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"¿De dónde vienes con ese olor tan repugnante?"
Danae reclamó de pie frente a la puerta de su habitación con los brazos cruzados sobre su pecho y un notable fastidio por inhalar el aroma que provenía del cuerpo de su hijo, Jungkook había llegado cerca de las cinco de la mañana al departamento con un intenso olor a lo que ella creía era la fragancia del perfume de una mujer.
"¿Qué?" Jungkook torció sus labios y se detuvo frente a su madre "No es nada, ¿qué haces despierta a esta hora?"
El pelinegro chasqueó su lengua en completo fastidio, su madre no se había aparecido en el departamento hace más de una semana, y durante todo ese tiempo él no se había preocupado en lo absoluto, pues sabía que ella se la pasaba en el casino hasta que su último centavo fuera gastado.
Danae no se había preocupado en darle señales de vida durante varios días, pero ahora trataba de actuar como una madre preocupada al impedirle entrar a su habitación hasta que le diera explicaciones.
Jungkook sabía que 'preocupación' era lo que menos sentía aquella mujer, pues hace mucho tiempo estaba consciente de que ella sólo lo retenía en el pasillo porque se sentía en peligro de perder al único sustento económico que poseía. Danae desde hace mucho temía que Jungkook encontrara a una mujer la cual lo alejara de las responsabilidades económicas que pagaba en lugar de su esposo.
"¡Jeon Jungkook, apestas!" gritó tan fuerte que casi lastimó sus cuerdas vocales, fue entonces cuando empujó y golpeó el pecho del pelinegro "¡Hueles igual a como lo hacía tu padre cuando regresaba de verse con su amante!"
La espalda de Jungkook chocó con la pared, su madre estaba histérica gritando y golpeando de su torso con sus delgados brazos moviéndose lo más rápido que le permitieran sus escasas fuerzas, y claro, tampoco pudieron faltar los insultos que hacían sentir al pelinegro cada vez más como un completo error con una inútil existencia.
"¡Bastardo!, ¡tú no vas a ir a ninguna parte!, ¡¿entiendes?!"
A pesar de los golpes sin razón, gritos e insultos hirientes, Jungkook permaneció callado mientras permitía que su madre lo tratara tan injustamente como siempre lo había hecho, ya que él había tomado el lugar de su padre desde el primer día de su muerte.
Muchas veces, demasiadas veces a decir verdad, Jungkook sentía que su madre olvidaba que el hombre a quien tenía frente a ella se trataba de su hijo y no de su esposo con el cual comenzaba una pelea igual a esa por el olor de un perfume que relacionaba con la infidelidad.
No tenía otra opción, estaba cansado de discutir por circunstancias que no eran su culpa, Jungkook siempre había tratado de ser un buen hijo a pesar de todo lo que sucedía entre sus padres, trabajaba, estudiaba, le daba dinero a su madre, limpiaba y cocinaba, pues pensaba que eso era lo suficiente, correcto y necesario para convertirse en una persona diferente a sus padres y un buen hijo, pero aún así era tratado con indiferencia.
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Hearts | KookTae
FanfictionTaehyung es un chico con una extraña condición, la cual le provoca sarpullidos en forma de corazones por todo el cuerpo cada vez que veía a la persona que amaba profundamente. Jungkook sólo le prestó su suéter al chico adinerado que sufría marcas de...