El desayuno...

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El adormilado genio se dirigió a la cocina con la esperanza de encontrar allá a su hermano y poder disculparse por aquella estupidez que cometió al mentirle

Se estiro y caminando por la sala lo vio solo a lo lejos, miguel angel salio temprano a jugar con abril y Casey… Leo aun dormía...

-Donatello ¿qué haces aquí?- dijo el de ojos verdes

-Hola Rafa, ¿que andas haciendo?- el genio detuvo su mirada - bueno yo, vine a preparar el desayuno a Leo.

-El sigue recostado, anoche, llego mal y triste no sé porque, hoy me contara todo, pero dejare que repose un poco más…

Mikey y Jones se acercaron a la cocina, se sentaron y riendo y charlando los saludaron.

-buenos días chicos

-hola

-Buenos días

-¿qué hay?

Se sirvió su cereal y estando serio se lo comió rápido y callado.

-oye D, ¿qué le pasa a Rafael?

-esta algo molesto por…

-el siempre está molesto, pero lo veo muy callado, no ha querido golpearme…

-debe estar preocupado, déjalo, tal vez cuando despierte Leonardo todo se arregle y ya esté mejor…

El genio termino de hacer el desayuno para el enfermo y le añadió como siempre la medicina.

-Subiré esto a Leo, se lo dejare en la mesa y que lo tome al despertar. Mikey ¿sigues tú con los desayunos?

-como digas don.

se quedo viendo a su hermano ojiverde, raramente en silencio y concentrado en su plato.

-oye rafa, ¿todo bien?

-....

-¿rafa?

-QUE QUIERES MIKEY¡¡¡

-ya tranquilo, solo te pregunte algo, ¿que no me escuchaste?

- no, ¿qué decías?

Lo notó totalmente distraído y pensando en otra cosa.

-no solo que si todo va bien...

-no te importa enano.

-mnmn, bien pero luego que no digas que no me intereso por ti.

-ya déjame, iré a ver si puso la puerca.

Don entro en la habitación de su paciente y lo miro dormir, tenía los ojos llorosos de haber llorado y se preguntó que lo habría hecho llorar. La ultima cosa que hizo Leo antes de ir a la cama fue hablar con el sobre Abril pero ¿qué daño podría haberle proporcionado eso? Debía ser otra cosa.

Se sentó al lado de Leonardo tras dejar su desayuno en la mesilla y empezó a consentirle mientras dormía.

Apenas lo sintió dio un brinco asustado, abrió sus ojitos adormilados y lo vio entre sueños... se le acerco mucho a su carita y pensando que aun soñaba le roso los labios.

El de morado se sonrojo levemente por la sorpresa. ¿Qué hacia su hermano? Sin poder moverse por tener al lado la pierna delicada de él y sus labios al otro lado, Donatello simplemente cerró los ojos.

La mejor medicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora