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LOS DOS INMORTALES Y LA BRUJA SE SENTARON EN LA EL COMEDOR DE LA CASA DE LA FAMILIA BLACK, haciendo planes sobre qué hacer con Dumbledore. No podían dejar que se saliera con la suya con todo lo que ha hecho.
Estelle recordó que quería preguntarle a Mortimer por qué el nombre de Hermione no estaba en la hoja de papel que le decía a todos los que la traicionaron. —¿Mortimer?—ella pregunta efectivamente captando su atención y la de Walburga, —¿Por qué el nombre de Hermione no estaba en las personas a las que debería ser leal?
Al escuchar esto, Walburga también pareció interesada. Mortimer y Estelle le habían explicado todo cuando se calmó. Mortimer suspiró y las miró con cansancio, no iba a salir de esta, —Es porque no te traicionó hasta tu cuarto año; en ese momento, estaba firmemente debajo del pulgar de Dumbledore. Estaba atada a él, por el chico Weasley, Ronald.
Estelle se sentó allí estupefacta, Hermione no la traicionó, al menos no todavía. Pero aún así, eso no la hizo sentir mejor; la traicionó después de años de amistad, ¿era tan mala amiga? Estelle esperaba que no lo sea. —Entonces, quieres decirme que después de tres - casi cuatro años de amistad, ¿simplemente lo tiró todo a la basura?—, exclamó enojada.
Mortimer colgó el suyo y asintió lentamente, y Walburga tenía la misma mirada que Estelle; ira. Tirar una amistad solo por la fama y el dinero es repugnante. Para los sangre pura, las amistades se toman muy en serio; porque con la amistad vienen las alianzas y las alianzas significan poder. Tus enemigos son tus aliados enemigo, y cuantos más enemigos tengan, más rápido se estrellarán y arderán.
Estelle resopló, —Qué patética excusa de amiga, al menos esta vez yo...—se detuvo y de repente apareció una sonrisa diabólica en su rostro, haciendo que los otros dos desconfiaran, esa sonrisa condujo a algo brillante o algo horrible, —Ella podría ser útil en realidad— explicó con miradas confusas, —Tener una serpiente en la guarida del león, ella podría ser mi pequeña espía. Y haré que nunca piense en traicionarme. No terminaría bien, al menos no para ella.
Walburga y Mortimer dejaron escapar suspiros cansados. A este paso, Walburga pensó que pronto tendría canas.
—Aunque me envejeces el doble de rápido de lo que debería, tienes razón Essie. Eso podría funcionar a nuestro favor—dijo Mortimer dando golpecitos con los dedos sobre la mesa. —Asegúrate de tener también otros pequeños espías en otras casas. Dudo que entres en Hufflepuff, así que empieza con ellos. Y hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que Estás entrando en Ravenclaw o Slytherin—. Se inclinó hacia ella y susurró, —Ve por Slytherin para variar.
Estelle tenía una mirada ofendida en su rostro, mientras que Walburga parecía confundida.
—No me importa en qué casa entres, pero Slytherin estaría bien.—Dijo Walburga, agregando sus pensamientos.
