Capítulo 9

331 39 21
                                    

Estorbo.

La rutina se estaba haciendo cada vez más cansina para Dahyun, aún cuando parecía que las vidas de las tres mujeres sólo parecía mejorar.

¿Por qué? Porque Mina recuperó la estabilidad y parece 100% segura y adaptada a su nueva ciudad, no ha recibido amenaza de ningún tipo y confía en que las cosas continuarán así. Tzuyu, con la ayuda de Jihyo y Dahyun, parece cada vez más nivelada a los chicos de su edad y están todas seguras de que no faltará mucho para que comience su ciclo escolar, lo cual les da inmensa felicidad. Sana también lo está haciendo bien, de hecho, es fantástico. Hay costumbres y formas en las que actua que ya no pueden ser corregidas, pero es innegable el cambio de la mujer, sus reacciones violentas han disminuido de forma sustancial e incluso sus habituales pleitos, que solían comenzar a base de cualquier cosa, han disminuido.

Incluso Dahyun pareciera nuevamente estar viendo el mejor lado de su esposa, no, ya no hay peleas, no hay riñas, ella puede hacer lo que quiera y Sana no pondría obstaculos o injustificados regaños. Pero aún así está preocupada y no logra estar conforme, porque así como disminuyó aquel irracional enojo, también se redujo incluso el contacto que mantenían.

Es triste de admitir, pero nota como sus aislados momentos con su esposa son únicamente al levantarse y acostarse, y no lo cuenta como tiempo de calidad, pues Sana ni siquiera se molesta en verla, cuando antes estaba acostumbrada a sentir la demandante y penetrante mirada de su pareja en todo momento, seguido de torpes manos rodeando su cintura, pequeñas caricias que la hacían sonrojar y simplemente olvidar lo que habían discutido.

Todo eso, ya no estaba.

Algo está cambiando, pues en su lugar, nota como los ojos y sonrisa de Sana siguen a la mujer de bellos lunares, o simplemente ayuda a Tzuyu en la actividad que sea, desde su perspectiva, ellas parece la verdadera familia, y ella, la extraña.

Su corazón acongojado trata de disfrazar lo que ocurre frente a sus ojos, que su poseción sobre el corazón de Sana está temblando, que Mina sin necesidad de mucha dulzura la está capturando, que Tzuyu se ha referido a su esposa como "mamá" en algunas ocasiones, que su casa ya no se siente como su propio hogar.

Estorbo.

Mina llega a casa y es recibida por Tzuyu, como es usual, pero Sana despega la vista de lo que hace y se acerca para ayudarla con su abrigo y posteriormente invitarla a la mesa, donde la mayor sirve la comida para las cuatro, pero Dahyun siente que no es por ella. Sana nunca le había servido el almuerzo antes.

El día acaba y Dahyun necesita una ducha, al salir, comprueba que la puerta está cerrada y que su esposa revisa algunos papeles sentada en la cama. Está desesperada y no entiende muy bien qué hace, pero deja caer su toalla, exponiendose totalmente desnuda frente a Sana, que aún no sube la vista. Duele, antes la mayor estaría viendola antes de siquiera ella notarlo.

— Sana — Llama con un hilo de voz, la nombrada alza la cabeza.

— Deberías vestirte, Tzuyu a veces entra sin tocar — Y sin más, devuelve la atención a sus papeles.

— Sana... — Ruega nuevamente con su quejumbrosa voz.

Dahyun se siente humillada, no hay ni siquiera un mísero sonrojo o alguna alteración en el actuar de su esposa, aún después de verla de ese modo. Ante su llamado  siente el par de ojos sobre ella nuevamente; ya no sabe muy bien qué está esperando, pero sus ojos suplicantes se conectan con los inexpresivos ajenos.

— Mina se quedará a dormir hoy — Se puso en pie — Te esperamos afuera para cenar, Tzuyu quiere ver una película mientras comemos

La mayor abandonó la habitación y Dahyun dejó caer sus lágrimas, se vistió con su usual pijama y salió disimulando su anterior congoja, tratando de sonreir al resto como siempre lo hace.

Aunque debe admitir que su intercambio de miradas con Mina no es tan amable.

Y le duele ver a Tzuyu en las piernas de su esposa, siendo tratada con tanta suavidad, una que Sana nunca ha tenido con ella. Además del sonrojo que tienen sus mejillas, pues es la primera vez que ven a Mina en pijama, no es algo demasiado provocador a decir verdad, pero la mirada de su esposa está ahí.

— Creo que tengo migraña... — Avisó Dahyun, tratando de llamar la atención de Sana — Voy... a dormir

— ¿No quieres algo? Creo que tengo medicamentos en mi bolso — Ofreció amable Mina.

— No, no te preocupes — Si lo hubiera propuesto Sana, hubiera aceptado — Sólo necesito descansar

— Avísanos si necesitas algo — Dijo Sana, Dahyun sólo asintió, decepcionada de que hablara en plural.

Tzuyu le hacía tirnas señas con la mano despidiendose, no pudo corresponderle, sabe que fue grosera y que la pequeña no merece eso, pero ya no tolera verlas cerca de Sana.

Se desplomó en su cama a dormir.

Aunque esa palabra sigue en su mente.

Estorbo.

Hurts: It still hurts! - Saida/2naDonde viven las historias. Descúbrelo ahora