Alma.
La pizza sabía pésima, tal como me sentía.
Dejé el trozo de pizza en la caja de donde la había sacado, aquella que habían comprado mis amigas dos noches atrás, y caminé hacia la sala de mi apartamento con un tazón de café en mis manos, pensando en que cocinaría para alimentarme esta tarde.
Antes adoraba los días libres, pero ahora los detestaba, era demasiado tiempo libre para pensar e ir a aquellos lugares de mi memoria que no quería recordar en estos momentos.
Todos me llevaban a Demian.
Encendí la televisión para que el ruido distrajera mis pensamientos y bebí un sorbo de mi café, quemando mi lengua ligeramente, pero me concentré en cambiar los canales hasta encontrar alguna película que me gustara, así podría pasar mi día domingo.
Sin embargo, el sonido de mi móvil con una llamada entrante me alteró y la respondí inmediatamente, leyendo el número de Connor en la pantalla.
¡Hola preciosa! –Saludó él, alegremente. - ¿qué tal todo? –Preguntó y escuché la ansiedad en su voz. - ¿tienes un poco de tiempo libre para mí?
Hola, Connor. –Saludé, sonriendo dulcemente. – claro que tengo tiempo libre, de hecho, es mi día libre. –Afirmé, bebiendo otro sorbo de mi café. - ¿me necesitas de inmediato? –Pregunté, observando el pijama que aún utilizaba. –
¿Podemos encontrarnos en el centro comercial en treinta minutos? –Preguntó y percibí la sonrisa en su voz. – necesito tu ayuda en la búsqueda del anillo, queda solo una semana para la fiesta. –Comentó, lo que me hizo asentir con dolor. – y luego podemos comer algo.
Con comer me tienes. –Musité, incorporándome sobre mis pies y dejando el tazón en la pequeña mesa de centro de mi sala. – estaré allí en treinta. –Aseguré, lamiendo mi labio inferior brevemente. - ¿tienes una idea de que tiendas visitar? –Pregunté, caminando hacia mi habitación a paso rápido. –
La nueva del centro comercial. –Afirmó Connor. – busque su tienda en internet y tienen anillos de compromiso para hombres, lo cual es perfecto. –Comentó, soltando un suspiro. – no es una marca reconocida, pero sé que Dean será feliz con cualquier anillo.
Lo será. –Confirmé, sonriendo al pensar en el precioso momento que le esperaba al mellizo. – además, importa la pregunta, no el anillo. –Murmuré, buscando la ropa adecuada en mi armario. –
¡Exacto! –Chilló él, riendo brevemente. – bien, te veo en el centro comercial. –Dijo y antes de colgar dijo las últimas palabras. – vístete ardiente, ahora estás disponible para las miradas de los chicos. –Musitó, pícaro. –
Rodé mis ojos y lancé mi móvil sobre mi cama, notando como allí también había una notificación de cinco llamadas perdidas de Demian. Ignoré aquel mensaje y caminé hacia el baño, dispuesta a bañarme rápidamente para luego tener tiempo suficiente para arreglarme.
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Almas entrelazadas
RomanceAlma García jamás pensó que una oportunidad de trabajo en Londres cambiaría tanto su vida. Con veintidós años creía que su vida estaría completa, la universidad había terminado y pensaba que con ello todo lo bueno llegaría a su vida, sin embargo, j...