Extras (Yaoi/BL)

Trono 4

Llegué sin ningún problema a la ciudad donde iba a pasar el día encontrando a demás el hotel donde había reservado habitación sin ningún problema.

No me quitaba de la cabeza la expresión de Lord.

Había llorado... por mi...

Recordarlo me hacía sentir mucho dolor en el pecho, pero no podía retractarme, necesitaba esto.

En su momento, antes de ir a vivir con Lord, lo llegué a hablar con Uriel, aunque nunca creí que esto terminaría ocurriendo.

La unión obligatoria del 1º amor que tenía un vampiro de mi generación podía llegar a romperse. Sabía que Uriel me lo dijo para que fuera consciente de que ni el amor podía obligarme a estar con Lord si llegaba al punto de no querer.

Nada debía obligarme a estar con Lord, y si él realmente del único que estaba enamorado era del antiguo Canek tenía todo este tiempo para averiguarlo.

Aunque en el fondo deseaba con todas mis fuerzas que Lord simplemente dejara de querer que fuera el antiguo Canek y me quisiera por lo que soy.

Tal vez pedía demasiado para alguien como él.

Tal vez...
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Un día más me llevó el viaje a la nueva casa de Ehud.

Ahora era presidenta de Central, estaba ocupada, pero aseguró tener tiempo para abrirme la puerta.

Aunque no esperaba que sus guardas casi me mandaran al otro barrio.

–Sabes que no hay cosa que deteste más que los líos amorosos de los vampiros? –Preguntó dejando que apoyara la jaula de Skippy en el suelo de su salón.

Era muy grande en comparación al que tenía antes.

Me alegraba ver que le iba bien después de convertirse en presidenta, físicamente estaba exactamente igual que la última vez que la vi y la gente en la calle estaba muy contenta con ella.

Nadie estaba decepcionado o descontento por la selección de Ehud, era muy justa y estricta, pero sin abusar, y eso era algo que a todo el mundo le gustaba para que nadie tratara de manipularla o pasar por encima de ella.

–Lo siento, no quería molestar a Uriel con algo así, no me sentiría bien viendo su expresión de "sabía que iba a pasar esto" –Me disculpé consiguiendo que se girara hacía mi de nuevo poniendo exactamente esa expresión.

Supongo que con Lord yo fui el único que no quiso ver lo obvio.

–Te das cuenta de los riesgos que quieres asumir con esto, verdad? –Preguntó ahorrandose el decirme que Uriel tenía razón.

Tampoco es que a Ehud le gustara mucho decir que Uriel tenía razón, por que normalmente la tenía.

–Si después de esto no trabajas en los sentimientos que tienes sobre Lord los perderás, incluso puede convertirse en odio –Explicó por si no los recordaba–, el placer sexual ya no estará restringido, se acabará el toque especial en su olor si los sentimientos no son fuertes primero, ya no tolerarás tan fácil sus cabreos, sus restricciones y su control, dejará de dolerte ver que sufre, se acabarán las autoexcusas... lo único que te unirá a Lord será tu propia estupidez.

Si, y eso es exactamente lo que necesitaba.

–Por donde empiezo? –Pregunté directamente como afirmación.

No es como que no lo hubiera pensado  primero, y Ehud y Uriel debían ser los únicos rastreadores en todo el mundo con las narices de hacer esto sin miedo a Lord.

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Desde el segundo que Canek dejó de estar en casa sentí que el mundo se me venía encima de nuevo.