ¿cómo pude pensar que tú volverás conmigo si actué como un completo idiota?
Te dolía verle de esa forma, su labio inferior temblaba.
— Taehyung, te amo demasiado y no quisiera terminar así pero nadie me asegura que no volverás a tratarme de esa manera de nuevo — te acercaste y sujetaste su rostro entre tus manos — Esto no significa que no hablaremos nunca más, me importas y sólo deseo que tengas éxito con tú carrera, yo estaré bien y espero que tú igual — tus ojos picaban por las lágrimas que querían salir.
Tae colocó sus manos sobre las tuyas aún en sus mejillas, ladeó su cabeza y besó con suavidad una de ellas.
— Acepto tú decisión T/n, no te merezco — sollozó — Eres maravillosa y créeme que te extrañaré como nunca, pero no tengo potestad para detenerte, es lo mejor.
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— Volveré con una amiga para que me ayude a llevar mis cosas — sonreíste con tristeza — Adiós Taehyung.
— Adiós... — asintió mientras una lágrima rodaba por su mejilla.
Te diste la vuelta y saliste de la habitación, sentías una opresión en el pecho no obstante ambos debían seguir con sus vidas aunque ahora sería por separado.
¡Holi!♡ No sé pero quería hacer algo sad :") Gracias por leer, seguirme y votar.
