Hurts: It still hurts! - Saida/2na

Capítulo 6

Terminar.

Dejarse.

Abandonarse.

Mentirían si dicen que la idea no ha pasado por sus mentes.

Cuando todo el mundo decía "no" y ellas insistían con un "sí", en el momento, creyeron haber tomado la mejor decisión de sus vidas. Pero descubrieron que hay diferentes tipos de "no", unos te intentan preveer de algo dañino, destructivo o peligroso, y otros simplemente quieren negar tu felicidad por egoismo. Es difícil distinguirlos cuando se mezclan, existen más factores o simplemente te pones una venda en el rostro.

Sin embargo, algo que aprendieron al dejarlo todo por seguir la gran decisión de sus vidas, es que deberían afrontarlo.

Sana, en el trabajo, no puede dejar de pensar en las palabras de Mina acerca de dejar a Dahyun, no es un secreto que viven infelizmente, ¿Por qué simplemente no la deja?

Quizás el haber sido la principal organizadora de toda la idea del escape, que terminó por alejarlas de todo y todos, el haberla empapado con sus problemas y compleja vida, haciendola participe. La víctima de su egoismo, pues se niega a dejarla ir, las dos veces anteriores se desató algo dentro de ella que simplemente no pudo controlar, y el temor habita en su interior al verse cada vez más capaz de tomar esa actitud con quien juró proteger. No puede dejarla ir, no aguantaría la soledad, y tampoco puede irse, pues ella la arrastró hasta este punto.

Y lo mismo piensa Dahyun, viendo el espacio vacío de Sana en la cama. Todo se pudo haber detenido si su deseo de escapar no hubiera sido más fuerte que su capacidad de raciocineo, odia admitirlo, pero en el momento, su amor por Sana no fue la principal razón de acceder a huir, la idea de la supuesta libertad era su verdadero amor. Haber tenido dos tropiezos dificultuosos es otra carga.

¿Sería capaz de lastimar a Sana una vez más? ¿De abandonarla?

Aunque suene cruel, sabe que no dudaría en aceptar las dulces caricias que alguien más podría darle, para escapar por un momento de eso que sabe no puede ni quiere escapar. Porque, después de todo aquel sufrimiento, no puede dejar a la inestable Sana sola, sin ayuda, no puede ser tan egoista, aún cuando esa es su característica principal.

No pueden dejarse, luego de arrastrarse al punto al que llegaron.

Una Sana solitaria no dudaría mucho, Dahyun lo sabe, no puede simplemente dar un paso al costado y hacer como si nada, aún la ama, aún le preocupa, y la culpa sigue allí.

Sus pensamientos se ven interrumpidos por la presencia de Tzuyu en la habitación, Sana y Mina trabajando, aún es temprano por la mañana pero la menor ya está despierta, así que se cuela en aquella habitación por un rato para acostarse con Dahyun.

— ¿No tienes sueño? — La pequeña niega — Yo tampoco — Pero se escucha un bostezo — Hey, puedes dormir un poco más

— ¿A qué hora llega mi mamá? — Dijo la pequeña.

— Como te explico cada día, llegará para almorzar con nosotras

— Ella dijo que almorzaría con mi otra mamá hoy

— ¿Qué? ¿Tu qué?

Tzuyu simplemente apuntó el único marco que existe en la casa, probablemente la única foto donde la pareja se ve realmente feliz, simplemente la imagen que Dahyun decidió tomar la primera vez que pisaron esa casa, con la esperanza de una vida próspera y contenta.

Pero no está enojada.

— ¿Si sabes que ella no es tu mamá? — Dijo divertida.

— Mamá dijo que pronto lo sería

— ¿Entonces almorzarán fuera hoy?

— Sí, pero no le digas a mi otra mamá, es una sorpresa

Tzuyu no comprendió que, cuando Mina le contó del inminente plan, el secreto no debía sólo ser protegido de Sana, sino también de Dahyun.

Pero ella no está molesta.

— Bueno, seremos tú y yo hoy — Habló con una sonrisa triste — Ven, tengo sueño, duerme conmigo un rato

— ¿No que debíamos levantarnos temprano hoy? ¡Haríamos un cuadro con acuarelas! — Exclamó Tzuyu, pero Dahyun la atrajo en un abrazo.

— Shh, las acuarelas pueden esperar

No pasó mucho hasta que la menor se durmió, y Dahyun soltó finas lágrimas en el mayor silencio posible.

Quizás Sana ya no es tan solitaria.

Quizás, quien está sola, es ella.