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REITERO:
La historia empieza justo cuando Merlín va por más leña y Blancanieves NO se pone los zapatos.

Capítulo 1: "El duque"

Entonces, ¿Eso era? ¿Por eso la abandonó?
Al parecer la imagen que los zapatos le daban era lo único que le importaba.

Con el corazón en la mano, Blancanieves se levantó y cogió los zapatos, ¿debería ponérselos otra vez? ¿Sólo por él?

No, no era así, Merlín y su rechazo no eran el único problema.

Tenía que encontrar a su padre, y sin la ayuda de alguien más no podría hacerlo, ya comprobó lo insensibles y crueles que pueden ser los pobladores y soldados. ¿Qué podría hacer sin la ayuda que le daban los zapatos?
Debía ponérselos.

Pero, ¿acaso estaba bien depender tanto de los zapatos?
¿No era nada sin ellos?
Claro que sí, ella era Blancanieves Bamberger, única hija del rey Blanco y la reina Eira, heredera del reino por el que estaba dispuesta a luchar.

-¿Te los pondrás otra vez?- Esa era la voz de Merlín, y precisamente apareció detrás de un árbol con los brazos cruzados en el pecho.

-¿Merlín?- su asombro no podía ser más, se creía abandonada

-¿Quién más sería?-con pasos lentos se acercó a ella, una extraña sonrisa estaba en sus labios.

Sonrisa que desapareció y fue reemplazada por una mueca de asco cuando uno de los ositos de madera que venía corriendo tropezó y unas hojas volaron sobre su verde piel.
Una expresión de asco y desprecio hacia el pequeño oso, que notó y la cambió a una sonrisa al instante.

-Dame los zapatos, los guardaré en un lugar seguro y te ayudaré a encontrar a tu padre- aseguró acercándose.

-¿En serio me ayudarás?- le preguntó nerviosa, él tomó sus manos y en su susurro dulce le respondió:

-Te lo prometo, tesoro.

¿Tesoro?

"Tesorito"

¡No podía ser! Sólo una persona le decía así.

La primavera se extendía en el reino y esa tarde, Blancanieves leía un libro en el que fue el pasillo favorito de su madre, aliviando aunque sea un poco el estrés que tenía dentro. Pasó su mañana con los asesores detrás de ella, exigiéndole participar en la temporada de cortejo, le advirtieron que si no estaba casada nunca podría reinar.

Su paz fue interrumpida por un toque suave en la puerta, su padre ingresó con una bella mujer pelirroja detrás de él.

-Hija mía, la conociste en tu cumpleaños pero quiero presentartela apropiadamente- dijo el rey acercándose a ella y sentándose, con la mujer pelirroja siguiéndolo.
-Ella es Regina. Blancanieves, hija mía, sabes que te adoro y siempre serás mi prioridad número uno- le dijo tomando sus manos ligeramente nervioso, esperaba que su hija aceptara su decisión- Pero estuve mucho tiempo solo y me parece haber encontrado el amor de nuevo, me casaré con ella en unos meses.

Mi Reino (Merlín x Blancanieves)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora