KUKULKÁN

CAPÍTULO 03

Estoy decidida a decirle a mi padre sobre mis pesadillas, pero lo que no se es comentarle el hecho de que estas comenzaron desde que encontré el medallón entre sus objetos valiosos, tal vez deba omitir ese pequeño detalle y más bien debería de regresar el medallón a su lugar y ahora sé que jamás debí tomarlo.
Solo que hablare con él hasta el día de mañana después de que llegue de su trabajo en la universidad ya que hoy es la fiesta de bienvenida en ambas universidades, pero solo asistiré a la de veterinaria ya que tengo más amigos en esta y sobre todo que me llevo muy bien con todos mis compañeros a diferencia de la otra universidad que todos se creen súper listos solo porque estudian historia.

Al atardecer Ejder pasa por mí, lo escucho entrar en la casa y mientras termino de arreglarme se que mi padre y él se quedan platicando sobre datos históricos como siempre que viene mi novio a casa, ambos parecen realmente emocionados cuando llego a la planta baja, la mirada de mi padre brilla por la pasión con la que habla Ejder, tengo la impresión de que mi padre lo ve como el hijo que él quiso tener y en cambio le toco una hija que le apasiona más estar rodeada de animales que leer un libro con datos históricos.

Decido aclarar mi garganta ya que ninguno de los dos se ha percatado de mi presencia, el primero en girarse es Ejder quien me sonríe y se pone de pie para acercarse a mí y dejar un casto beso en mi mejilla, el que sea siempre tan respetuoso es de las cosas que más me gustan de él.

Nos despedimos de mi padre y salimos de la casa tomados de las manos, solo nos separamos cuando llegamos a su auto, Ejder me abre la puerta y una vez que me acomodo en mi asiento él cierra la puerta para después rodear el auto para poder acomodarse detrás del volante.

Ejder me sonríe y enciende el motor del auto —me encanta verte vestida de chica mala —sé a qué se refiere, ya que normalmente mi vestimenta consiste en pantalones de mezclilla con blusas muy sencillas y mi cabello siempre lo traigo agarrado en una coleta, a diferencia de ahorita que traigo una blusa blanca con un escote en v, un pantalón negro ajustado, una chamarra negra de cuero y por supuesto mis zapatillas deportivas porque eso de andar en tacones no es lo mío.

— ¿De verdad no quieres que te acompañe a la fiesta? Puedo ir un rato a la de veterinaria y otro a la otra fiesta.

Ejder niega con la cabeza —no te preocupes, tú disfruta con tus amigos.

Ambos habíamos acordado que solo asistiría a la fiesta de la universidad de la veterinaria ya que como ya había mencionado es en esa universidad donde realmente me puedo desenvolver además de que es ahí donde tengo la mayoría de mis amigos.

Una vez que llegamos a la fiesta me despido de Ejder y el queda de venir más tarde para pasar un rato conmigo para después llevarme a casa.

La fiesta es en las instalaciones de la escuela por lo que el estacionamiento está lleno de jóvenes bailando y bebiendo, me introduzco entre el gentío y comienzo a buscar a mis amigos, gracias a Dios no tardo en encontrarlos, mi amiga Giselle es la primera en verme y me hace un gesto con la mano para que me acerque, esquivo a una chica que ya parece estar algo pasada de copas y llego hasta donde están mis amigos, saludo a cada uno de ellos, Maritza grita de alegría al verme mientras que de Saúl recibo un gran abrazo por ultimo saludo a la pareja de tortolos de nuestro grupo, Karla y Arturo llevan siendo novios prácticamente desde que iniciamos la carrera.

Saúl me ofrece una cerveza y la acepto, los seis solo estamos esperando el momento en que inicie la novatada para los de primer año, cada año los de ultimo semestres liberan a un animal que este en la veterinaria y el trabajo de los de primero es encontrarlo en un lapso de una hora y de no ser así terminan rapando a todos no importa si hay mujeres, la verdad hasta el momento nunca he visto que suceda eso, pero dicen que el grupo que está arriba de nosotros fue víctima de ese castigo.