Toda la rabia por el miedo que se había acumulado en todo el viaje desapareció en cuanto escuché las palabras más sinceras que me había dedicado nunca Lord.
Esas palabras también me hicieron darme cuenta bien de los sentimientos que aún tenía hacia él.
Seguía queriéndolo, y pensar en dejarlo dolía, dolía de verdad.
Al final Azael nos dejó ir a una habitación a hablar bien a solas.
–Haré lo que sea... pero no me dejes –Medio suplicó aferrado a mi.
–No te dejo –Lo calmé frotando su espalda con cariño–. Tenemos que trabajar mucho en la confianza, pero de momento te aseguro que no te voy a dejar.
–Ya no soy tu primer amor –Medio sollozó tratando de apartarse de mi.
Pero lo abracé con fuerza impidiéndoselo.
–Que ya no exista ese vínculo obligatorio no significa que no seas mi primer amor, siempre lo vas a ser, y te puedo asegurar que eres y serás el único –Respondí con todo el cariño que fui capaz de demostrar–. Trabajaremos en tu confianza, te demostraré todas las noches que siempre voy a estar ahí hasta que mis sentimientos desaparezcan, así que trabajaremos juntos para que eso nunca ocurra.
Jamás creí que vería a un Lord tan descompuesto, pero aún así trató de mostrarme la expresión más segura que podía y aceptó mis palabras dándome un beso.
–Juro que te quiero –Murmuró a mis labios con todo el cariño que era capaz de demostrarme–. Te quiero a ti... no al Canek vivo, ahora sólo te quiero a ti.
–Yo también te quiero, vamos a aprender de esto juntos –Respondí con cariño antes de volver a unir nuestros labios.
Esta vez ya uniendo nuestras lenguas al juego dejando que Lord me apretara contra él mientras yo rodeaba sus hombros.
Al estar sentado encima suya era de su mismo tamaño.
–Esto no volverá a pasar, te lo daré todo –Susurró a mis labios antes de tumbar me en la cama–. Todo lo que me pidas lo aceptaré sin rechistar.
Su ropa mojada estaba empatando la mía.
–Sabes que si confías en mi no necesito nada más.
Y Lord aceptó sin ninguna quejar que así sería comenzando a recorrer mi cuerpo poco a poco.
Volviendo a memorizar cada uno de mis recovecos después de estar todo este tiempo lejos.
Juntos superaríamos esto... esta vez si...
.
.
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–Como te encuentras? –Pregunto Uriel habiéndome encontrado.Estaba en el salón principal con Skippy en el regazo mientras comía unas palomitas dulces pensando un poco en lo que había ocurrido.
–Bien, hemos hablado y Lord jura y perjura que esta vez su confianza será ciega –Respondí dejando que se sentara a mi lado sin pudor por las marcas en mis piernas–. Lo quiero tanto que de verdad quiero que sea verdad.
En un rato las marcas desaparecerían del todo.
–Si, al final ambos estáis perdidamente enamorados el uno del otro –Suspiró aliviado y sonriendo con calma–. Se que muchas veces puede parecer que me opongo a vuestra relación, que soy muy duro y un metomentodo... Las dos últimas son algo ciertas, pero después de tantas cosas no me opongo a vuestra relación.
Al ser de día al menos podríamos hablar con calma sin que nadie interrumpiera.
–Yo si fuera tu me seguirá negando nuestra relación... somos un desastre absoluto –Resoplé con cansancio–. Ahora que pienso en todo lo que he vivido con Lord solo puedo llamarme imbécil a mi mismo, pero lo sigo queriendo tanto... quiero que de verdad esta vez sea la definitiva.
–Yo también quiero que esta vez lo sea... por qué ambos sabemos que no hay próxima.
Si... esta era la última... ya no sería capaz de perdonar sus rabietas de desconfianza.
–Viendo lo mal que lo ha pasado Lord quiero confiar –Añadió consiguiendo que lo mirara de nuevo–. Azael dice que sólo lo había visto sufrir así por su primer amor y ti, ahora mismo quiero darle ese votó de confianza igual que lo haces tú.
Su primer amor...
Nunca me habían comparado con su primer amor... pero en parte me alegraba aunque sabía que no debería. Eso haría que Lord no quisiera perderme de verdad.
Estas cosas se vería con el tiempo.
*. *. *. *.
Al final nos fuimos a la noche siguiente de casa de Azael.
Bastián fue el único que no volvió feliz, pero me daba igual.
Poco a poco nuestra vida volvió a encajar en su normalidad habitual... y yo tuve que empezar a asumir la responsabilidad de mis palabras.
Nada de control en su trabajo... y lo llevé como pude. Al principio fue duro y cada noche lo recibía en la entrada ansioso por verlo cruzar la puerta y volver a mi lado, pero poco a poco conseguí sentirlo algo menos pesado.
–Te eché de menos –Lo recibí un viernes ilusionado por su regreso.
Había conseguido dejar todo más que listo para poder pasar todo el fin de semana mimándolo.
Canek me respondió con un profundo beso y su preciosa sonrisa asegurándome que él también me habían echado de menos.
Ya no me daba tanto malestar tener que dejarlo irse, por qué sabía que cuando volvía siempre lo hacía demostrando todo su amor igual que yo lo hacía por el.
Incluso las salidas con Iñigo terminaron siendo algo más que asumía aunque costó mucho en un principio, incluso más que el trabajo.
Pero por Canek tenía que aprender... quería que se quedara toda la vida a mi lado, y para eso tenía que conseguir que él decidiera cada noche que su amor por mi seguía siendo el suficiente para no irse jamás.
Aprendería a darle toda la confianza que hiciera falta, absolutamente toda.
Lo quería tanto como él me quería a mi.
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Extras (Yaoi/BL)
RandomAquí iré subiendo extras yaoi de las historias que ya tengo publicadas y terminadas~