Justo al borde.

IV - Molestia

Son las 2am.

Estoy en una cama de hospital. Desperté hace 1 hora, llorando y gritando. Golpee a 3 doctores, y un cuarto doctor me inyectó un calmante en el cuello, y aquí estoy ahora, atada a una cama, drogada como a una vaca loca, y hinchada de los ojos y mi mejilla derecha, una por llorar, y la otra por el golpe.

- Señorita Woods, ¿se encuentras bien? - dice Mike, el doctor, entrando a la sala, y guiñandome un ojo. Su pelo gris está todo revuelto, y sus ojos azulados están viendo el infinito. Seguro se ha follado a la enfermera rubia sacada de un tabledance, Beth.

Mike es un buen tipo. Me conoce aún más que mi perro, si tuviera uno.. pero bueno. Es joven para ser un excelente doctor. Apenas tiene 27 años, y sabe de todo a todo. Su pose y sus ojos dan a simple vista un tono de sabiduría.

- Hey, señorito Curt, ¿cómo cree que me siento después de ver morir a mi abuela? - le digo, tan seca como me es posible. Él solo hace una mueca de vergüenza, y tiene todo su derecho de estarlo.

Aún siendo doctor, es un grandísimo idiota.

- Anne, lo siento.. hicimos lo mejor que pudimos - se limita a decirme, con un tono de tristeza.

Quiero llorar, pero me es imposible gracias al tranquilizante. Quiero correr, pero estoy atada a la maldita cama. Quiero gritar, y se me hace un nudo en la garganta de tan solo pensar que la única persona que tenía en el mundo, ya no estará jamás a mi lado.

***

Por fin decidieron dejarme ir a mi casa. Mike ha hecho todo lo posible, acelerando los operativos en mi casa, y demás. Ahora me toca a mi velar a mi abuela.

Estoy frente a la puerta, y no quiero entrar. Pero, como hace frío, no me queda más remedio. Agarro mi llave dorada, y la encajo con la cerradura. La giro, y por fin abre.

La casa está tal y como la recuerdo. Voy a la cocina, y ya no está. Ni rastro de ella, ni de su sangre, ni del tipo.. pero, hay algo raro. Algo ha cambiado, pero no se.. ah, el cajón abierto.

Intento cerrar el cajón, pero algo estorba, aparte de mi pelo negro (por cierto, ya largo) que me cubre la vista. Me aparto, me hago una coleta rápida, y meto la mano en el cajón.

Otra carta. Otra maldita y odiosa carta.

Abro el sobre azul, y saco la carta amarilla de forma violenta. Estoy harta de esto. Ahora que me doy cuenta, está hecha con una pluma azul, y una caligrafía impresionante, pero su contenido lo es más.
Anne.
Tu abuela ha interferido en mis planes de matarte, pero bueno. Ya casi acabo contigo. Sé que te has de preguntar quién soy, y por supuesto, te daré una pista en la firma de esta carta.
Al grano. Te he buscado por años, y al encontrar a tu madre, sentí que debía matarla en aquella vía. Lo logré, y acabé con ella.
Estaba en el funeral, observando mi más grande logro, cuando de pronto llegaron Oddeth y tú.
Tu abuela fué tan estúpida en llevar aquél vestido negro con un moño atras, que fue lo que me hizo darme cuenta de que era ella.
Las seguí hasta su casa, y planee por años tu muerte. Y de pronto, tu entrometida abuela se mete en lo que no debe, pobrecilla, ¿no?
Pronto tendras noticias de mi.
     -JD

Espera.. ¿qué?

Siento de pronto las piernas débiles, y caigo al suelo. Empiezo a llorar. Ya nada tiene sentido ahora sin mi abuela aquí, y menos ahora que sé que murió por mi culpa, por existir.

No entiendo que tiene ese tipo contra mi, pero.. ¿que pudimos haber hecho para que nos pase esto? Mi familia no era mala como para que la mataran. ¡¡¡Él es el maldito!!!

~×~×~×~

Bien, pues ya lo saben.
Quien crea saber quién es el culpable, quisiera que me lo dijeran por mensaje privado, si no es mucha molestia. No quiero que lo revelen públicamente.
Entre otras cosas, estoy sumamente feliz al saber que a varia gente le agrada esta historia. ¡¡Gracias por su apoyo!!
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¡Gracias por leer!

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