Azul

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Jimin no era cercano a muchas personas, conocía mil de ellas pero no tenía una verdadera conexión con ninguna.

Durante toda su infancia sus únicos amigos fueron sus padres y un gato al cual se dedicaba a cuidar. Siendo su madre abogada y su padre doctor, ambos esperaban que Jimin fuera igual de brillante que uno de los dos, así que para ignorar su soledad comenzó a estudiar.

Era el número uno en todo lo que hacía, era el mejor con las personas, era ese modelo a seguir que todos querían hasta que cumplió 16.

Su habilidad con las matemáticas bajó de un 100 a un 75, y quizás no era mucho para algunos, pero para Jimin significaba casi el fin del mundo, así fue como con toda su vergüenza comenzó a tomar tutorías.

Ahí conoció a Namjoon, quien parecía amable y atento con él, pero también era amable y atento con todos los otros estudiantes de la pequeña clase que se ofrecía a dar.

Jimin esperaba un trato distinto, no lo iba a negar, sus profesores siempre lo amaban y esperaba esa distinción con Namjoon también, pero no pasó, tampoco pasó que actuara como otros estudiantes, cuando se lo encontraba en los pasillos el mayor parecía que ni lo notaba, lo cual lo confundía porque hasta los de primer año murmuraban el nombre de Jimin con asombro.

"Hola" lo saludó una vez en el almuerzo, Jimin esperaba emoción, asombro, quizás envidia de parte del otro, pero Namjoon solo le sonrió antes de mirarlo fijamente.

"Hola... Eres uno de los chicos de mi clase ¿cierto?" Jimin asintió, pero por dentro estaba completamente destruido.

¿No sabía su nombre?

"Si, soy Jimin"

"Ah, sí he oído de ti" entonces Namjoon no era alguien ajeno del mundo escolar después de todo "Eres el atleta de básquetbol ¿no?" Jimin frunció sus labios y negó.

"Ese es Jackson" Namjoon parecía sorprendido y solo se rió.

"Lo siento, soy muy malo con los nombres... Y si te soy honesto, con los rostros también, antes me esforzaba mucho en tratar de recordar, ahora me da un poco lo mismo" Jimin asintió y Namjoon siguió disfrutando de su almuerzo, ni si quiera parecía molesto de que el menor siguiera ahí.

"Disculpa, ¿puedo almorzar contigo hoy?"

"Creí que ya lo estabas haciendo" Jimin no puedo evitar reír nervioso.

"Claro, claro"

Jimin estaba fascinado con Namjoon, era alguien completamente ajeno a la jerarquía que existía en el colegio, vivía a su propio ritmo y parecía importarle poco o nada lo que pasaba a su alrededor, Jimin podía jurar que el colegio se podría incendiar y Namjoon solo pensaría que hacía mucho calor. Nunca había conocido a alguien tan relajado por todo antes.

No fue difícil que se volviera su mejor amigo y único íntimo en su vida, Namjoon sabía todo de él y él sabía todo de Namjoon, y Jimin estaba cómodo con él siendo la única persona en su vida, sabía que no había problema con ello.

Pero sí que lo hubo, cada vez que el chico se ausentaba por un tiempo o no le respondía las llamadas a la primera, Jimin se volvía muy ansioso, nunca se quejaba de ello con el mayor pero si que notaba como su cuerpo se volvía más inquieto si el mayor no estaba con él.

Fue cuando Namjoon se fue a estudiar a otro lugar que todo empeoró, Namjoon sin saberlo ya que siempre fue ajeno de la dependencia que tenía el menor sobre él. Jimin lo aceptó sin mostrar problemas, pero sus brazos llenos de heridas demostraban su malestar.

No le llamaba porque no quería molestarlo, pero le escribía cada vez que podía, con su trabajo de medio tiempo y sus estudios podía olvidar a veces lo solo que estaba.

Pero esa soledad se sintió mucho más grande cuando sus padres fallecieron.

Iban a darse un lujo, con su dinero ganado compraron boletos de avión para viajar por unos meses, Jimin recibió una llamada a las tres de la mañana para avisarle que el avión se había estrellado, y que los cuerpos de ambos habían sido descubiertos flotando en el mar.

Tuvo que organizar todo él solo, los funerales, invitar a los familiares y amigos, recibir los pésames que le recordaban a cada segundo todo lo que perdió.

Tres meses después, le dijo a Namjoon lo que pasó, horas después el mayor estaba afuera de su casa y Jimin no pudo evitar llorar al verlo y pedirle que nunca más lo dejara.

Si antes dependía de Namjoon, ahora lo necesitaba más que nada, terminó sus estudios y se fue a vivir con el mayor, Namjoon lo apoyó al comprar su primer estudio, y siempre se preocupó por su salud tanto física y mental mientras estaban separados en ese tiempo.

Incluso cuando descubrió que Jimin no solo trabajaba con los estudios de baile si no también manejaba un pequeño imperio de drogas, no lo regañó ni se alejó (como pasó con otras personas en las que Jimin confió) si no todo lo contrario, se volvió su mayor ayuda, Namjoon lo ayudaba a encubrir todo, nunca mató a nadie, pero siempre se preocupó de que nunca lo encontraran.

Jimin estaba casi avergonzado al pensar que aún necesitaba al mayor cerca o iba a enloquecer, pero era una realidad que no podía arreglar.

Algo parecido le ocurrió cuando Taehyung llegó a su vida, ahora no sólo dependía de su mejor amigo si no que también del amor de su vida.

Siempre que estaba en una misión pensaba en Taehyung, si había comido bien o que estaba haciendo, si le había gustado el regalo que le dejó o si lo iba a esperar con una cena al final de la noche.

Por suerte, esta vez sí pudo hablar de sus problemas con Taehyung, de la forma en que se agitaba o se volvía más ansioso cuando no estaba cerca, el menor lo ayudó a controlarse, a aprender a amar su propia soledad.

"No puedo estar siempre aquí para ti Minnie, tienes que aprender a disfrutar de tu propia compañía"

Las palabras de Taehyung seguían en su cabeza marcadas a fuego ardiente, no quería olvidar lo que le dijo, pero estando sin poder verlo en esa habitación de hotel por tantos días no pudo evitar morderse las uñas y arrancar la poca piel que las rodeaba.

Tuvo que poner parches en sus pulgares siendo los únicos que sangraban, cada vez que la necesidad de morder volvía a su cuerpo recordaba el rostro enojado de su pareja y se decía que debía controlarse por su propio bien.

Esto ya va a pasar, las cosas serán normales otra vez.

Suspiró, sabiendo que este era el último día de su juicio, empezaron con cosas banales, más supuestas pruebas, y finamente llegó el momento que Jimin no quería que llegara.

"Llamo al agente especial Kim Taehyung al estrado"

Jimin se congeló en su lugar.

Su cuerpo entero tembló, sus manos se sintieron heladas y su respiración entrecortada.

¿Había escuchado bien?

Alarma [VMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora