No juzgues a alguien por su apariencia...
Esos eran los pensamientos de un joven chico de cabello bicolor.
¿como era posible?
Paso de ser alguien que nadie quería y que todos le tenían asco, aun chico lindo y atractivo que todo mundo elogiaba.
...
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Un chico de catorce años, se encontraba camino a su hogar, era tarde, observaba como el día terminaba, y con ello, otro día que quisiera olvidar, todos los días era lo mismo, ya no sabía siquiera como sentirse al respecto.
El no sabe desde cuando, pero siempre fue un cero a la izquierda, o bueno, ahora lo era, todos lo excluía de lo que fuera posible, cualquier aprovechaba la mínima oportunidad para molestarlo.
Como cualquier chico de su edad, le llamaban la atención los deportes, el fútbol entre ellos, todos sus compañeros jugaban con alegría y emoción a la hora de los recesos, y claro, el también quería ser parte de aquella divertida hora de juego, pero siempre le negaba el juego, ¿por qué? Simple, por su condición física.
El no entendía algo, cuando fue que comenzó aquel trato con el, quería poder saber eso, cuando el era más pequeño, no tenía problemas con hacer amistades pero ahora... ahora todo era muy diferente, el sabia muy bien que su condición física no era la mejor, pero sabía que aún así podría jugar muy bien, siempre fue uno de los mejores en aquel deporte, pero los bonitos tiempos y sonrisas no siempre son eternas...
Recuerda que cuando tenía diez años, le dieron aquella horrible noticia "tu padre fallecio" jamás olvidara los llantos de su madre al recibir la llamada de la policía, el no podía creer eso, para el no era real... era un mal sueño, desgraciadamente no era así. Sin darse cuenta la depresión y tristeza callo sobre el, no tenía hermanos, o alguna mascota para aliviar el dolor que tenía y olvidar por un momento aquello, sabía que su madre estaba muy mal, ella le daba todo su apoyo pero, ¿quien se lo daba a ella? Así es, nadie... jamas se dio cuenta cuando empezó su obsesión por comer, cuando lo hacía, sentía el delicioso sabor de lo que probaba, y así, olvidaba por unos segundos su dolor, por eso mismo, siguió y siguió hasta que se dio cuenta del daño que de hacía...
Cuando lo noto, había subido de peso... sus compañeros comenzaron a verle con asco por ello, el solo ignoraba todo, pero ya no pudo con eso cuando cambio de escuela y todo fue aún peor.
La depresión que el aun tenía, lo convirtió el alguien facil de manipular, la mínima cosa le de decían, le hacía sentir realmente mal, al punto de llorar, causando que más burlas llegarán a él.
Un día de clases, días que para muchos niños eran divertidas y para otro aburridas, pero en su caso, sentía que cada día de clases era un infierno que parecía eterno.
Pero, en todo lo malo, siempre hay algo bueno, ¿no? Y eso bueno le sacaba siempre una pequeña y sincera sonrisa, no era un objeto o algo material, era un chico, chico que pese a jamás haber compartido palabras con él, le hacía raramente feliz.
Desde que cambió de escuela lo conoció, un chico bastante lindo tanto de apariencia como de comportamiento, el tenía muchos amigos, el solo era una piedra al lado de aquel hermoso chico, poco a poco se dio cuenta de lo que enserio sentía por el, pero le deprimia, claramemte sabía que no tenía oportunidad con ese hermoso chico
Así eran los días de aquel joven, muchas cosas pasaban por su mente, cosas que no debería pensar alguien de su edad, y también cosas que no debería de pasar aquel chico y ningún otro de su edad.
Pero sin embargo, la vida de aquel chico, de nombre, Katsuki Bakugou, decido ser así de cruel con el.
