El reencuentro [Lucifer x MC]

¿Por qué?

MC entró y vio a Lucifer sentado en su escritorio trabajando con montañas de papeles a su alrededor -como era habitual-. Él no levantó la cabeza para mirarla, siguió concentrado en lo que tenía entre manos.

MC: Lucifer, solo quería saludar y darte un pequeño obsequio.

Se acercó al escritorio y dejó la caja de bombones y la colonia en el único hueco libre que vio. Lucifer miró los regalos y volvió al papeleo.

MC: Oye.. si estás tan ocupado, podemos hablar después de la cena o cuando mejor te venga.

Lucifer: Por favor, siéntate y en seguida estaré por ti. Han sido meses de mucho trabajo y necesito terminar esto. Lamento no tener una silla que ofrecerte, puedes sentarte a los pies de la cama.

MC caminó lentamente hacia la cama y se sentó en el borde. Había empezado a sonar "The art teacher de Franz Gordon", y realmente no estaba ayudando a relajar el ambiente. 

Acarició las frías sábanas de seda y siguió observando la habitación.

En una esquina había una estantería llena de licores (a MC le había parecido ver algún alma intentando escapar dentro de las botellas), un esqueleto a modo de columna -el cual le daba escalofríos- y una cabeza de león con expresión amenazante justo encima del escritorio donde se sentaba Lucifer.
Sí, desde allí podía verle con claridad. Tan concentrado y con expresión seria, llevaba sus gafas para leer y sus ojeras indicaban que no había dormido mucho los últimos días.
MC no podía más, así que decidió romper el silencio.

MC: Sabes, en el mundo humano no podía parar de pensar en todo lo que viví aquí con vosotros durante mi año de intercambio. Hasta sentía que realmente no era mi sitio. 
MC se levantó y empezó a caminar hacia el escritorio. 

MC: Echaba de menos los paisajes, las cenas todos juntos, vuestras constantes peleas, que me rescatarais de un lío tras otro.. pero.. -MC apartó unos papeles y se sentó en el borde del escritorio, entonces, Lucifer alzó la mirada- Lo que más he echado de menos es a ti, Lucifer.
Dime, ¿qué te pasa conmigo?¿a qué viene tanta frialdad?

MC le pasó con delicadeza la mano por el pelo acariciándolo suavemente. Pero de golpe Lucifer soltó la pluma que sostenía con su mano izquierda y agarró a MC por la muñeca.

Lucifer: ¿Qué me pasa dices? -dijo Lucifer tono calmado y profundo - Pensé que este día no llegaría, pensé que tenía que reprimir mis emociones como de costumbre y seguir adelante. El beso que nos dimos como despedida fue el dulce más amargo que jamás haya probado.
Lucifer se quitó las gafas y las dejó a un lado de la mesa.
Verás, quizás no soy el más expresivo, pero me considero un observador nato. Durante tu estancia aquí siempre sentí que eras algo a compartir, y eso por lo que se ve a mis hermanos no les molesta en absoluto. Pero lo siento querida, mis pertenencias no las comparto con nadie.

Lucifer prosiguió con expresión seria, mirando a MC directamente a los ojos.

¿Crees que no veía esas tardes íntimas en la habitación de Mammon?, ¿horas de compras y risas con Asmo? Oh, y no nos olvidemos de las miradas llenas de deseo que os lanzabais Satán y tu durante las comidas. 

MC estaba petrificada escuchando como Lucifer expresaba sus sentimientos y quejas, nunca le había visto así. Pero aún con todo, parecía calmado, como si lo tuviera todo bajo control.

Lucifer: Has sido mala, y lo sabes. Creo que mereces un castigo, y ya sabes que soy muy bueno en eso.
Se retiró de la mesa y se dio un par de palmaditas en las piernas mirándola. MC, confundida, vaciló un instante pero finalmente se sentó en el regazo de Lucifer.

Sus caras estaban a pocos centímetros y a MC se le aceleró la respiración involuntariamente.

Lucifer: Cuando esta mañana te he visto "caer del cielo" no he sabido bien qué sentir, pero tras reflexionarlo.. creo que lo tengo muy claro ahora. -Lucifer se acercó al oído de MC y con una sonrisa diabólica susurró: "Si vas a quedarte por aquí, quiero que seas mía"-.