Te extrañe...

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Se despertó de nuevo en el salón, había vuelto a quedarse dormido mientras cuidaba a su hermano. Donatello no le había quitado ojo desde que despertó, se habia vuelto la sombra de Leonardo. Desde que su hermano abrió los ojos tras tres meses matándose a crear métodos para cuidarlo cuando eso pasara. Nunca dejo de tomar su mano ni arroparlo para que durmiera caliente con su pierna reposada

Le tomo la temperatura y arropándolo con una sábana lo miro, extrañado, confuso y raramente vacío, los demás estaban afuera entrenando mientras el más alto velaba por el líder, sus impulsos a comer se perdían, porque al verlo así, sufría.

Rafael habia dormido cerca a el vigilando durante tres meses, cosa que le sorprendió, su hermano más furioso y arriesgado habia sido el ojo encima del amo de las katanas todo ese tiempo, casi sin dormir, y el dolor que la culpa causaba en el más alto, lo hacía sollozar en la más estrellada noche.

Consintió la cabeza del mayor mientras lo invadía una oleada de culpa al recordar las palabras de su ahora herido hermano:

-Debemos salir de la cuidad antes de que alguien salga herido

A pesar del chico de la bandana azul el herido había resultado ser él, y Donatello no podía evitar sentirse culpable al haberle reprochado. Por su culpa su hermano estaba herido, ahora le tocaba a él pagar su error, y cuidarlo

ante la desesperación el chico amo del bastón tomo coraje, no se rendiría fácil, su hermano el cual lo habia apoyado, cuidado protegido y amado le dio una instrucción y no la siguió, ahora por desobedecerla el mismo lo condujo a tener ahora su piernita delicada, órganos internos débiles y su orgullo más abajo que las vías del tren, su capacidad cerebral se disminuía al verlo así, pero no tenia de otra. era verlo así toda su vida, o apoyarlo y ayudarlo a seguir adelante como pudiera por el momento.

La casa vacía, los pajaritos trinando y el televisor sin señal le producían dolor de estómago, al recordar como actuaron los menores Mikey y Rafael al ver a su padre ser lanzado por el drenaje nada mas que por su enemigo Shredder, estaban solos, sin ejemplos a seguir temporalmente y adoloridos en el corazón por no saber cómo serían las cosas más adelante.

El de morado se frotó los ojos para espantar el resto del sueño acumulado por las largas noches sin descanso debido al esfuerzo por mejorar la medicina de Leonardo. Miro a sus hermanos con sus ojos aun más rojizos de lo habitual debido a la falta de sueño y se dispuso a prepararle el desayuno a su hermano.

-donde habrá puesto Mikey la mermelada esta vez?

Tras buscar por toda la cocina el bote de mermelada, la unto en las tostadas que le había hecho a Leonardo y las acompaño de un vaso de leche tibia rociada con unas gotas de medicina para que su hermano no sospechara y así no se resistiera a tomar su medicamento.

Se despertó y sentándose delicadamente y viéndolo a sus ojos un poco pálido se estremeció.

-hola Donnie.

El chico al que le faltaba un diente se volteo y deposito la bandeja en una mesilla al lado del sofá donde leo reposaba.

-Hola bello durmiente, que tal tu pierna?

Le tendió el desayuno y leo lo cogió con las manos mientras bostezaba.

-woaaaaaaaa nam nam nam.... ¿Cuánto tiempo dormí?

-jeje, ni para que te digo... come, te hace falta..

Le dio una sonrisa que decía gracias, y débilmente se la comió.

El de morado le ayudo a tragar la leche con la medicina para que no la escupiera.

-mnmn- dijo tomándola - ngg, Donnie, sabe raro, o tengo la garganta inflamada - aun con la voz fragmentada.

-Emmm garganta inflamada seguro -el de morado trato con todo su amor y cariño ocultar la existencia de esas gotas de medicina a su hermano- toma la te hará bien.

-gracias don, no tienes por que molestarte tanto, ¿dónde están los chicos?

- Se fueron a entrenar al bosque hace rato, así que me ofrecí a quedarme contigo.

Donatello le ofreció la mas dulce de sus sonrisas a su hermano y le ayudo a incorporarse en el sofá.

- ¿Te traigo algo para leer? O ¿algo para pasar el rato?

-no- viéndolo lindo - la verdad, te agradezco todo esto Donnie, pero, quiero hablar más contigo.... a solas.

El de morado sonrió inocentemente ante la petición de su hermano el mayor y se sentó a si lado

-Te escuchó pues...

-Bueno, Donnie, yo emmn quería saber cómo, te sientes ahora... ¿que piensas de todo esto, la verdad es duro saber que no estuve durante tres meses y quiero o necesito que me cuentes que ha pasado... por favor...

Donatello miro al suelo con una expresión algo desanimada

- Nada que ninguno de nosotros quiera recordar, yo me dedique a encerrarme en mi lab... improvisado a crear tu medicina.

Vio al mayor mirarlo con lo que parecía compasión y una pizca de culpa.

-Nuestro día de mutación estuvo...bien la verdad, pasamos el día pegados a la tina. Te pusimos un gorrito y pasamos el día contigo....debe....de ser doloroso no recordar tu decimosexto cumpleaños...

-vaya Don, en verdad lo siento mucho, no quería que nada de esto pasara, y no sabes cuánto me duele escuchar lo de mi padre, pero, sé que estaremos bien y pronto llegaremos a nueva york para terminar con lo que comenzamos, te quiero mucho y no me imagino por lo que estás pasando, pero, recuerda que todos para uno y uno para todos.... discúlpame que no pasara nuestro cumpleaños abrazándolos y felicitándolos, sin embargo gracias por todo y se, que volveremos a la normalidad en poco tiempo.

La mejor medicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora