❥ᬊᬼ⃢꙰꙰꙰꙰꙰꙰꙰⃟⃟⃟꦳▒⸾⃜⠕𝗔𝗽𝗮𝗿𝘁𝗺𝗲𝗻𝘁 𝟳𝟬𝟳

☆ ⃟ੂཻཻུུ۪͙۫ׄ♡⃕𝘾𝙧𝙪𝙚𝙡 𝙏𝙤𝙬𝙣

El lugar en el que me críe era uno muy pequeño. Un pueblito cualquiera que ha pasado y seguirá pasando desapercibido. 

Nunca me importó, la verdad. Tuve mis amigas, tuve a mi novio años más tarde... Así que para mí esas cuatro tiendas al rededor de restaurantes familiares siempre me agradaron y recibieron bien.

Crecí en una familia media baja. Tuve mi gemela menor y mi primo, quién perdió a sus padres en un accidente de coche, teniendo que mudarse junto a nosotros. En parte, tuve mucha libertad. Mis padres trabajaban, mi hermana estudiaba para conseguir un buen trabajo y mi primo intentaba olvidarse de todo.

Era una chica más del montón, con una vida más del montón, a un paso de graduarse.

 ┈┉̳┈┉̳┈❝音⃝ 楽⃝❞┈┉̳┈┉̳┈

- ¿Tokyo?

- Sí, iré la semana que viene...

El desagradable humo del cigarro me molestaba. No dije nada. Estaba demasiado preocupada en ese momento sobre mi despedida.

- ¿Regresarás, verdad?

- No, mi adorada, no pienso regresar. Me quedaré ahí. No nos vemos tan frecuentemente últimamente, ¿no?

- Pero... Yui-chan, yo te quiero. No quiero que te alejes de mí.

El hombre varios años mayor que yo seguía sonriente mientras daba un par de caladas. No pareciera estar preocupado en lo más mínimo de nuestra relación amorosa.

- Mirai, son cosas que pasan... Yo me sentiré muy solo sin ti, seguro que ya lo sabes, eres muy lista. 

- Yo también me sentiré sola, cr-

- Y es por eso mismo que muchas gracias por todo.

Abrí mis ojos sorprendida ante sus palabras. Sus ojos añiles afilados eran un misterio para mí en ese momento, estaba demasiado confusa.

- He pasado grandes momentos junto a ti, eres una muy buena chica, preciosa, pero... La distancia es demasiado notoria. No puedo seguir contigo, Mirai. 

Desde que habíamos iniciado aquella extraña relación, yo era consciente de que no tenía un futuro. Él estaba casado y tenía un hijo en un pueblo cercano, yo era la que sobraba desde el inicio... No pude aceptar la dureza y frialdad de sus palabras. Fueron demasiado densas de digerir con aquella nula delicadeza y gentilidad. 

Fue tan ridículo que no pude evitar llorar. 

El día de la graduación fue recordado por ese momento tan deprimente. Al menos, no estaba sola del todo en aquel momento. Tenía a mi amiga.

- ¡Hana-chan, me terminó dejando...!

- Lo entiendo, pero no deberías estar llorando en el baño de la escuela por ello. Además, ta te había dicho yo que lo dejaras, ¿verdad? 

- ¡Pero si tú me animaste totalmente cuando te lo conté!

- Porque soy tu amiga y debo apoyarte en todo, pero es obvio que una niña de preparatoria no debería de andar con un hombre casado y con familia. 

- Igualmente...

- Oh, ¿te pagaba acaso?

- ¡No, claro que no! ¡No sería amor si ese fuese el caso! ¡Nunca recibí ni un yen de Yui-chan!

- ... Que tonta fuiste, podrías haberlo exprimido con lo llamativa que eres. Te usó y te tiró. Solo eras su muñeca, al final. 

- ¡No seas tan fría, Hana-chan...!