Tsukasa, ¿Estás enfermo?

Una caminata silenciosa...

El mayor de los Yugi's se encontraba mirando la ventana de uno de los salones viejos, mirada triste perdida en la luna, como normalmente lo hacia cada noche.

Escucho repentinamente un grito, su voz era reconocida, obviamente su mirada se desvió rápidamente, buscando de donde había provenido.

"Tsukasa...?" Pensó.

Lo había visto, se encontraba viendo la luna al igual que el, pero el estaba subido en un árbol.

Por un momento, dejo salir una sonrisa en su rostro, no sabía por que, pero se sentía realmente feliz al verlo alla, y más cuando volteo el menor y le sonrio.

Pero...no todo podía ser felicidad.

De un momento a otro, vio como su hermano iba callendo lentamente de aquel lugar, no pudo más.

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Corría como si fuese si de salvar su existencia tratase, ni flotaba, pues solo lo hacia desmorar más. Se tropezaba de seguido, pero eso en realidad no le preocuba ahora.

-Tsukasa...Tsukasa...-Susurraba Amane entre la desesperación mientras sus pies se movian solo, el ni pensaba, sus pies solo lo guiaban a donde más le importaba ahora, su hermano.-

Sus pies sabían para donde ir, pero el dueño de ellas no.

No entendía por que le preocupaba ahora tanto, en serio, no lo sabía, pero no podía evitar dejar caer algunas lagrimas mientras corría.

-¡Tsukasaaaaaaaaa!- Grito sin más el mayor.-

-¡Tsukasa-Kuuuuuuuun!

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Un Peli-rosa se encontraba ya sosteniendo del menor, que en estos momentos se encontraba inconciente.

-Yo...Tsukasa...-Se puso más palido de lo normal, tenía miedo de perderlo, pero, ¿Porqué? ¿Porqué ahora? ¡No entendía nada! Se sentía fatal.-

Se acercó lentamente, para luego agacharce y mirar a su hermano, acercaba su mano para tocar la de Tsukasa, pero Mitsuba sin más la golpeo y la alejo.

-Ni te atrevas, cuchillos locos.-Dijo secamente sin más.-

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Un silencio abundo en el lugar, Sousuke no dejaba de ver y abrazar a Tsukasa, no quería.

-El está...?- Sin más, fue interrumpido.-

-Sí.

-No me dejaste terminar. - Miro de nuevo sin más al Oji-rosa.-

-Sé lo que ibas a decir, y si, está bien. -No tenía  la más minima intención de querer hablar con el ni con nadie con sinceridad, asi que responder asi fue su única opción.- Por eso, con su permiso me voy con Tsukasa-Kun. -Se levanto el menor, para luego mirar a Hanako, la mirada de Mitsuba también podría a llegar  a matar a alguien.-

-Espera, puede pesar, yo lo puedo carga-

-No, gracias. Yo puedo.-Sin más, lo cargo al mayor (Tsukasa) como si se tratase de su mochila, en la espalda, tan fácil. Tan liviano.-

Hanako miró un tanto asustado, ¿Tan liviano es para que alguien como Mitsuba lo cargue? Por Dios.

-Al menos dejame, y por favor permiteme terminar de hablar. -Interrumpio Hanako, sin más Mitsuba asintió.- acompañarte...

Sin más suspiró, no quería dejar solo a su hermano, nisiquiera le permitía acercarse a su propio hermano, eso o nada, preferiría acompañarlo.