Un tarro en sus habitaciones

Capítulo 4

La hora del descanso había llegado, muchos de los alumnos de la clase de héroes de 1A salían con un suspiro pesado, habían tenido anteriormente varias horas de clase de teoría, incluso con All Might que normalmente los sacaba a entrenar, y acabaron con dos horas de Aizawa hablando de la importancia de la elasticidad en los trajes de héroes.

Los ultimos en salir eran Todoroki, Bakugo y Midoriya, incluso Aizawa había salido ya del salón.

El de cabello verde y pecas en las mejillas se había parado frente al de cabello y ojos de dos colores, impidiendo su paso, con una sonrisa un tanto nerviosa y una de sus manos radicaba su nuca. Le había pedido al Todoroki más joven quedarse, pues necesitaba hablar con él un momento. Bakugo al principio se había quedado al lado del bicolor, este le pidió que lo esperara fuera del aula y aceptó a regañadientes e insultando al descendiente de All Might en voz baja y en diferentes idiomas.

-¿De qué querías hablar conmigo, Midoriya?- la voz del bicolor sonaba tranquila, como siempre lo hacía desde que comenzó a tener sus primeros amigos. La expreción en  la cara del peliverde cambio en cuanto el rubio ceniza salió del salón de clase, ahora miraba de forma sería al de ojos heterocromaticos.

-Todoroki...- un suspiro pesado salió de entre sus labios, mientras cerraba sus ojos para después volver a abrirlos y mirar fijamente a los ojos dispares. -Hemos sido amigos desde hace meses, incluso creo que fui tu primer amigo.-

La cabeza del más alto se movió ligeramente de arriba a abajo, era verdad que Midoriya fue el primer amigo que tuvo en toda su corta vida, lo consideraba su mejor amigo. Pero no comprendía a donde quería llegar el de pelo verde.

-Me he esforzado, aunque no parezca.- Una de las manos del pecoso se dirigió a su propio pecho, señalandose. -No fue fácil al principio, tú parecias estar envuelto en problemas absurdos y no dejabas que nadie entrara en tu jaula invisible.-

El seño de Todoroki se frunció ligeramente. ¿Midoriya había llamado absurdos a sus problemas? Tal vez, juntarse tanto con Bakugo le había afectado un poco, queriendo gritarle al pecoso en cuanto se sintió ofendido, pero recordó que lo mejor es terminar de escuchar primero antes de actuar. Además, el peliverde parecía no detenerse ni para respirar.

-Y se me hace injusto que alguien que ni si quiera es tu amigo tenga el privilegio de saber todos tus secretos, y no Yo, que llegue primero. Bakugo ni si quiera te trata bien, no es confiable, te lo digo por experiencia, he tratado con él desde que soy pequeño. Decirle cosas a él es un error, podría usarlo para chantajearte después, es como un villano y..-

Todoroki ni si quiera lo dejó seguir, su mano se posó sobre la boca del mas bajo, haciendo que este dejara de hablar de golpe por la sorpresa, notando al fin el ceño fruncido que devoraba el rostro normalmente tranquilo del bicolor.

-Midoriya, no permitiré que hables así de Bakugo. No puedes simplemente insultarlo sólo porque sabe algo de mi que tú no. Bakugo no es como tú dices, y tampoco es el único que sabe con quien me casaré.- Si, Todoroki ya sabía que era lo que quería todo ese grupo, Bakugo se lo dijo en cuanto regresó con él al asiento antes de comenzar las clases. -Si tú, o Uraraka e Iida no saben, es porque nunca me escuchan. Así que te prohibo hablar mal de Bakugo.-

El hetero cromático ya había quitado su mano del rostro del ojiverde, este no podía salir de su estado de shock. En cuanto Todoroki dejó de hablar, la puerta del aula fue abierta de golpe, dejando ver al rubio ceniza con una sonrisa, obviamente escuchó todo.

-Shoto, ¿Nos vamos?- El bicolor asintio para después rodear a Midoriya, que ahora tenía su rostro desfigurado por la  expresión exagerada que tenía.

Bakugo llamó a Todoroki por su nombre.