Si nos quedara poco tiempo

Un día normal

La luz del alba ya se asomaba por la ventana cuando la alarma del despertador sonó. Como siempre apague el despertador y me quede en la cama un rato más. Despues de quince minutos me levanté y me preparé para ir al trabajo. Era una mañana fría, típica del mes de Julio, por lo que me abrigué antes de salir. Al bajar por las escaleras vi a Kim, que me estaba esperando con una taza de café.

-Hola hermanito, buenos días- Me dijo con una voz dulce. -Te preparé el desayuno.

-Buenos días Kim, muchas gracias- Le dije mientras me agachaba para saludarla.

Me sente a desayunar frete a ella y mientras lo hacia observe como leia un libro de biología. A veces creo que ella es la única razón por la cual me levanto en las mañanas. Todos los días se despierta antes que yo para hacerme el desayuno y saludarme con su dulce voz.

- Noah se te hace tarde para ir al trabajo.

Mire el reloj y tenía razón. Eran las 7:45 y a las 8:00 tenía que estar en el trabajo. Le agradecí por haberme avisado, la saludé con un beso en la mejilla y salí apresurado.

Como todas las mañanas, miro el parque y me imagino como sería con árboles, flores y pájaros cantando. Todas esas cosas ya no existían en estos tiempos. Trate de apurarme para no llegar tarde, por lo que tomé un atajo y gracias a que corrí un par de cuadras llegue a tiempo.

El laboratorio era algo grande, lleno de computadoras y otros aparatos de investigación. En él se encontraban tres áreas denominadas: Prevención, Control y Restauración, o también conocidas como AP, AC, y AR. En el primero se encargaban de buscar las maneras apropiadas de evitar que la contaminación siga afectando a la atmósfera, en el segundo se controlaba el estado de la ozonosfera, ya que si está llegaba a un estado crítico todos los rayos dañinos penetrarian la atmósfera terrestre, y la vida en la tierra dejaría de existir, y por ultimo, en el AR, se encargaban de buscar formas óptimas de restaurar el daño causado en la atmósfera luego de la tercera guerra mundial.

Yo trabajo en el AC junto a Samantha. Una chica de 20 años, con el pelo algo ondulado de un tono castaño claro, ojos verdes y de estatura media. La conocía hacia apenas unos meses, pero nunca había tenido el tiempo para tener una agradable conversación y llegar a conocerla un poco mejor.

-Hola- Me dijo con una voz alegre- ¿Por qué estas tan agitado?

-Se me hizo tarde... de vuelta- le contesté algo agobiado y entre risas.

-Que suerte que llegaste a tiempo- me dijo con esa sonrisa tan peculiar que ella tenía, a decir verdad me gustaba su sonrisa- Empecemos a trabajar antes de que venga el gerente a supervisar.

-Esta bien, empecemos.

Con Sam todas las mañanas controlamos el estado de las capas de la Atmósfera, verificamos el incremento o disminución del oxígeno y el ozono, y controlamos que los valores de los gases tóxicos no aumenten.

Luego de verificar que todo estuviera bien, escribimos la bitácora diaria. En ella se encontraban todos los datos desde hacía años. Al finalizar cada semana se comparan los resultados para saber si el AR y el AP lograron obtener mejoras con respecto a sus experimentos.

Cuando terminamos de escribir todos los datos en la bitácora faltaban veinte minutos para salir del trabajo. Así que guardamos los archivos y le dimos un último vistazo a las computadoras para verificar que todo estuviera en orden.

Antes de que saliéramos le pregunte a Sam si le gustaría almorzar mañana en mi casa luego del trabajo, a lo que contesto que si y que haría unos muffins de chocolate como postre.

Como todos los días, luego del trabajo, fui a buscar a Kim a la salida del colegio, que se encontraba a unas cinco cuadras del laboratorio.

Al llegar a la escuela, ella me estaba esperando en la entrada. Camino a casa pasamos por enfrente del parque y vi que Kim no dejaba de ver a unos niños jugando con un barrilete.

-¿Te gustaria venir al parque después de comer? Podríamos comprar un barrilete y pasar la tarde juntos.

-Sii- Dijo entusiasmada.

Lo que quedo del camino hasta llegar a casa Kim no dejo de sonreir. Cuando llegamos me puse a hacer el almuerzo y Kim siguió leyendo el mismo libro de la mañana.

Cuando terminamos de comer salimos hacia el parque como se lo había prometido. Era un lugar bastante grande, tenía juegos, una pista de atletismo, una cancha de voléy y muchas mesas, el único defecto era que no tenía mucha naturaleza, más que algunas masetas aisladas.

Fuimos a un puesto que vendía barriletes y aprovechamos que había viento para montarlo. Ese día Kim corrió por todos lados con su barrilete nuevo. Cuando se canso se sentó junto a mi y conversamos un poco. Luego de un rato fui a comprar garrapiñada para ambos y Kim se quedo dibujando en la mesa.

-Mira lo que hice para ti Noah.

Me di vuelta y Kim me mostró un dibujo de nosotros dos en el parque. Siempre le gustaba dibujar al parque con flores, árboles, pájaros y niños jugando.

-Es muy lindo kim, lo pondremos en la heladera así nuestros padres podrán verlo.

-Sip- Me dijo contenta.

Volvimos para casa antes de que anocheciera, al llegar ella saco el dibujo de la semana pasada de la heladera y puso el nuevo. Cuando llegaron mis padres felicitaron a Kim por su dibujo. La cena fue callada ya que todos estábamos cansados, ayude a levantar los platos y al terminar me fui a mi habitación.

Prendi la tele y me quede viendo un documental sobre los distintos tipos de rocas, la verdad siempre me había llamado mucho la atención la geología. Luego de un rato apague la tele y me quede dormido al instante.