1. La necesidad de mi amiga

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El sonido del teléfono y su constante repicar llena la habitación, haciendo un gran eco en medio del silencio, en la cama, ella, con un pijama de calzoncitos blanco con encajes de color rosa y blusa corta, en medio de un gran trancon de sabanas y almohadas se encuentra Andy Medina, aun dormida.

Saca una mano y lentamente busca sobre la pequeña mesa de noche el celular.

Alo, con quien? __Contesta algo malhumorada __ La noche que tuvo no fue la mejor, el trabajo la tenia tan abrumada y además le faltaron dos auxiliares de cocina complicando todo lo que ya había planeado con anterioridad, causándole una sobre carga de trabajo, además haciéndola quedar como desorganizada que era lo que mas detestaba

Andy, estas ahí? __ pregunta algo consternada por el silencio __ Andy, soy Omaira __

¿Omaira? __ pregunta aún adormilada __ se incorpora rápidamente y en su rostro se dibuja una gran sonrisa y los hoyuelos que se enmarcan

¡Hola, amiga!__ responde ya despierta

Amiga, necesito tu ayuda __ dice la voz a través del teléfono

Omaira ¿qué hiciste esta vez? __ le pregunta algo contrariada

No era la primera vez que su mejor y única amiga se metía en problemas, siempre los buscaba, aunque ella decía que era un imán para encontrarlos.

¡No he hecho nada malo! __ Responde rápidamente __ Necesito un favor tuyo, por favor ayúdame __ le súplica.

Andy y Omaira se conocieron en la Escuela de gastronomía, y ella conocía todos los secretos que Andy podía tener, siempre era sincera, aunque algunas veces su sinceridad rayaba en la intromisión y en la dureza de ver las cosas claras de cada situación que se les presentaba, las cuales Andy procuraba dejar pasar.

¡Aja! ¿Y entonces cuál es el favor? __ Pregunta algo inquieta

Necesito una chef que tenga especialidad en menus tropicales __ dijo __ y tu eres a la única que yo conozco y además te tengo confianza __ Explicó

¿Qué? __ hizo una pausa y siguió hablando __ Pero, tu también tienes esa especialidad __ argumento de manera pensativa

Si, pero me accidente la mano, y ya tengo una agenda de menús... __

En esos momentos es interrumpida por Andy de manera brusca __¿Qué accidente? ¿ Cuándo? __ preguntaba.

Te estuve llamando anoche, pero no me contestastes __ le respondió algo culpable. __ Quemadura de segundo grado __ lanzo un suspiro

Era una regla de no contestar teléfonos durante la preparación de los menus, y por causa de la mala noche, ella tampoco lo reviso, que pena.

Andy trabajaba en un hotel en la zona costera, y el administrador era una persona muy exigente, y toda su organización se basaba en puras reglas, a ella no le importaba en lo mas mínimo, pero ciertas reglas parecían injustas, y esa era una de ellas.

Aja y ¿entonces? __ le volvió a preguntar __ ¿que quieres que yo haga?

Que me ayudes por unos meses__ dijo de manera poco audible __ pide permiso o renuncia y vente conmigo __ termino de decir.

¡Jumm!! Permiso, el señor Augusto, no lo creo, pero veré que hago, porque me deben tres años de vacaciones y puedo meterme por ahí y por ultimo pedir una licencia, y así poder ayudarte __ respondió rápidamente __ yo te llamo mas tarde...

Es interrumpida __ De todas manera el avión te recoge pasado mañana, que va por unos víveres. A las diez de la mañana. Te espero__ le lanza un beso.__ cuelga dejándola con la palabra en la boca

Como siempre, ella manda en nuestra relación__ lanza un largo suspiro.

Mientras se bañaba pensaba en la posibilidad de cambiar de lugar de trabajo, no era que no le gustara el que tenia, pero las islas donde estaba Omaira eran de ensueño, eran un paraíso, quien en su sano juicio diría que no. Además la forma de trabajo eran únicas, solo se laboraban cuatro días a la semana, porque tenían a cuatro chef de planta y dos de reposición, por si el ajetreo era muy pesado y el sueldo, era.... Suspiro.

Mientras acariciaba estos pensamiento se preparo para salir. Vistió unos jeans holgados una camiseta bastante grande y se cruzo una mochila, recogió su largo y negro cabello y lo sujeto.

El señor Augusto era una persona de carácter bastante ácido, bien regordete, usaba unos lentes muy pasados de moda, siempre vestía trajes de corbata, era muy elegante su forma de vestir.

Al llegar a la puerta de la oficina toca y se anuncia, espera que le permitan el paso.

Buenos días señor Augusto, lamento molestarlo pero... __ de pronto se detuvo__ necesito un permiso para ausentarme por unos días por problemas personales__ termino la frase.

Su labio inferior sentía la fuerza de sus dientes, sus manos entrelazada a sus espaldas, como tenia tres años de conocerlo ya sabia de ante mano la repuesta que él le iba a dar.

Para disimular su nerviosismo paseo su mirada alrededor de la oficina.

Estaba toda iluminada, las cortinas corridas dejaban ver la belleza del lugar, paredes en colores de blanco y dorado, los muebles en color miel, daban la sensación de paz y tranquilidad. Las ventanas eran enormes y el cristal era tallado con orquídeas, era realmente hermosa.

Esta oficina tenia otra habitación la cual el señor Augusto la utilizaba para clientes VIP, pero hoy estaba cerrada, debe ser que estaba con otra persona.

¿Cuantos días necesitas? __ pregunto mirandola fijamente y sacándola de sus pensamiento, fue tanta la sorpresa que no lo podía creer y su expresión lo demostró.

Toda perpleja lo observa, no puede creer lo que le esta pasando, ese hombre que es tan insoportable, tan crítico, le esta daban un permiso, cuando eso para él y para su hotel son pérdidas.

Hay que aprovechar la oportunidad esto se ve solamente una vez en la vida

Un mes... Tal ... vez __ dijo toda confusa y dudosa.

Ok __ contestó de manera seca y cortante __ A partir de hoy __ hizo un breve silencio __ ¿algo más?__ al no obtener repuesta con la mirada le hizo una señal de que saliera, por que estaba ocupado con un cliente.

Al momento ella salir escucha al señor Augusto decir __ ¿Estás de acuerdo con eso?

Si__ respondió una voz ronca y después tocio.

Del hotel hasta la casa de pensionados donde ella vive son veinte minutos de caminos, pero ese día solo fueron diez, ese día era genial.

Empaca la ropa de trabajo, unos trajes y un bikini por si acaso...

Islas Paraíso esperame con los brazos bien abiertos, que voy con toda. Suelta una risita toda sospechosa y su mente sucia empieza a hacerse imágenes de hombres sexis en pequeños trajes de baños... Huy que bien, comencé esta semana. Sigue con la risita toda pícara.

¿Quien sería la persona que estaba con el señor Augusto? __ pensaba Andy, pero hizo un gesto para alejar esa voz, que aunque se escuchaba ronca tenía la sensación de haberla escuchado antes.

Ya en el aeropuerto, con maletas en mano se dirige con pasos calmado hacia la sala de espera, por unos momentos se queda mirando la espalda de un hombre que se le hace muy familiar, lo sigue con la mirada, y este al girar para entrar a una sala de VIP para jet privados, le reconoce.

¡Es él!

UN  EXTRAÑO APRIETOWhere stories live. Discover now