Subieron en silencio las escaleras que dirigían a la habitación de la morena.
Camila sujetaba suave, pero firme, la mano de Lauren sin soltarla, ésta lo agradecía internamente ya que sentía que se desmayaría en cualquier momento por lo rápido que latía su corazón.Una vez que llegaron a la recámara, la cubana le dijo a la ojiverde que se sintiera cómoda, que podía sentarse en la cama si así lo deseaba, ésta así lo hizo, obediente.
Sus manos descansaron sobre su regazo, nerviosas, jugando con sus dedos.-Ya vengo, no tardo.-Habló dirigiéndose al baño que había ahí mismo en la habitación, Lauren asintió y tras una sonrisa, Camila cerro la puerta perdiéndose en el interior.
Los ojos verdes se permitieron recorrer la habitación de la cubana después de haber soltado todo el aire que retenían sus pulmones sin siquiera saberlo.
En parte lo agradeció, porque también necesitaba un tiempo para ella misma. A solas.Sobre la cabecera de la cama tamaño Queen, decoraban la blanca pared tres cuadros de por lo menos 90x55cm. De lado izquierdo detalló un cuadro del mapa de Cojimar, Cuba, estilo minimalista, en blanco y negro. De lado derecho uno de la Ciudad de México y justo en el medio, un cuadro de una linda constelación; debajo de ésta tenía escrito el nombre de Camila, su fecha y lugar de nacimiento y al final unas coordenadas.
Un grande armario de puertas negras, con espejos, cubría toda una pared, al igual que una enorme puerta de cristal que daba a una elegante terraza, las largas y grandes cortinas oxford estaban abiertas, así que Lauren pudo ver el cielo iluminado por la luna y unas estrellas casi imperceptibles.De pronto se sintió más cohibida y pudorosa.
¡Alguien las podía ver!
Se puso de pie y se detuvo frente al cristal con la hermosa ciudad de Miami pintada, digna de un óleo.
Pudo ver algunos autos transitando debido a la hora, edificios de diferentes tamaños y a lo lejos el océano.
Se abrazó a sí misma y se perdió en la magnífica vista repitiéndose en su mente que Mason era un cínico y mentiroso, que no merecía sus lágrimas.
La había traicionado de la peor manera y ella no lo merecía.
Lauren se había enamorado intensamente y se había entregado a él por completo, había dado todo de sí en su relación y matrimonio, ¿y él? En la primera oportunidad le falló.Por un momento pensó que, si quería irse, ese sería el momento adecuado. Camila no estaba ahí para detenerla.
Por más miserable que fuera su esposo al serle infiel, no tenía por qué ella hacer lo mismo.
Al contrario, debería de demostrar que ella es mejor que él, que si su matrimonio se terminaba, no sería por ella y no quedaría en sus manos.
No tenía la necesidad de ensuciarse de aquel modo.
Pero el coraje que sentía, la decepción y las ganas de vengarse eran aún más fuertes que la razón.Su esposo ahora mismo estaba compartiendo mensajes con su amante, mientras ambos se tocaban diciéndose cosas obscenas y ella estaba ahí, con una mujer dispuesta a ayudarla a... ¿vengarse?
¿Por qué no hacer lo mismo que Miller? Ya estaba ahí, con una mujer que la deseaba.
Camila finalmente abrió la puerta del baño y salió de éste, tan sólo tardó un par de minutos, que para Lauren parecieron horas, aunque ni siquiera notó la presencia de la morena a sus espaldas, hasta que sintió esos carnosos labios pegados en su blanco cuello y los femeninos brazos rodeándola por la cintura.
Se sobresaltó haciendo reír a Camila sobre la piel de su cuello, sintiendo una leve vibración en todo su cuerpo.-Hueles increíble. ¿Te lo había dicho? - Preguntó sobre el lóbulo de su oreja el cual mordió después. Lauren simplemente negó con la cabeza en respuesta.
-El olor de una mujer es único. Es exquisito. - Con su nariz recorrió la zona deleitándose con la fragancia que llevaba la pelinegra.
-Ven, vamos a la cama. - Hizo que girara sobre sus tacones y se alejó extendiendo su mano esperando que la ojiverde la tomara. Ésta lo hizo con la respiración entrecortada haciendo notar lo nerviosa que estaba.
Camila sonrió levemente de lado al notarla de aquella manera, quería trasmitirle calma, pero no funcionó.
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Dulce Pecado (Camren)
Fanfiction"Esa mujer es el pecado en carne y hueso, un demonio vestido de ángel, esa manzana que cualquiera está dispuesto a comer aún sabiendo que está envenenada y morirás antes de terminarla."