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Viernes.

Finalmente viernes.

Días tan ansiados para la profesora Lauren Miller, ya que después de una larga y pesada semana, cargada de trabajo, por fin llegaba el momento de descansar y despejar la mente hablando de cualquier tema que no fueran notas, alumnos, planeaciones, puntuaciones, exámenes, etc.

Y sobre todo, disfrutar enteramente del fin de semana con su preciada familia.

Lauren es maestra de español y matemáticas en una institución bastante prestigiosa en Miami, Florida.
Es lo que siempre quiso, lo que siempre soñó ser. Docente.
La mujer de ojos verdes y cabello azabache ama su trabajo, aunque a veces sea cansador.
Es por eso que ansiaba, como todo el alumnado, que llegara el fin de semana para reunirse con sus amigas de toda la vida en un bar situado en la novena, esquina con la avenida Miami.

El Blue Martini, era su punto de reunión. Cada viernes se citaban puntuales en dicho lugar, a las 5 de la tarde, para disfrutar de su momento dónde no tenían que atender a sus respectivos hijos.

No era que se quejaran, pero a veces un respiro venía bien para las que son madres de familia.

Lauren es una feliz madre de dos pequeños, o como ella les llama "adorados tormentos"; Bosco de 12 años y Luciana de 9.
A quienes estaba esperando en el parking del instituto donde ella da clases, en el cual también sus hijos estudian, para llevarlos al club; Bosco entrenaba soccer y Luciana practicaba baile.

Las manecillas del reloj adornando su muñeca izquierda marcaban las tres de la tarde así que alcanzaría perfecto a llegar a casa, tomar una ducha y arreglarse para ir al bar con las chicas.

Su esposo, Mason Miller, como cada viernes, se encargaría de pasar a recoger a sus hijos una vez hayan finalizado sus respectivos cursos; para después dirigirse, los tres, a la casa de playa que tenían en Fisher Island, en el Condado de Miami-Dade (regalo de bodas por parte de los padres de la pelinegra).

Así era cada fin de semana, Lauren salía con sus amigas y después alcanzaba a su familia en Fisher Island para pasar un momento agradable juntos.
Finalmente el domingo se reunían con los Jauregui y los Miller en casa de éstos primeros para compartir entre familias.

El padre junto a la madre de la profesora Jauregui, o más bien Miller, fundaron, ya hace unos años atrás, su primer hotel que con el paso del tiempo consiguió ser cinco estrellas; LCT inn. Eligieron aquel nombre ya que eran las iniciales de los nombres de sus amados hijos.
Lauren, Christopher y Taylor, sí, lo sé; ¡qué original!
Realmente no se partieron mucho la cabeza con el nombre de su primer hotel.
Pero los Jauregui estaban satisfechos.

Después de algunos años, tras el éxito, comenzaron a abrir varios hoteles más, comprando algunos que ya se encontraban en la quiebra para remodelarlos, agregándole su toque, levantándolos nuevamente y llevándolos a la cima convirtiéndose así en una de las cadenas hoteleras más importantes al rededor del país. MC Royal.

Mason, trabaja junto al señor Jauregui en la dirección de los hoteles.
Michael manejaba ciertas zonas y Mason otras.
Clara Jauregui hace tiempo se había retirado del negocio para dedicarse al hogar, no le sabía bien dejar a sus dos pequeños hijos a cargo de una niñera, sin contar que se encontraba nuevamente embarazada.

Una vez que Mason terminó la universidad, graduándose con honores, comenzó a trabajar con Michael.

Miller no siempre tuvo la posición económica que ahora tiene y no, no es gracias a Lauren, ni gracias a su suegro. Es merito propio, gracias a su propio esfuerzo es que está donde está ahora.

Dulce Pecado (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora