2.

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- Ax, mi amor. Te tardaste mucho, ¿Que pasó? -Preguntó Brooke, acercándose a su hijo al verlo entrar por la puerta principal.

El pelirrojo sólo se lanzó a sus brazos y comenzó a saltar de emoción.

- ¿Que pasa, pequeño? ¿Por qué ese entusiasmo?

- ¡Me dijo "amigo"! ¡Soy su amigo, mamá! -Chilló alegre.

- ¿Quién, de quién hablas? -La felicidad de su hijo se le contagió rápidamente.

- ¡Slash! ¡Me dijo que soy su amigo!

- ¿Lo ves, nene? Nada es imposible, mucho menos que él quiera juntarse contigo.

- ¡Estoy muy feliz, muy feliz! Es más, me acompañó por las hojas y estuvimos platicando.

- Felicidades mi amor, no mereces menos de eso.

- Gracias mami...y toma, aquí están tus cosas. -Le entregó la bolsa y la mujer la recibió.

- Te lo agradezco, bebé. Ahora, anda a tu cuarto y no salgas de ahí. Recuerda que...

- Si, poner los cuarzos en la puerta. Lo sé. -Interrumpió. - Ya me voy, espero que te vaya bien.

- Gracias, hijo. -Besó su frente y dejó que Axel subiera hasta su habitación.

Aunque el pelirrojo no interviniera en el trabajo de su madre ni estuviera presente en el momento, debía hacer un breve y práctico ritual de protección consigo mismo, todo para que ningún mal que estuviera afuera, entrara o llegara hasta él.

Luego de hacer lo debido, se acostó en su cama y sólo miraba el techo, recordando el rato que pasó con Slash.

Se sentía tan tonto al sonreír a la nada, pero a la vez eso le entristecía.

Que tan excluido socialmente era que hasta una simple plática con alguien que no era su familia o Izzy, lo emocionaba absolutamente.

Luego escuchó algunos murmullos afuera en la calle, no vaciló en acercarse a su ventana y mirar discretamente.

- ¡Ya, ya, ya! Quiten de aquí y dejen pasar. -Exclamó el moreno, intentando cruzar entre el montón de chiquillos.

- Quédate a jugar, rizitos. Anda, por favor. -Pidió uno de los niños.

- Mañana, mañana salgo y juego. -Dijo sin interés y caminando de largo.

- Pero...

- ¡¿Qué no escucharon?! Largo de aquí o les meto un balonazo en sus horribles caras, mocosos. -Intervino Duff, haciendo que los demás se apartaran y regresaran al otro lado de la calle.

- Gracias, me salvaste. -Susurró Slash.

- Niños odiosos. -Dijo, haciendo reír a su amigo. - Oye...

- ¿Que sucede?

- ¿Que andabas haciendo con el hijo de la gitana? -Preguntó en un tono insitante y alzando las cejas repetidamente.

- Nada, ¿Por qué? Y ya dejen de decirles así. Su mamá se llama Brooke y él Axel.

- ¡Axel, Axel...uy Axel, te amo mucho, ven que te hago dos hijos aunque entre hombres no se pueda! -Inventó un diálogo, expresándolo con una voz dramática y aguda, Saúl sólo lo empujó un poco.

- Déjame en paz...

- Ya, de verdad. ¿Son amigos o algo así?

- Pues...si, supongo. Es un chico muy agradable, claro que lo haría mi amigo.

⊱┈─╌ 𝙏𝙖𝙧𝙤𝙩; 𝘚𝘭𝘢𝘹𝘭.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora