𝑭𝒊𝒗𝒆 𝒉𝒐𝒖𝒓𝒔 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝑫𝒓𝒂𝒄𝒐 𝑴𝒂𝒍𝒇𝒐𝒚

✦˚* Dieciocho* ˚ ✦

DESPUÉS de enviar esa carta a Annelisse, Draco salió de su habitación, listo para comenzar el día. Aunque sus padres no habían decorado la casa para Navidad, había colocado pequeños adornos en su habitación que Annelisse le había enviado por carta. Los tenía esparcidos por su habitación, dispuestos como ella le había indicado.

Una bola navideña hecha de pequeños cristales, colgada en el pomo de la puerta de su ventana, brillaba cuando la luz del día la golpeaba, reflejando patrones de luz en las paredes de su habitación.

Un arbolito de Navidad que colocó detrás de su puerta.

Un montón de bastones de caramelo se esparcieron para endulzar su habitación.

Una postal de Annelisse que guardaba en su escritorio, siempre lista para volver a leer.

Y un trozo de muérdago, que siempre llevaba consigo, con la esperanza de volver a verla y tener una excusa para volver a besar a Annelisse.

"Buenos días, Draco." Dijo Narcissa cuando lo vio entrar a la cocina.

Draco se sentó en la mesa junto a ella y miró el desayuno, que ya estaba preparado en la mesa. "Buenos días, madre". Tomó un café solo sin azúcar y una pieza de fruta.

"¿Planeas hacer algo hoy?"

"Realmente no."

"¿Te gustaría ayudarme con los preparativos para el baile?"

"Claro"

Draco tomó un sorbo de su café y luego un bocado de la manzana que había tomado. Desde que había regresado a casa, su madre había sido algo diferente y Draco no sabía por qué, aunque a él le gustaba, ella estaba menos enojada, más atenta con él "¿Y papá?"

"Fue al Ministerio. No vendrá hasta la tarde".

"Oh." Respondió sin mucho entusiasmo. Tampoco le importaba si su padre estaba o no, incluso agradecía poder pasar un día sin él, sin escuchar todas sus quejas y aguantando la forma en que le hablaba habitualmente.

"Draco." Narcissa dijo después de un momento de silencio.

"¿Ella lo vale?" Ella le preguntó. Draco, al principio no lo entendió, pero después de unos segundos lo hizo. Su madre estaba hablando de Annelisse.

"Sí." Su rostro se puso algo más serio "Y espero que la trates bien".

"Tu padre se pondrá furioso cuando se entere".

"No me importa lo que crea. Es mi vida".

"Draco..." suspiró "No me importa, aunque tú creas que sí. Es sólo que, ya sabes cómo se va a poner".

"Si eso sucede, dejo el baile con ella".

Hubo un pequeño silencio, para ellos parecía eterno.

"Ella tiene que ser muy especial. Mírate, te ves diferente".

Draco suspiró, dándose cuenta de las palabras de su madre. Realmente era diferente y para mejor.

"Ella me hace querer ser una mejor persona, mamá".

Ambos siguieron desayunando, tomando café sin hablar. Narcissa miraba a Draco de vez en cuando, pensando. Le pareció genial ver a su hijo así, alegre y no triste como lo había estado todos estos años.

Draco adoraba a su padre y que lo tratara mal lo afectó mucho, volviéndose de esa manera que todos en Hogwarts odiaban, convirtiéndose en ese Malfoy que nadie podía soportar.

Aunque, después de Annelisse, Draco no quiso seguir viviendo en esa oscuridad. Quería, como decía Annelisse, ver lo bueno en las cosas, disfrutar de lo que la vida le ofrecía, y quería hacerlo con ella. Quería seguir aprendiendo sobre la vida a su lado.

Narcissa se dio cuenta de que Annelisse había hecho algo bueno en Draco y eso le gustó. Ella solo quería su felicidad y se alegraba de que finalmente, después de tantos años, tuviera una razón para vivir y cambiar su vida para mejor.

Y ahora el problema era cómo Lucius Malfoy iba a tomar el hecho de que Annelisse —nacida en Muggles— iba a una fiesta donde solo habría sangre puras.

Narcissa había ocultado por el momento el origen de Annelisse a Lucius para poder asistir a la fiesta. A ella no le importaba su origen, es más, quería conocerla, saber quién era esa chica, que había puesto el mundo patas arriba por completo con su hijo.

"¿Sabes, Draco?" Dijo su madre, provocando que él la mirara "No siempre fue tan malo".

Esas palabras dejaron a Draco algo paralizado. Tragó saliva, sin hablar, solo mirándola. Narcissa miró hacia abajo durante unos segundos, pensando "Sabes perfectamente bien que tu padre y yo siempre seremos Mortífagos, Draco". suspiró "Me perdoné a mí misma pero tu padre no ..."

"Eso fue hace mucho tiempo." Él chasqueó.

"Cuando ganamos la Guerra Mágica en 81 y destruimos a Voldemort, una parte de tu padre también murió. Después de ser perdonado por haber 'estado' del lado enemigo, cambió."

"No sé qué quieres decir con eso, madre."

"Que él también sufre, Draco, e incluso si no es el mismo hombre que antes, yo amo a tu padre." Ambos se miraron sin hablar durante unos segundos, tratando de entender al otro "La marca lo corroyó gradualmente por dentro, supongo".

Draco tragó saliva, su madre nunca le había hablado así de su padre. Ella lo había tomado totalmente por sorpresa.

"Él borró todo lo bueno que había en él. Cuando fuimos liberados por lo que sucedió, todos nos rechazaron y él no pudo soportarlo".

"¿Y por qué no lo ayudaste?"

"Él nunca quiso recuperarlo", se encogió de hombros "y terminó convirtiéndose en su propio padre".

"¿Y por qué no lo dejaste?"

"Las cosas no funcionan de esa manera, Draco, y por mucho que nos amemos, sabes perfectamente bien que los Malfoy están acostumbrados a estar atados a matrimonios arreglados."

Draco ante esas palabras no pudo pensar en nada más y se asustó. Esperaba que su madre no respondiera lo que él creía que haría. Y luego, le preguntó: "Yo ... ¿voy a tener que cumplir con eso también?" Dijo con miedo e inseguridad en su voz.

"Hijo", suspiró "Hablaremos de esto en otro momento, pero quiero que sepas, solo quiero tu felicidad, no dejaré que mi hijo tenga que pasar por esto. Convencí a tu padre hace años de que no lo hiciera". 

Nota de la autora:

LEAN ESTO

Sé que el episodio termina como si lo fueran a obligar a casarse con otra persona, pero no.  

Esta historia no es una de esas. Además, quería dejar en claro que no sigue la trama de Harry Potter en absoluto, Voldemort murió en el 81 con los padres de Harry.  

Aún quedan algunos capítulos, ¡prepárate porque las cosas se ponen interesantes! 

Los amo!