I was haunted by the hills
I couldn't give you my all, but I will
If you let me in your arms (your arms)
If you let me in your heartVarias semanas habían pasado desde que Taehyung fue internado en el hospital.
Se encontraba en ese lugar por voluntad propia, sabiendo que no habría nada que perder si después de todo, el resultado iba a ser el mismo.
No tenía la fuerza como para levantarse, no podía viajar a distintos lugares nuevos porque ni siquiera tenía la valentía de salir.
Casi siempre se hallaba cansado, sin poder dormir con el miedo confuso de poder morir mientras dormía. Le aterraba ese hecho, saber que en cualquier momento inesperado iba a suceder.
Siempre cargaba con eso, a donde sea que vaya le perseguirá.
-Buenas noches, Taehyung.
Su médico cabecilla le saludó, entrando a su habitación con una sonrisa cálida.
Era Jeon Jungkook el único motivo por el cual sonreír, por ahora.
Al principio creyó que ese alto hombre atractivo y de piel pálida era alguien inexpresivo, poco comunicativo y alguien difícil de manejar. Pero para su sorpresa, con el pasar de los días se volvió alguien demasiado apegado a él.
Durante las noches hablaban sobre cualquier cosa hasta que Tae se quedara dormido en algún punto, él cuidaba del menor para que no tuviera miedo.
-Buenas noches, Kookie hyung..- saludó de vuelta con una bella sonrisa geométrica, tan lindo a pesar de las circunstancias en las que se encontraba.
Jungkook se acercó a la camilla y tomó asiento en una de las sillas vacías al lado de Kim, con algo de confianza se atrevió a tomar su mano izquierda, tal vez sintiendo algo más que solo calidez en aquel tacto tan suave y gentil.
No evitó recordar ese incidente extraño en donde su corazón pareció reaccionar, era la primera vez que le pasaba algo así y de esa magnitud.
Lo habló con su amigo Jimin, el único humano en el planeta que conocía su inmortalidad y la historia detrás de ella.
Jimin como todo un universitario "sabio" dijo que aquello podría ser parte del destino, el cual, de nuevo, le estaba jugando una mala racha. Quizás no tan mala si se trataba de la persona a la que llegaría a amar con su alma.
Tenía más de doscientos años encima, nunca durante ese tiempo conoció a alguien así, con el poder de hacer que su corazón nuevamente latiera.
Llevaba más de dos siglos muerto, usando sus habilidades de vampiro para hacerles creer a los humanos que estaba vivo.
Que curiosos que después de tantos años sus súplicas pudieron ser escuchadas, y ahora Tae, el único humano en provocar nuevas sensaciones en él, estaba al borde de la muerte, luchando para seguir en pie.
Jimin podría tener la razón, ¿y si Taehyung era lo que tanto había esperado?
-¿Hyung?...
El suave tono de voz lo sacó de sus pensamientos.
-¿Si?..- murmuró.
-¿Puedes quedarte conmigo esta noche? Es que tengo miedo..- puchereó levemente con sus labios lastimados.
Muchos estragos cruzaron el pecho de Kook, quien asintió en silencio ante la petición que le hizo Tae.
Sostuvo con un poco de fuerza su mano entre la suya, entrelazando sus dedos con los de él.
No quedaba tanto tiempo para averiguar si el pequeño chico era el indicado, o si realmente su corazón despertó por él momentáneamente.
Aunque ¿Solo sería momentáneo o podría ser para siempre?
Era hora de saber si no era solo una casualidad.
Jungkook sujetó la mano débil y la sostuvo hasta que llegó a sus labios. Se dedicó a dejar un diminuto y casto beso sobre esta misma, y luego...
Un latido sonoro, trás otro, trás otro, y trás otro.
Era sorprendente, su corazón latio ante esa sencilla muestra de afecto.
Respiró profundamente, tan emocionado que por inercia giró su rostro para observar a Taehyung.
Obviamente Jimin tenía razón.
Su corazón por primera vez luego de años, quiso salirse de su pecho.
-¿Hyung?
-Dime.
-Te-Tengo miedo.
Su corazón hasta ese instante no dejó de latir, pero...Parecía que el de Taehyung estaba a punto de detenerse.
El vampiro se alarmó ante la frágil mirada de su paciente, no podía estar pasando aquello.
No en ese momento, no y nunca.
-Tranquilo, Taetae, quédate a mi lado. Mírame, por favor no cierres los ojos y obsérvame..- decía el de cabello azabache, escuchando con temor como la máquina daba a conocer el pulso bajo de Tae.
-Tengo...Miedo..- balbuceó ya sin poder mantener un segundo más sus ojos abiertos.
A Jeon se le estaban acabando las opciones, la vida de la única persona que hizo latir su corazón dependía de un hilo.
Y si la única forma de intentar salvarle la vida era que él lo mordiera, lo tendría que hacer.
Aún si no tenía la más mínima idea de si aquello iba funcionar.
Reunió todas las fuerzas que tuvo, mucho más de las que reunió al besar su mano, y en un duro impulso hizo salir sus colmillos afilados, clavándolos en la piel opaca del brazo de Tae.
Succionó muy poco la sangre, sabiendo el enorme impacto que tendría su veneno en el torrente sanguíneo.
Era su única esperanza, si lo mordía y se transformaba en vampiro, Tae podría curarse a sí mismo.
-Resiste, por favor..- susurró desesperado al quitar sus colmillos.
Mordió su propia mano dejando a la vista su "sangre" de un tono negro, aquella herida la colocó en los labios entre abiertos del muchacho, como si estuviera dándole de beber.
Faltaba muy poco para que el personal se diera cuenta del estado del paciente, así que no le quedaba de otra que apurarse.
Todo hubiera salido bien de no ser por un peso increíblemente grande que se había instalado en todo el tórax del médico, obligándole a soltar todo el aire contenido por sus pulmones.
Ya sin aliento y con la vista nublada, Jeon Jungkook cayó inconsciente sobre el frío piso de la habitación.
Toda su vista se apagó.
I don't think that love's completely off the table
💛💛💛
Espero que les guste, perdón si ven algún error.
¿Qué les pareció?
¿Preguntas?
Solo nos queda un capítulo, no se olviden de comentar y votar por favor. Ahhh!!, espero algún día poder hacer más proyectos así :'c
¡Los amito! Cuidense mucho.
Sempai❤
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Off The Table...[Kooktae]°[Libro #3]
RomanceJeon Jungkook lleva años intentando encontrar a su verdadero amor, aquella única persona que es capaz de quitarle su condena eterna. Décadas tras décadas sufriendo como un vampiro sin saber lo que la mortalidad y el amor significaban. ¿Acaso debía s...