Ordinaria (Editado)

𝓔𝓼𝓹𝓲𝓻𝓲𝓽𝓾 #5

||: Time Skip.

[]: Recuerdos.

—: Diálogos.

♠♠: Cambio de lugar.

/: Hablar al mismo tiempo.

♪♫♪♫♪♫

El acontecimiento anterior le trajo un dolor a horrores de cabeza. Dolía como el infierno. Su cuerpo comenzaba a arder y a la fuerza tuvo que ayudarse a darse soporte con las manos. Ya no podía más. 

—¡¡¡AAAHHHH!!!—grito con todas sus fuerzas, su cuerpo estaba pegajoso del sudor y sus pupilas se encontraban contraídas del terror experimentado.
Todas las emociones en conjunto que se desbordaron hicieron que se desmayará. 

Presente→→

Ahora estaba presente en la escandalosa fiesta que hicieron, no tenía la menor idea del porqué, pero estar aquí un sentimiento de calidez me embriagaba. Nunca tuve alguna familia que me cuidará o velará por mí cuidado cuando me hallará lejos de casa y era doloroso. He conocido gente nueva, como: Erza Scarlet, Gray Fullbuster, Natsu Dragoneel, Gajeel Redfox y Mirajane Strauss, esta tiene otros dos hermanos: Lissana y Elfman. Creo que uno de los mencionados me ve con odio, según mis recuerdos, yo ni siquiera he realizado algo malo para que tuviera esa actitud. 

Cada persona del lugar me describía que ya los conocía y era parte de su gremio, eso es raro, pero teniendo en cuenta que perdí la memoria, de momento les creería cada palabra que escupiera su boca. De repente, otro fuerte dolor de cabeza me azotó y caí de rodillas, lágrimas se esparcían por mis mejillas.  Solo quería que parase. 

Otro recuerdo invade mi mente. 

[Estaba acorralada en un callejón, la pared me estorbaba para encontrar alguna salida, miraba por todos lados desesperada, entonces una navaja fue puesta en mi cuello. Me temblaba todo y las manos me sudaban. 

—¿Dónde se encuentra la chica, ******? —cuestiona el joven, al negar conocerla, terminó noqueada. No supe nada más, ya que todo se volvió oscuridad y miedo.

Tenía que salir, de seguro solo era una pesadilla o una cruel broma por parte de alguien, pero no era para nada graciosa. Desperté desorientada, mi ubicación bajo tierra era extraordinaria, cada detalle fue planeado meticulosamente. Nadie lograría escapar, aunque tuviera un plan.]

Como el día anterior, me encuentro en el centro de la enfermería acostada en la cama. Rastros secos de los pequeños diamantes brillantes que cruzaron hasta llegar a mis mejillas, adornaban mi cara haciéndola más resplandeciente por los rayos del sol que entraban por la ventana. Las mismas personas me rodearon, se sentía incómodo el ambiente. 

Quiero irme, no quiero seguir aquí. 

—*****, ¿te duele algo?, ¿algún síntoma que tengas?, ¿qué lograste ver? —la hermana mayor de los Strauss le preguntaba desesperada y lo peor del asunto, la siguen llamando por un nombre desconocido, ella no es esa persona. A lo mejor la perdieron y no pueden evitar decirle de esa forma. 

—Si, estoy bien. Solo me duele un poco la cabeza y sobre la última pregunta, no recuerdo—termino de limpiarme con la manga del suéter mi cara y me limito a evitar sus brillantes ojos como cielo. Todo tan miserable y una carga para los demás, yo puedo cuidarme sola. Para empezar, miedo hacía ellos, un sentimiento agobiante y para acabar un vacío la rodeaba. 

Una chica de pelo café se acercaba a pasos lentos hacia la enfermería. Si misión: saber si alguno de esos recuerdos era sobre su amiga. Al entrar, noto como la gente la miraba de una manera extraña: entre odio y enojo. Se paró frente a ella y la observó.

—Me gustaría saber algo, ¿te acuerdas de una chica llamada Lucy? —cuestiono de la mejor manera la pelicafé, pero no se pudo evitar que la gente empezará con sus comentarios ofensivos, así que se resignó y dio la vuelta saliendo de la habitación hecha de madera, no logro su cometido. 

La pequeña chica de cabello azulado se decepciono, creyó que a lo mejor encontraría una amiga en la señorita, se levantó de la cama y salió rumbo a la plaza o centro de Magnolia. Necesitaba del aire fresco y estar en contacto con la naturaleza, así como platicar con diferentes personas. 

Quizá consiga una amiga.  

♠♠♠♠♠

—Necesito algunas cosas— 

Las personas presentes se miraron confundidos. Casi nunca los llamaba a todos juntos para traer simples cosas como ropa, capas, que le hicieran algún peinado, etc. Aunque normalmente pedía prendas para reemplazarlas con las que terminaban rotas. 

—Debe ser importante para que nos llamarás a ''todos''— respondió el signo del león rodeándolos con su mano resaltando la palabra —Es mejor solo nosotros dos, ¿no lo cree princesa? — 

Se inclino como todo un caballero y beso el dorso de su mano, Lucy fastidiada se volteó a otra dirección, para ser más preciso, estaba viendo el hermoso jardín de una casa. La vista era perfecta, es raro decirlo, pero ella se siente libre y sin ninguna atadura. 

El plan pensado con anterioridad apenas empezaba y sería espléndido. 

—¡Basta de tonterías! —Ruge y toma una copa de vino de la mesita de noche—Cáncer...—Llama y agarra una silla de madera cerca de ella. 

—Si, ebi—

—¿Podrías teñirme el cabello de color negro? — 

—Claro-ebi— 

En mano con las tijeras, estas se movían con agilidad y probaba diferentes estilos en los cabellos suaves y ahora negros como la noche y reluciente como miles de estrellas, toda una galaxia impregnada. Hecho esto nadie la encontraría, aunque piensa que nadie se atrevería. Mientras esto se realizaba, la señorita pidió un cambio de ropa más hogareño y menos descubierto de unas cuántas partes como: el busto y trasero. Necesitaba cambiar por completo. 

La doncella y la dama Aries se encargaban de tirar la ropa antigua y colocar la nueva en el armario, el cangrejo seguía buscando diseños y Loke se encargaba de supervisar cada actividad que se hiciese y no estuviera mal hecha. 

Finalmente, después de unas largas y exhaustivas horas lograron acabar, Heartfilia lucía hermosa y como toda una ama de casa. Llevaba un suéter café y un short corto deportivo azul, su peinado eran unas trenzas bajas con pequeños listones azules. Podían jurar que ningún amigo cercano a ella la imaginaria de esa manera y menos con una cabellera perdida en la oscuridad.

La señorita daba unas cuantas vueltas frente a su espejo, joder, ese estilo le quedaba a la perfección, realmente eran buenas escogiendo. 

—Hime-sama, ¿le gustó la vestimenta? —pregunto un tanto nerviosa, más por saber cómo ahora reaccionaría hacía ella. 

—Sí, absolutamente— 

Al final, la pelinegra se despidió de sus amigos. Ya era un poco tarde y mañana necesitaba estar al cien para buscar las cosas que faltaban y como olvidarlo: encontrar alguna editorial que la apoye en su libro más reciente. Nuevas aventuras empiezan, ahora. 

Dejaría su pasado atrás, elegiría mejor a su amigos y compañeros, su cambio sería sorprendente.

Y talvez...tomaría venganza.

Fase 1: Completada.



Editado. (2024).