La idea de la reencarnación sigue rondando en mi cabeza por lo que me cuesta trabajo concentrarme en clase, la verdad es que siempre me cuesta y es que el que esté estudiando una segunda carrera es gracias a mi padre; desde un inicio siempre quise ser veterinaria, pero la condición de mi padre para que pudiera estudiar esa carrera es que también tendría que estudiar una licenciatura en historia. Nunca fui buena en la materia de historia mientras estuve en la preparatoria por lo que nunca entendí la obsesión de mi padre por que estudiara eso más sabiendo que mi pasión son los animales, tal vez se debía a qué mi padre era uno de los historiadores más reconocidos en Latinoamérica.
Gracias a eso mi vida estudiantil es algo complicada, durante las mañanas voy a clases a la escuela veterinaria y por las tardes tengo que ir a la universidad para estudiar mi otra carrera.—Señorita Sahenz, si no le interesa mi clase háganos el favor de retirarse.
Apenas es el primer día de clases y ya me metí en problemas, guardo mis cosas rápidamente y salgo del salón silenciosamente bajo la atenta mirada de mis compañeros y de mi profesora. Saco mi celular y le envió un mensaje a mi novio para preguntarle si esta en clases, él me responde de inmediato diciéndome que apenas va llegando a la universidad así que quedamos de vernos en la entrada de esta por lo que corro para llegar hasta donde esta él.
Conocí a Ejder hace dos años cuando recién empecé estudiar aquí, recuerdo que fue en una fiesta de la universidad cuando él se acercó a mí, en ese tiempo su cabello rizado color azabache estaba más corto y hacia contraste con su piel blanca, ese día su mirada marrón me hipnotizó hasta que comenzó a platicar conmigo acerca de la carrera por lo que al principio me pareció de lo más aburrido a pesar de ser bastante atractivo, pero fue a partir de ese día que comenzamos a frecuentarnos hasta que después de seis meses decidimos ser novios.
Ejder al verme me sonríe con esa sonrisa traviesa que es tan característica de él, me acerco a él para darle un corto y tierno beso en sus labios.
—Hola preciosa, ¿Por qué no estás en clases?
Ejder está en su último año motivo por el cual no estamos juntos en clases.
—Creo que la maestra me pregunto algo y yo estaba distraída así que me ha sacado del salón.
Ejder niega con la cabeza —últimamente has estado muy distraída corazón, creo que estar estudiando las dos carreras no te está ayudando.
No puedo evitar suspirar —no me puedo dar por vencida más ahora que estoy en el tercer año de la carrera de veterinaria —observo su perfil mientras subimos las escaleras para llegar a su salón y tengo que admitir que Ejder me tiene muy enamorada—, el motivo por el cual he estado distraída es porque he estado teniendo pesadillas, bueno en realidad es la misma pesadilla.
Llegamos hasta la puerta del salón de Ejder así que ambos nos detenemos frente a esta y él me observa con preocupación —si quieres cuando te lleve a tu casa me cuentas bien sobre esa pesadilla —asiento con la cabeza y él besa mi frente para después despedirse de mí.
Lo observo entrar a su salón, él señala su reloj y después a mi así que saco mi celular de mi bolsillo trasero para ver la hora. No puedo creer que voy retrasada a mi otra clase así que comienzo a correr, mi celular suena con la alerta de un nuevo mensaje de mi amiga Kaida.
"¿Dónde estás? El profesor no tarda en llegar y dicen que él es muy estricto".
Al levantar la mirada de mi celular me topo de frente con un barandal y casi estoy a punto de caer por las escaleras si no es porque un fuerte brazo sostiene mi cintura, el sujeto me ayuda estabilizarme y una vez a salvo me giro para darle las gracias, la sangre se va a los pies al verlo, el hombre ha de medir casi los dos metros y se puede apreciar fácilmente que es bastante musculoso, elevo mi vista hasta su rostro y es bastante intimidante la manera en la que me observa.
—Ya no estás en la primaria para andar corriendo por los pasillos y mucho menos en las escaleras.
No puedo evitar sobresaltarme ante el sonido de su voz ya que está es demasiado grave —lo siento y gracias.
Me giro nuevamente y comienzo a bajar las escaleras alejándome de ese hombre, la verdad no creo que sea algún estudiante ya que se ve que ha de andar rondando los treintas.
Al llegar a mi salón tomo asiento junto a Kaida y estoy por contarle lo que me acaba de suceder cuando escucho nuevamente esa voz.—Buenas tardes estudiantes, soy el profesor Pendragon —cuando su mirada se topa con la mía él entrecierra los ojos y levanta una ceja— bienvenidos a la materia de leyendas y mitos de la historia.
Su expresión severa cambia en cuanto deja de mirarme, no puedo creer que es el primer día de clases y ya logré que dos de mis profesores me odien.
El profesor comienza hablar sobre la manera en que nos estará calificando cuando Kaida me distrae.
—Estara muy guapo pero se nota que es un engreído —dice en un susurro pero aún así le hago una seña de guarde silencio ya que no necesito que otro profesor me saque de su clase.
Vuelvo mi atención al frente y el profesor está hablando con una de mis compañeras, ella parece estar encantada de tener la atención de él.
Lo observo a detalle y Kaida tiene razón, él es bastante atractivo, tiene una tez bronceada que hace contraste con su cabello castaño rojizo que lleva peinado en una coleta en lo bajo de su nuca, la barba rojiza le da la apariencia de ser un hombre rudo.Él parece sentir mi mirada ya que me voltea a ver una vez más para después regresar su atención a Diana.
La clase transcurre rápidamente entre explicaciones sobre leyendas y mitos, también de como muchas leyendas están fundamentadas en verdades y como a lo largo de los años se convirtieron en una insignificante leyenda esto último lo mencionó con algo de disgusto.
Al salir el profesor mi amiga menciona que no le agrada el nuevo profesor por lo que varias de mis compañeras comienzan a contradecirla.
—No pienso discutir con mujeres lascivas.
No puedo evitar reírme ante la manera en que Kaida se ha defenderse, ya efectivamente mis compañeras únicamente se han dejado llevar por las hormonas.
Al finalizar las clases Ejder ya está esperándome fuera de mi salón así que me despido de mi amiga Kaida para después entrelazar mi mano con la de mi novio y comenzamos a caminar rumbo al estacionamiento donde está su automóvil.
Durante el camino a mi casa Ejder me pregunta sobre mi pesadilla así que comienzo a contarle sobre está y como hay cierto parentesco con la mujer de mis sueño y yo.—¿Crees que exista la reencarnación?
La vista de Ejder está fija en el camino aún así gira su rostro unos segundos hacia mi y me sonríe —no, la verdad que tal cosa exista, debe de haber alguna respuesta lógica del porque de tu sueño, tal vez hace tiempo viste una película o leíste alguna historia de fantasia y por eso has tenido ese sueño.
Él toma mi mano y la lleva hasta sus labios para darme un cálido beso en el dorso de mi mano —no le des tanta importancia corazón.
—Tienes razón, tal vez fue alguna película que vi que se me quedó grabada.
Finalmente llegamos a mi casa y a través de las ventanas se ve que hay luz en la recámara de mi padre, lo que significa que él ya llegó a casa, me despido de Ejder con un beso en los labios y salgo de su auto para después entrar en la casa. Le hago saber a mi padre que ya estoy en casa pero no recibo respuesta por lo que me imagino que él ha de estar en la ducha.
Estoy en la cocina sirviéndome un vaso de agua cuando escucho que la puerta de la casa se abre y la voz de mi padre se escucha diciendo que ha llegado.
Entonces, ¿Porqué estaba prendida la luz de la recámara de mi padre?
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KUKULKÁN
General FictionHay leyendas que jamás deberían volver a despertar. Ellos están aquí para recuperar lo que les pertenece.