" 𝙸 𝚊𝚖 𝚃𝚑𝚎 𝙽𝚞𝚖𝚎𝚛 81194" (Cancelada)

Capítulo 8

Las llamas comenzaban a consumir y expandirse por toda el laboratorio.

Ratri dio la señal de aviso para evacuar. Todos los niños/niñas adolescentes/ancianos corrían para salvarse pero en medio de el fuego.

―¡Busquen al número 81194!―Grito la mujer pelirroja.

Pero el azabache ya estaba escapando junto a Zazie y Oliver.

―¡Niños!―una mujer de pelo castaño apareció frente a ellos.

Zazie se puso delante de ellos, en modo de protección.

―no teman mocosos los sacaremos de aquí―hablo un hombre.

Aunque tardaron un poco, vieron como estos no llevaban las ropas de los "cientificos" e igual que sus identificaciones, dudaban seguirlos pero si ellos decían la verdad, saldrían de ahí.

Las disparos se hicieron presenté, la amenaza era grave pero ya habían sido salvados.

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―Emma, Norman―hablo el profesor―comienzen a elegir.

―tu primero Norman―dijo Emma.

―claro Emma―el chico asintió y vio a todo el grupo―Leslie, ven―eligió.

―¡Norman!―la chica lo miro molesta―me has traicionado―dijo dramática―Don te elijo.

Y ya cada uno tenía su equipo.

―¡Comienzen!―sonó el silbato.

Comenzaron a lanzarse los balones unos contra otros.

Ray quién juzgaba el juego, si era de su agrado.

―este es más seguro―lanzó uno y esquivo otro.

Al final terminaron de ultimos Emma y Ray.

El salón miro emocionado, Ray tenía una gran agilidad y reflejos, a Emma casi le pega un balón pero era rápida.

Emma era conocida por el club de deportes al ser muy rápida, nadie le ganaba en ello.

Pero Ray, él ya habia "jugado" este tipo de deporte pero en medio de una balacera y tu vida dependiendo de un hilo junto a rehenes.

Al final ganó Ray, sorprendiendo hasta al mismo profesor.

Emma quien intentaba recuperar el aire pues Ray habia terminado de jugar y atacarla por todos lados y él azabache quién se preguntaba si debia estar cansado por el juego.

―ten―Norman le dio una botella de agua a él y a Emma.

―Gracias―dijieron al unísono.

llegaron al baño cada uno se desvistio, algunos ya habían entrado a bañarse.

―estaba tan emocionado―Ray se golpeó con su casillero―los moretones de ayer, aún no han desaparecido―pensaba.