Taehyung es un chico con una extraña condición, la cual le provoca sarpullidos en forma de corazones por todo el cuerpo cada vez que veía a la persona que amaba profundamente.
Jungkook sólo le prestó su suéter al chico adinerado que sufría marcas de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
•° ♡.°•
"Señora, el fin de mes se está acercando, así que necesitaré que se mantenga lúcida por lo menos un día y me ayude a hacer las compras que abastezcan la cocina nuevamente, llegaré a casa a las seis de la tarde e iremos al centro comercial, es viernes y los fines de semana trabajo, no tengo otro día libre"
Jungkook gravó un mensaje de voz que luego enviaría a su madre acompañado de un mensaje que decía exactamente lo mismo en letras grandes y bien marcadas para que luego no tuviera la excusa de no haber leído o escuchado sus mensajes.
Luego de terminar con el diez por ciento de la instalación de cables y tubos internos que formaban parte de la fuente de agua que acababan de construir en medio del centro comercial más grande de Seúl, Jungkook aprovechó en descansar unos minutos sentado a los bordes de la pileta mientras observaba atentamente el cielo nocturno y contaba las estrellas.
"Pedirle deseos a la luna es para niños"
Jungkook suspiró mientras admiraba lo grande y brillante que se veía aquella esfera que se mostraba casi todos los días desde que trabajaba en aquella fuente. Muchas veces de niño le había pedido deseos a la luna, después de todo, ¿quién no lo había hecho?; para un niño pequeño de siete años que soñaba con tener un familia unida, se le había hecho muy fácil creer en esas cosas, pero a sus veinte años esa magia ya había desaparecido por completo, Jungkook se había visto obligado a madurar mucho antes de tiempo.
Sus amigos siempre decían que era aburrido o que parecía un anciano amargado con su vida.
Jungkook nunca decía nada al respecto, estaba bien si creían que era un aguafiestas y por eso no lo invitaban a ninguna parte, pues al fin y al cabo él trabajaba para mantener a su madre, a sí mismo y sus estudios, cuando consiguiera graduarse y ser un gran abogado, ya no le importaría todo lo que dijeran sobre él.
Sí, la vida de Jungkook siempre había sido nefasta, pero por lo menos sentía que estaba bien ahora, tenía un techo sobre su cabeza, un trabajo estable, la posibilidad de estudiar y de comer tres veces al día, suponía que eso era todo lo que necesitaba para vivir plenamente, nunca había pensado en nada más, lo único que tenía en mente era graduarse y comenzar a ejercer su profesión para independizarse, tal vez así le enseñaría a su madre lo importante que era no despilfarrar el dinero que ganaba limpiamente.
"¿Alguna vez encontraré a alguien que quiera verme trabajar como un perro fiel a su amo y aún así gustarle?"
Jungkook le preguntó a la luna que comenzaba a esconderse para darle paso poco a poco al resplandeciente sol de las mañanas, se sentía tonto por contarle sus problemas a una gran esfera flotante en el espacio, pero no tenía nada o a nadie mejor para que lo escuchara hablar con sinceridad.
"Me siento... solo, siempre me he sentido solo, creo que nací para vivir en soledad y criarme a mi mismo, si no llegaron a abortarme, entonces por lo menos me hubieran hecho el favor de darme en adopción, pero mi padre era tan codicioso que no quería cederle su hijo a nadie, ese imbécil, lo odio tanto, lástima que nunca llegué a golpearlo"
