Capítulo 4: No puedo (pero quiero)

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El rostro de Albus era un poema, Alice y Scorpius obviamente no entendían lo que sucedía. Albus no sabía que decir, abría y cerraba la boca sin emitir sonido, buscando las palabras adecuadas para mandarme al demonio, pero sin que se note que me está mandando al demonio, no sé si me entienden. Comencé a retroceder caminando de espaldas, aun mirándolo y gesticule un inaudible "lo siento".

— ¡Se lo diré a papa, Lily Luna Potter! —gritó.

— ¡Y yo le diré que necesitas terapia, hermano! —respondí. Y vaya que tengo razón, ese chico por culpa de su corazón perdió la razón, y eso rimó. Oh vaya, eso también. ¡Basta, concéntrate, Luna!

Sacudí la cabeza para despejar mis pensamientos sin sentido y volví con mi clase, la cual transcurrió completamente normal, no pasó nada que no haya pasado antes, como animales raros traídos por Hagrid saltando a la cara de estudiantes, el semi-gigante gritándonos que nos calmemos, que son inofensivos, etc. Lo de siempre. Lo de siempre más un par de miradas sospechosas por parte de un Hugo desesperado por hacerme un interrogatorio, la escena no pasó desapercibida por él. Estoy segura de que más adelante me las tendré que ver con él.

¡Oh, mierda! No solo eso, también recibiré un regaño digno de la abuelita Molly si es que Albus le cuenta lo de la capa, ahora más que nunca debo buscarla. Deberé recurrir al cerebro de Rose de ser necesario, por el bien de mi integridad física (y mi libertad, pues, no olvidemos a mi padre).

Para cuando termine de divagar sobre mis posibles destinos, la clase ya había finalizado. Estábamos volviendo a los interiores del castillo puesto que se acercaba la hora del almuerzo. Y como era de esperarse, la diva Potter me estaba esperando en la entrada del Gran Comedor.

— Los alcanzo luego —dije a Hugo y al resto de mis compañeros—. ¿Qué quieres? —pregunte a Albus.

— ¿Qué "que quiero"? ¿Hablas en serio? —inicio su discurso— ¡Quiero saber por qué rayos te echaste para atrás! ¡Y justo cuando hubo un progreso! Y no te hagas la desentendida, Lily Luna, oí lo del desayuno.

Maldita sea, Malfoy, a estas alturas es que te comportas amigable.

— Alto ahí, querido. En primer lugar: bájale a tu tono —podrá ser mi hermano, pero a mí nadie me sube la voz, no señor—. En segundo lugar: no malinterpretes las cosas, eso fue mera cortesía, ni que avance ni que ocho cuartos ¡Los calzones del tío Ron habrán avanzado más que yo! Y, en tercer lugar, y no por eso menos importante: debes darte cuenta que esto es un error. No podemos separar a dos personas que son felices, si debe pasar, pasara, pero no debemos interferir, Albus, tú no eres así. —Y para darle el toque final a mi mega e irrebatible respuesta, saque mi as bajo la manga, la mueca de decepción, la aprendí de mi madre con los años, me sale igualita.

Albus pareció pensar en lo que dije por un rato y por un segundo, pareció recobrar la razón, pero solo por un segundo, porque lo siguiente que dijo, estoy segura que no me dejaría conciliar el sueño.

— Tienes razón Lily, no podemos...no puedo separarlos. Aunque en algo te equivocas, ellos no son felices, o no tanto como tendrían que serlo. Alice merece a alguien que la ame con todo su ser —Albus apretó la mandíbula, casi parece que está aguantando las lágrimas—, alguien a quien se le iluminen los ojos de solo verla y que la trate con todo el amor y cariño que se merece. Y ese, te guste o no, soy yo, no Scorpius. Así mismo, mi mejor amigo merece estar con una persona de la cual este profundamente enamorado ¡Y yo sé que no es Alice esa persona! Hasta cuando salía con Rose se lo veía enamorado, y ahora no. Se los ve bien, se los ven alegres, mas no felices. No puedo separarlos, pero quiero hacerlo.

Quizá tenga razón. Pero una cosa no justifica la otra.

—Sigue sin ser nuestro asunto, Albus, te guste o no. —Repliqué sus palabras. Le eche una última mirada a mi hermano, ya resignada totalmente con el asunto, no cambiaría de opinión pronto.

Entre al Gran Comedor, sola, Albus se quedó afuera con la palabra en la boca, conociéndolo, se ira a clases sin comer.

Al llegar a mi mesa, la mirada por parte de Hugo no se hizo esperar.

— Luego te digo. —Susurre para evitar que haga preguntas. Obvio que no se lo diría. Lo quiero mucho, pero es pésimo en dos cosas: Quiddich y guardar secretos. 

֎

Por fin el día termino y vuelvo a encontrarme en mi cómoda y seductora cama. Luego de la discusión con mi hermano, el resto de la jornada transcurrió con total tranquilidad. No volví a cruzarme con Albus durante todo el día, no lo vi en los pasillos ni a la hora de la cena, generalmente está con Scorpius y el resto de sus amigos en la mesa de Slytherin, o en la mesa de Gryffindor conmigo y el resto de la familia. ¿Estará evitándome? No, no lo creo. Quizá solo necesitaba pensar a solas en todo lo que hablamos, conociéndolo, debe estar dándole mil vueltas al asunto. El y James son más parecidos de lo que quieren admitir, ambos son tercos y no quieren dar el brazo a torcer cuando se convencen de algo, les cuesta darse cuenta de sus errores y retractarse mucho más aún. Posiblemente para este punto, Albus ya vio con claridad que lo trataba de hacer no es correcto, pero está buscando la forma de admitirlo en voz alta sin perder el orgullo. En caso contrario, ya le hubiera dicho a papa lo de la capa y el mapa y estoy segura de que estaría sosteniendo una carta vociferadora nada amigable en este mismo instante, el niño que vivió no tiende a escatimar en palabras cuando de regañar se trata.

De todas formas, hare lo que planee y recurriré al cerebro de Rose, no me arriesgare, aparte, no puedo ser la Potter que extravió una reliquia de la muerte, es un hecho que hasta podría salir en un libro de historia, no quiero que me recuerden de esa manera.

Mientras espero a que Rose entre al dormitorio, ya que se encuentra en la sala común, me pongo a pensar en las cientos de maneras en que puedo contarle y pedirle el favor, sonar como una persona racional y evitarme un sermón. Lastimosamente, yo no hago así las cosas. Ni bien entró al cuarto las palabras brotaron de mi boca sin antes darme esos famosos tres segundos para pensar antes de hablar.

— Extravié la capa de invisibilidad y el mapa del merodeador. Necesito que me ayudes a encontrarlos así Albus no puede chantajearme. —¿Habré hablado demasiado rápido? Nah, el rostro de desconcierto de Rose es por otra cosa, seguro.

La cara de la segunda pelirroja más bonita de la familia (la primera soy yo) era un poema. Mi prima se quedó totalmente muda por unos segundos.

— ¡¿Cómo que los extraviaste?! ¡¿Cuándo?! —vocifero.

— ¡Habla más despacio o despertaras a todo Hogwarts, mujer! —chillé—. Respondiendo a tus preguntas... ¡No lo sé! —en ese momento, a Rose se le desencajo la quijada—. Sé que los extravié aquí, en el cuarto, hace dos meses. Y tampoco es que los extravié como tal, solo los deje...invisibles... ¿tirados por algún lado?

Una vez que terminé de hablar, mi prima suspiro aliviada y rio. La mire sin entender nada y fue en ese momento que se dirigió a su armario, sin articular palabra, solo riéndose sola y sacó ¡LA MALDITA CAPA!

— No entiendo. —dije honestamente

— Tropecé con toda la basura que dejas regada por la habitación —como no, hallo la oportunidad para regañarme—, entre esa basura estaba la capa, así que la doble y la guarde. ¿Olvidé mencionarlo? Cuando me dijiste que la perdiste pensé que la habías tomado del armario y extraviado, no que la perdiste hace meses.—Si no me mirara con esos aires de superioridad en este instante posiblemente le besaría los pies.

— Rose Weasley, por eso eres mi prima favorita. Aguarda, ¿y el mapa?

— Lo tiene Hugo, me lo pidió hace unas semanas.

— Maldito hijo de...

— ¡Oye, cuidado con lo que vas a decir de mi mama!

Reí ante sus palabras y levanté las manos en señal de paz, por lo menos ya sé dónde está el mapa del merodeador.

Rose se sentó en la orilla de su cama y medito unos segundos.

— ¿Por qué quería chantajearte Albus? —preguntó. Maldita Rose y su curiosidad.

Creo que nos atraparon, hermanito.





NOTA: ¡Volví! Nuevamente, lo siento por tardar xd me gustaría decirles que es la ultima vez pero todos sabemos que no será así. Pero sepan que aunque me demore en actualizar no dejare olvidada la historia. Los quiero♥

PD: Disculpen si hay muchos errores, no los revise antes de publicarlo jeje

¡Lily! Necesito que enamores a ScorpiusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora