𝘙𝘦𝘨𝘢𝘭𝘰 𝘴𝘢𝘨𝘳𝘢𝘥𝘰

440 67 234
                                    

































- entonces, así fue como se conocieron

- pensé que sería en el parque, sentados debajo de un árbol de cerezos, mirando el bello atardecer y—

- ¿¡de que estás hablando Leorio!? - interrumpió sonrojado -

- ya debes saber a lo que voy Killua - respondió con una sonrisa socarrona -

- no, no lo sé

Realmente no lo sabía.

Solo sabía que ya llevaba varias semanas hablando de temas triviales con su primer y único amigo Gon.

Normalmente el azabache estaría muy ocupado atendiendo a los clientes como para conversar tranquilamente con el albino sin embargo, siempre que venía Killua, la tienda parecía un desierto por la poca gente que había.

Por lo que ya sabía varias cositas de su extrovertido amigo gracias a ello.

Aunque, cuando dos personas se le acercaron luego de que Gon tomará su habitual orden, a Killua le iba dando un ataque nervioso.

- perdónalo - dijo el blondo que estaba sentado junto a Leorio - él suele ser muy imprudente

Más cuando solo se sentaron al frente de él y le empezaron a preguntar cosas.

- ¿disculpa? - bramó ofendido -

- en fin - ignoró la queja contraria - me alegra que Gon encontrara otro amigo como tú

- oh... Este... Muchas gracias supongo...

- Kurapika - dijo ofreciendo su mano - puedes llamarme Kurapika

- un placer - murmuró apretando la mano contraria -

- entonces... - musitó el de lentes - ¿qué es lo que te gusta hacer? ¿Materia favorita de la preparatoria? ¿Cuántos amigos tienes? Ojalá y no seas de esos que se juntan co—

- ¡Leorio! - corto el blondo viendo lo pálido que se había puesto el contrario - ¡tarado lo asustas!

- ¡pero si solo son pregun—

- ¡Kurapika, Leorio! - saludo con dicha el que trabajaba allí - ¡que gusto tenerlos por aquí! ¿Cómo han estado?

- Gon - respondieron olvidando la leve discusión que se iban armando -

- hemos estado muy ocupados en la universidad - explicó el ojigris - hasta ahora fue que pudimos sacar tiempo para venir a verte

Mientras Gon respondía, el que se estaba muriendo de nervios anteriormente se sentía de más en aquel escenario.

Él ya tiene amigos pensaba arrugando levemente el entrecejo de su blanquecino rostro.

Estaba por tomar su rebanada de postre e irse de la mesa hasta que sintió la presencia de alguien situarse a su lado.

- quizás ya lo interrogaron ustedes mismos, pero técnicamente yo soy su amigo aquí así que - apoyo sus manos en los hombros tiesos contrarios - ¡les presento a Killua! ¡El mejor amigo que he tenido hasta ahora!

𝙼𝚊𝚛 𝚍𝚎 𝚌𝚑𝚘𝚌𝚘𝚕𝚊𝚝𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora