VII

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BAKUGO

- Y-yo...emmmm...yo- tome aire para tratar de calmarme y darle mi respuesta, sentí una mano más grande sobre la mía y voltee a ver a Aizawa-Sensei quien me miraba fijamente haciendo que me sonrojara a mas no poder y logrando ponerme más nervioso de lo que ya estaba.

- No te apresures, yo esperare por tu respuesta, ya sea positiva o negativa, esto no es algo que se deba tomar a la ligera después de todo. - suspire un poco más aliviado al saber que no era forzado a dar una respuesta inmediata- bien, vámonos, te llevare a tu casa- dijo mientras que pedía la cuenta, cuando pago nos dirigimos a donde dejo estacionado el auto .

Durante el viaje pensé si perdonarlo o no, pero simplemente no lo lograba, estaba muy confundido, a quien debía hacerle caso a la razón o a mis sentimientos, así fue durante todo el viaje que ni siquiera me di cuenta en qué momento llegamos. Se bajo y me abrió la puerta.

- Podía hacerlo solo anciano-eso fue lo que dije sin embargo por una extraña razón el que hiciera aquello me gusto.

- Lo sé, pero quería hacerlo y verte molesto.- me sonroje por lo que me dijo y  aparté la mirada mientras avanzaba.

- vete, porque me sigues?

- Te voy a acompañar hasta la entrada de tu casa.

- Quee? Ni que me fueran a secuestrar en frente de mi casa.

- Todo puede suceder, tú no sabes lo que pasará.

- Tsk.

Abrí la puerta de mi casa y entré.

-Hasta el lunes Aizawa-Sensei- iba a cerrar la puerta cuando sentí como detenía la puerta.- que ha... - Sentí sus labios sobre los míos, no pude hacer más que sonrojarme y abrir mis ojos a más no poder. No me di cuenta en qué momento me deje llevar y correspondía aquel beso y rodeé su cuello con mis brazos; me adentré en mi casa sin detener aquel beso y cerré la puerta, ya que si permanecíamos en la entrada estoy seguro que la vecina metiche le contaría a la vieja que me vio besando me con un señor o le inventaría alguna cosa.

Yo

Al inicio el beso era lento y tierno, pero conformé se adentraba en la casa del rubio el beso se fue intensificando.

Cuando llegaron a la sala se separaron y se miraron a los ojos con la respiración entrecortada.

- Eres tan adorable y hermoso cuando te sonrojas- dijo el azabache y continuo con el beso impidiendo que el ojirubí dijese algo.

Lentamente lo recostó sobre el sofá quedando así el mayor sobre Bakugo; Aizawa no desaprovechó su posición y fue acariciando suavemente el torso del menor, quién al sentir el toque se separó del beso.

- Que... cree que ha-hace?!?- dijo entre jadeos- no fue suficiente la primera vez? El infierno que me hizo pasar no le bastó?- los ojos se le pusieron llorosos.

- Esta vez será diferente, te haré sentir bien y si es posible borraré esos horribles recuerdos que te ocasione.-lo abrazo mientras que daba pequeños besos y lamidas en la blanca piel del cuello de aquel joven.- déjame hacerte sentir en el cielo - susurro en el oído del contrario lamiendo así el lóbulo de su oreja.

- Ahh- después de soltar aquel sonido involuntariamente se tapó la boca.
- Así que eres sensible ahí.
- Ca-cállese.- aparto la mirada.

El pelinegro continuo dejando besos en su cuello, mientras que con las manos quitaba la playera del chico rubio dejando a la vista su trabajado abdomen a lo que el mayor lo observo detenidamente relamiéndose los labios.

MAL COMIENZO [AiBaku YAOI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora