Mi Pequeña Familia || Chanchang

CAPITULO 05

෴

Después de aquel almuerzo, se hizo costumbre que Changbin visitara diariamente a Jisung. Después de la universidad y antes de ir a su propio departamento, pasaba a ver a su ex nana que había sido contratada por Chan y a Jisung.

Jugaba con él e incluso a veces lo sacaba a pasear junto a la señora Ming. Ella tenía informado al señor Bang de las salidas que su pequeñito hacía con Changbin y éste se llenaba de emoción. Pocas veces tenían la oportunidad de verse, porque Changbin se las arreglaba para huir antes que llegara.

Así pasaron dos meses, tiempo en el que Chan consiguió que su vecino se quedara un par de veces a cenar con él o fines de semana en que compartían bajo aquel árbol del parque del frente. Su relación era cada vez más cercana, pero la última semana casi no se habían visto, por que Chan tenía mucho trabajo y llegaba un poco más tarde, por lo que Changbin volvía a su departamento solo, después de haber jugado con Jisung. Pero ese jueves, a Chan le habían cancelado una reunión y aprovechó de irse más temprano a su casa, encontrando al menor.

Changbin sintió como su corazón palpitaba agitadamente cuando sintió su voz. Y para Chan fue igual al ver a su vecino jugando con su hijo.

—Binnie...que gusto verte...la señora Ming me dijo que sigues viniendo a ver a Jisung. De verdad te lo agradezco.

—Changbinie tiene un imán con los pequeños. Sus hermanos lo adoran. Y Jisung se pone tan feliz cuando llega. Y no es para menos, mi Binnie es encantador, ¿no lo cree señor Bang?

El señor Bang sintió como los colores subían a su cara. Obviamente encontraba más que encantador a su vecino, pero no se atrevería a manifestarlo tan abiertamente.

—Changbin es muy amistoso y cariñoso con Jisung y estoy agradecido que se preocupe por él. ¿Te quedas a comer conmigo?, la señora Ming hizo bastante comida —cambió de tema rápidamente para salir de aquella incomodidad.

—Me encantaría, gracias hyung—y así mientras la señora Ming se despedía, Changbin fue apresurado a la cocina a ayudar a Chan a calentar la comida y poner los cubiertos para comer.

Ninguno decía nada. Habían pasado casi una semana desde que no se veían y aunque no lo admitieran el uno al otro, se habían extrañado. De pronto sus miradas se cruzaron, ambos sabían lo que querían, pero se contenían. Changbin deseaba que Chan lo besara, pero el mayor no lo haría, sabía que era un juego demasiado peligroso.

— ¿Cómo va la universidad Changbin? —preguntó el mayor, una vez que estaban sentados y comiendo la deliciosa comida que había preparado la señora Ming.

— ¡Estupendamente hyung!, ya estoy próximo a terminar el semestre y el próximo podremos ir a hacer pre prácticas. Eso me entusiasma mucho. Estar en una sala de verdad con los niños. Será maravilloso.

—Admiro tu vocación Binnie...amo a mi hijo y estoy seguro que soportaré cada una de sus travesuras, pero no sé si podría aguantar tantos a la vez...

Changbin arrugó su nariz y mostró sus dientes de conejo en una tierna sonrisa. Sabía que muchas personas no entendían su pasión por enseñar y por estar con los más pequeños, pero para él, era el lugar donde quería estar.

—Es lo que me gusta hyung. Los niños me dan tranquilidad aunque no lo creas. Por eso venir a ver a Jisung después de clases me hace bien.

De pronto la conversación fue interrumpida por el timbre. Chan estaba sorprendido. Ya eran pasadas las ocho de la noche y no se imaginaba quién podría ser. Su madre le avisaba cuando lo visitaba.