Capítulo 9 "olvidar todo por un momento"

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Silvia:

Esta semana la pase muy mal, para empezar nunca debí hablar ya que ese hombre es un ogro. Me insulto un sinfín de veces, mientras ya no sabía si arrepentirme y salir corriendo. Orille a mi hija en todo esto, ella finge ser hija de Sara y ahora yo no puedo acercarme a ella más que por una hora. Volví al trabajo para “hacer mi vida normal”, no está resultando ya que me siento más alejada de mi hija. Nuevamente.

Martina- mamá será mejor que ya no venga aquí… Mi papá tenía razón. No estoy segura contigo, no estás apta para cuidar de mí.

Fue lo último que me dijo. Me rompió el corazón como jamás nadie lo había hecho. Yo no sabía el porqué estaba muy unida a Sara hasta que las escuche hablando por teléfono y decir que tenían que seguir fingiendo hasta que sea necesario. Ahora resulta que tiene una abuela nueva y una madre nueva mientras que a mí no me quiere siquiera ver.

Nuevo día en el trabajo, hoy es viernes por lo tanto todo el cansancio acumulado de la semana se siente aun mas, falta al menos una hora para finalizar mi día. Camino hasta la oficina de Carlos y le doy los papeles que tiene que leer para luego firmarlos, en lugar de tomarse su tiempo para leer él los firma sin mirar.

Silvia- ¿ósea que yo me pase tres horas haciendo esas malditas estadísticas para nada?

Mi voz suena brusca, el frunce las cejas. Carlos y yo no volvimos a besarnos, mucho menos a hablar de nuestra relación.

Carlos- ¿de qué hablas?

Silvia- que al menos te tomes el tiempo de leer lo que hago.

Carlos- yo confío en ti, no hay necesidad de…

Silvia- maldita sea lee los papeles antes de firmar.

Carlos se levanta de su silla y luego camina hacia mí. Su cuerpo está muy cerca del mío y me pone muy nerviosa.

Carlos- se que estas muy estresada… Descuida que los leeré y si encuentro un error te lo diré. Ahora vete a descasar.

Silvia- mi horario aun no termino y no quiero verme como la favorita del jefe.

Carlos- lo eres… ¿Qué más da?

Silvia- esperare a que mi horario finalice y luego me iré.

Carlos- muy bien.  ¿Me dejas hacer algo por ti?

Silvia- depende de lo que sea.

Carlos me toma de las manos y hace que me siente en la silla. Luego sus manos acomodan mi cabello hacia adelante para dejar mi espalda libre para el masaje. Baja un poco mi blusa solo descubriendo los hombros, siento sus labios en mi hombro derecho y sonrío.

Carlos- tenía que hacerlo… Disculpa.

No respondo, sus manos empiezan a hacerme un delicioso masaje que no hace más que darme sueño. Después de unos largos minutos, Carlos besa mis hombros y mi cuello.

¡Por Dios! Me entregaría a él ahora mismo y sobre la mesa del escritorio.

Sube con besos hasta mis labios girando la silla para estar un poco más cómodos. Continuo su beso con mucha intensidad porque no me había dado cuenta de lo bien que me hace tenerlo cerca. Entre besos me pregunta:

Carlos- ¿me invitas a comer a tu casa?

Silvia- mejor no… Quiero estar sola.

Digo alejándome de él. El hace que me ponga de pie para luego sentarse en la silla donde yo estaba y sin que me lo pida me siento en sus piernas. Carlos acaricia mi cabello y lo pone hacia atrás para poder besar mi cuello, mientras lo hace los  botones de mi blusa se abren haciendo que mi sujetador se vea. En ese mismo instante la puerta de la oficina se abre. Me levanto rápidamente tapándome, no veo quien es la persona que nos vio.

Carlos- Si déjalos, yo los leo y luego los firmo.

Volteo y veo a una muy sorprendida Flor que  con solo su mirada me regaña. Me quita la mirada solo para hablar con Carlos.

Flor- señor, disculpe que haya entrado así pero tengo que irme a retirar a mi hijo ya que su padre no fue por él.

Carlos- ve tranquila que los papeles se lo doy a Silvia.

Flor- claro. Adiós.

Nuevamente me mira regañándome internamente, bajo la mirada y sonrío porque sé que va a medio matarme por no decirle lo que pasa entre mi jefe y yo. Flor sale mientras corro detrás de ella. No me dice nada, solo agarra sus cosas y camina hacia la salida.

Silvia- ya… Golpéame si quieres.

Flor- no hare eso Silvia… Hablaremos en otro momento.

Silvia- ¿Silvia?... ¿es en serio?

Flor-Adiós…  En cualquier momento me aparezco en tu casa así que aguas…

Sonrió mientras la veo correr hasta el estacionamiento, solo me dice Silvia cuando esta enojada. Vuelvo a mi trabajo y cuando por fin termina mi horario manejo directamente a mi edificio felicitándome por comprar todo lo necesario para ya no salir en todo el fin de semana.

Al llegar entro directo a mi habitación y me desvisto para luego darme una ducha larga y con agua tibia ya que me ayuda a relajar. Tardo varios minutos mientras me descargo llorando dejando mi dolor en la ducha, aunque sé que  no sirve de mucho. Esta vez no me puse música así que escucho el golpe en la puerta. Recuerdo decir que solo dejen pasar a Flor, así que como olvido mi bata solo me envuelvo en una toalla.

Silvia-¡voy!

Grito acercándome a la puerta, no espera a que habla del todo solo entra y la cierra. Veo a Carlos abrir sus ojos muy sorprendido.

Silvia- ¿Cómo hiciste?

Carlos- digamos que tengo mis trucos.

Silvia- creí decirte que quería estar sola.

Carlos- te conozco y no necesitas estar sola. Solo te lastimas, así que vine por pedido de Martina que me dijo algo como… “me choca que mamá este deprimida en su depa, mejor ve y hazla feliz… ah, a lo mejor pueden darse esos besos asquerosos que les gusta.. iuu”

Silvia- ¿en serio?

Carlos- ¿me crees capaz de mentir con algo así?

Silvia- pasaron muchos años.

Digo divertida mientras él se acerca a hacerme cosquillas, yo rio tratando de escapar pero en lugar de eso la toalla cae al piso mientras los grandes ojos claros de Carlos están fijos en mi.

Silvia- ¿te gusta lo que ves?... Voltea pervertido.

Escucho su risa mientras me da la espalda. Luego decido provocarlo un poco ya que con lo que me dijo de mi hija ya me puso de muy buen humor.

Silvia- que bueno que me depile.

Carlos- Silvia, no vi nada.

Silvia- aay si aja.

Carlos- bueno pues, no me habría importado. Te ves hermosas de todas las formas posibles.

Silvia- solo era una excusa ¿verdad?

Carlos- claro que no.

Su voz es nerviosa.  Cuando está nervioso suda la frente y se rasca la barba. Me acerco a el abrazándolo desde atrás, el se queda inmóvil y rio ante su actitud.

Silvia- Café pareces un adolescente. Voltea.

Carlos duda pero lo hace. Abro mis brazos y alejo la toalla dejando que vea mi cuerpo desnudo.

Silvia- ¿crees que esto deje una cicatriz?... Fue un accidente en la cocina.

Digo mientras me acerco a él, tengo un pequeño corte en el abdomen bajo. El me observa y sigue inmóvil. Sonrío sin poder creer que este así.

Silvia- acércate y observa.

Carlos- no juegues con fuego Silvia… Mejor me voy y nos vemos luego.

Silvia- bien.

Me cubro nuevamente con la toalla y le doy la espalda. De pronto el me abraza desde atrás y besa mi cuello. Volteo y nos besamos con pasión mientras le quito el saco y la corbata. Seguidamente me deshago de su camisa y acaricio ese cuerpo marcado que tiene y lo acerco más a mí.

Silvia- no te vayas… Hazme el amor Carlos.

Me Haces FaltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora