˗ˏˋAlnairˎˊ˗ 「 Twisted Wonderland」•Malleus x Lectora•

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Ya nada puede ser peor.

Normalmente cuando alguien dice eso en las películas todo automáticamente se va por el caño en una jugada magestuosa del destino por haberlo retado.

Pero está vez no.

Al menos por ahora.

De hecho...

Todo parece tan en orden que da miedo. Talvez parezca loca mirando a todos lados sospechosamente como si fueran posibles asesinos seriales pero vamos, que no estoy acostumbrada a que todo vaya también.

Cuando decidí por dar la cara, ya había algunas personas entrando al lugar mirando los productos, no solo eso sino que "mis invitados" ya tenían su lugar bien fijo.

Silvan (o eso creó) estaba dormido de brazos cruzados como si estuviera en guardia en la silla del mostrador y con el gato de mi madre dormido en su regazo.

El limón con patas...

— ¡No se vayan sin ver los té aromáticos de este estante! No huelen tan mal para estar hechos por la mano de esa humana.

De cierta forma estaba ayudando a qué los clientes conocieran la mercancía y muy, muy a su modo daba unos alagos; engreído.

— Retar a su orgullo para que en lugar de ayuentar, animé a la clientela a no perderse ningún producto... Knfu~ formidable manera de usar las palabras pequeña, te felicito.

— Oh que dulce eres pero no es nada del otro mundo. Ese chico está lleno de energía, sería un desperdicio no usarla a favor~♪.

Es un demonio.

Y el enano que chismosea a lado suyo también. Hasta algo se pena tengo por Sozoshi, el creyendo que lo hace para enseñar una lección a nosotros los simples mortales cuando en realidad uno de esos jugo con su mente a nivel olímpico.

Todo parece que lo tienen bajo control, entonces...

Un respiro no me viene mal.

Si, se que acabo literalmente de entrar pero no quiero terminar de marioneta de mi madre otra vez así que se lo encargo.

De hecho, ahora que lo pienso...

— ... Uh, por ahí.

Busque con la mirada a Malleus hasta dar con el. Cómo me lo imaginaba, estaba apartado del resto en todo el sentido literal, se encontraba en el invernadero de fa con la tienda solo al cruzar una puerta.

Si tuviera que adivinar: está ahí porque no quiere incomodar.

No estoy haciendo nada y fuí quien lo invito sin tener bendita idea si estaría cómodo o no...

Que remedio...

— ¿Se puede?

¡Que pregúnta tan estúpida!

¡Éstoy en mi casa y para acabarla ya había entrado!

Si respondió o no, no escuché por patearme mentalmente mientras cerraba la puerta de vidrio detrás mío.

Cómo era de esperarse... No tengo idea de que hablar ahora.

— Me sorprendió...

— ¿Cómo dices?

No me confrontes. Ya muy difícil es seguir la liena de diálogo que yo misma empecé.

— Que vieras, o que vinieran. De verdad me sorprendió.

Cómo la cobarde certificada que soy aparte la vista mirando algunas macetas que hay por ahí.

— Me invitaste. Tomaste la molestia de hacerlo sin tener ningún tipo de obligación más allá de la cortecia, no venir sería el peor insulto que podría darte. En todo caso espero que mis guardias no hayan sido una molestia, en cuanto le conté a Lilia insistió en venir alegando en que no te molestaría aún siendo desconocidos.

Ese vampiro tramposo, primero de verdad le hace creer que no nos conocemos y después se cuela.

— Ah claro, claro ¡D-digo! ¡Para nada! Que va~ esa cara de mi madre al ver que vendrían más personas se iria para una estampa de tarjeta de navidad si hubiera sacado foto, además parece que ellos la están pasando bien ajajaja.

Sin contar que Sozoshi es el empleado sin paga de mi madre todo de verdad va bien.

— ¿Tanta fué esa sorpresa? No creí que terminaríamos por ser los invitados de honor.

— See... No soy de traer amigos a casa así que fue una sorpresa hasta para mí ¡Digo! Emm... Este... Ahg ya mejor ni le muevo.

Suspire rendida pero en realidad gane, el río por debajo. Al menos se que si estuviera incómodo no charlaria de esa manera.

De verdad...

Todo bien por el momento