Había una vez un pequeño niño llamado Benjamín.
Le gustaba jugar con su primito 3 años mayor que él.
Su primo ya podía hablar, correr y saltar. Y Benji quería hacer todo lo que el hace.
Un día estaban sobre la cama de su abuelita y su primo empezó a saltar.
Benjamín no entendía bien que era esa acción, puesto que para el era imposible imitarlo, ni siquiera podía mantearse de pie y caminar sobre las montañas de colchas.
Dispuesto a lograr su objetivo de poder estar de pie en la cama, comenzó a apoyarse en la pared, y así mantearse de pie. Lamentablemente cada vez que su primito saltaba, se producía un movimiento en toda la cama, por lo cual el terminaba cayendo sentado sobre las sabanas.
Frustrado y enojada empezaba a llorar.
Su maní se acercaba a él y lo abrazaba, para que no se sintierá triste.
Poco a poco fue practicando. Primero intentar pararse y luego dar unos pasos sobre el colchón. Cuando por fin lo consiguió se sentía listo para jugar en las montañas.
Fue a ver a su primito y lo llevo directo hacia la cama de su abuelita, donde pudieron estar ambos de pie, dar pequeñas vueltas, caer y levantarse.
Benjamín aprendió que aún que no este listo para todo, no se quedará sentado llorando, lo va seguir intentar hasta lograrlo.
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Cuentos para Benji
FantasíaAunque estés encerrado en casa, puedes dejar volar tu imaginación y viajar a lugares increíbles.