"Oye, Mayu... ¿Te acuerdas del día en el que nos conocimos? Últimamente, no dejo de creer en el destino y esas cosas. Ni siquiera sé porqué... Sin embargo, sí quiero creer esto también fue causado por el mismo destino. Está bien si no estás de acuerdo o si me sonríes tan gentilmente como siempre haces... Yo seguiré creyéndolo."
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En aquella pequeña ciudad, me despedía mentalmente de todos los momentos que viví ahí. Mi infancia, mi educación, mi familia, mi primer amor... Todo ello se quedaría atrás aquella noche gracias al breve mensaje que había recibido.
Mi familia era una pobre. Tuve que trabajar en uno de los negocios. No estaba sola, también estaba mi gemela menor Nozomi y mi primo, éramos una familia ruidosa y numerosa. Mi marcha de casa no les afectaría. Les ayudaría en mayor consecuencia.
Cálidamente no era la palabra en la que se podía describir como estaba sintiéndome. No sentí ninguna nostalgia o sentimentalismo. Una euforia de abandonar el nido me inundaba, dejándome pensar de una manera objetiva.
Simplemente, caminaba por el andén correspondiente de la estación, demasiado sonriente.
Nada más entrar, vi una multitud demasiado grande, estaba incluso algo asustada. No pude sentarme a tiempo por mi nerviosismo al notar demasiado movimiento.
- ¿Estás perdida?
La chica de cabellos azabaches me preguntó. Me giré aún nerviosa. Sus ojos violetas mostraban gentilidad y dulzura. Se removió uno de sus audífonos, pudiendo escuchar mi respuesta más claramente.
- Bueno, yo... Sí.
- Si quieres, puedes sentarte conmigo, ¿te parece?
Antes de poder contestar, el tren dio un golpe brusco, haciendo que su guitarra cayera frente el asiento, tirándome a mí también.
- ¿Es-?
Antes de poder continuar, pareciera notar como la vergüenza por haber tenido ese golpe de mala suerte. Ella sonrío serenamente.
- No te preocupes, ¿estás tú bien?
- ...¡Lo siento muchísimo, perdón, de verdad...!
- No pasa nada, te golpeaste con mi guitarra también, ¿no?
- Sí, pero...
Miré con algo de pena el asiento a su lado. Sentía que ahora no podría sentarme ahí. Ella dio unas palmadas en el mismo lugar. Seguía con esa expresión empática.
- ¿Al final, quieres el asiento?
- Si no es molestia...
No contestó nada. Se limitó a mirar la ventana, sacando su mano de ahí. Finalmente me senté a su lado. No pude evitar notar ese curioso lunar en uno de sus ojos. Su cabello oscuro como el mismo cielo parecía suave. Sus ojos eran unos cuidadosamente pintados, simulando una mirada felina.
Su ropa no era absolutamente nada parecida a la mía. Oscura, fría, pero con su aire elegante y misterioso. Tenía varios anillos, pulseras y hasta un collar. Tenía las uñas muy detalladamente decoradas. Su imagen era una demasiado llamativa de una manera deslumbrante que envidié en seguida.
Ella pareció notar mi mirada, apartando sus ojos del paisaje de la ventana. No parecía molesta, al contrario, es como si hubiera llamado mi atención.
- ¿Pasa algo?
- No, no, no, no pasa nada.
- La nieve debe de haber parado el camino... No se ha movido desde hace rato.
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Teen Fiction╭──━─━─━──━─━─━─━╮ .⠈.│▓│ . ⠈. ⠈. Oყҽ... .⠈.│▓│ . ⠈. ⠈. ¿Cóɱσ ƚҽ ҽxρɾҽʂσ... .⠈.│▓│ . ⠈. ⠈. ҽʂƚα ɳσʂƚαʅɠια ƚαɳ ɠɾαɳԃҽ? .⠈.│▓│ . ⠈. ⠈. Nσ ʅʅσɾҽʂ, ყσ ʂιɠσ αϙυí ╰─━─━─━─━─━─━─━─━╯ ⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟⠶⃟ ╭╼╾╼╾╼╾╾╼╾╾╼╼╾╾┄╮ ╰╾╮...