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Capítulo 5

―Entonces si podemos hablarles pero con la condición que no nos descubran como su guardespaldas―dijo Cislo―¿no sería mejor que le dijéramos..

―no, los niños no quieren tener a alguien tras suyo, todo el tiempo―interrumpió Krone―se sienten incómodos.

―¿y la ama Carol?

―ella crecio aquí, junto nosotros―dijo Isabella―es muy apegada a Ray desde bebé igual que com ustedes.

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Se sentó nuevamente en su árbol favorito pero esta había un toque pequeño, dos personitas leían con él.

―¿no estabas leyendo otro libro?―preguntó Norman extrañado.

―lo deje en casa―Respondio.

―¿cual era?―pregunto Emma quién estaba poco aburrida se colgaba en un rama del árbol.

―Alicia en el país de las maravillas―contestó.

Emma bajó, y lo vio.

―¡¿Por qué no la trajistes!?―exclamó―de seguro es más divertida.

―en efecto―dijo―pero me gusta más la fisica cuántica.

―¡otra cosa en común!―exclamó Norman sonriente, pues ya iban cinco cosas en común que llevaban los dos.

―¿Quieres que te expliqué como funciona?―preguntó Ray a Emma.

―Dale―se sentó.

―primero lo primero ¿Que es la Física cuántica? La física cuántica es la ciencia que estudia el comportamiento de la materia a una escala extremadamente chiquita, que es millones de veces mas pequeña que un átomo―comenzó Ray, mientras leía y explicaba.

Así pasaron su receso, Ray explicando detalladamente y Norman e Emma escuchando.
El primero ya sabia del tema pero le divertía ver a Ray tan concentrado explicandole a su amiga y la segunda sólo tenía "curiosidad" del tema.

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Nuevamente se levanto, se despido, agarró el sobre y se fue.

―tenga―le entregó una flor amarilla a Carol.

―gracias―sonrió la niña.

La sostenio de la mano y se encaminaron al auto.

En el caminó, leía el informe, las nuevas órdenes, los guardespaldas y los escuadrones junto a los niños u adolecentes rescatados o nuevos.

―¿cuáles son los psicólogos que estan libres esta semana?―preguntó Ray mientras terminaba de firmar.

―El señor Wang, la señora Cristal―Vicent le entregó la lista―entre otros.

―de acuerdo―vio el número a lado del nombre.

Marco el número y comenzó a llamar.

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―Gracias Sr. Morales―cerró la llamada y se estiro.

Tachó el nombre, mientras terminaba de comer.

―parece que pronto no me nesecitaras―dijo su progenitora, riendo―tenemos que hablar sobre lo de la mañana―paro para luego cambiar su semblate a uno mas relajado.

―yo te metí a un instituto, no fue para que investigaras u aprendieras de el comportamiento juvenil―explicó y se sentó en la orilla de su cama―Yugo antes de fallecer quería que tuvieras tu vida.

―no me permitiré eso―la detenio se levantó y quito la manta del tablero.

Para dejar en claro, papeles tras pegatinas de colores, fotos de ropas. Algunas se juntaban con hilos rojos.