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Si le hubieran preguntado a Keigo desde pequeño en donde se veía en unos años, la verdad no se veía donde estaba ahora.

Hawks se despertó, abrió los ojos con pesadez mientras los tallaba un poco. Giro a su derecha para ver el cuerpo desnudo de un chico acostado boca a bajo. Su mirada regreso al techo tapando su cara con su brazo.

Maldijo para sí mismo y se sentó en la cama sin hacer movimientos bruscos, no quería despertarlo.

Se estiró un poco y se levantó de la cama, recogiendo su ropa tirada por el suelo y comenzando a vestirse.

En cuanto termino de vestirse busco su celular, billetera y lentes de sol. Los encontró sobre un mueble y encendió su celular.

Busco un contacto entre los que tenia y finalmente la encontró.


¡Hola!:D ¿pasas a buscarme?—
¿Estas despierta?, te envío mi ubi—
📍UBICACIÓN—

—¿Qué haces hasta allá?
—Mejor no me digas, ya voy

Gracias, tqm—



Keigo guardó su celular en su bolsillo y giró hacia el chico. Estaba cubierto de la cintura hacia abajo. Seguía dormido y no lo quería molestar más.

Salió de la habitación hacia un pasillo.
Ahí es donde se dio cuenta que estaba en un hotel.

Se colocó los lentes oscuros mientras bostezaba y estiraba sus brazos, sus alas se movieron de manera involuntaria sacudiéndose levemente. Llegó al ascensor y se metió marcando el primer piso para bajar.
Una vez dentro se quitó los lentes de nueva cuenta, se miró en el gran espejo que había como pared interior en el ascensor, arreglo un poco su desordenado cabello y cuando considero que estaba bien se volvió a poner los lentes.

Cuando las puertas se abrieron salió y pasó por recepción sin decirle nada a la señorita que se encontraba atrás del mostrador.

Salió del hotel y respiró profundamente. Aire fresco.

A cómo podía ver y sentir el sol podía calcular que era alrededor de la 1pm

Al cabo de unos minutos un auto gris se estacionó frente suyo.
Keigo subió al reconocer el auto.

—Gracias por venir Rumi—

Una morena de pelo blanco y buen cuerpo le recibió —Solo porque estaba por el lugar, de no ser así te regresabas volando—

—Nah, no tengo ganas de volar hoy—

Rumi arrancó el coche. —¿y bien?—

—¿que?—

—Usaste condón ¿verdad?—

—RUMI— Keigo se sonrojó y le golpeó levemente el brazo

—Que acabas de empezar tu agencia imbécil no vaya a ser que te de algo— aclaro la chica mientras mantenía la vista al frente

—Si use, ya— corto esa conversación.

—Y por la misma razón que empezaste la agencia debes detenerte con esta mierda, comienzan a reconocerte más de la cuenta, no querrás que alguno de esos chicos salga a decir que tuvo sexo casual contigo— Detuvo el coche en el semáforo rojo

toxic | DabiHawks | (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora